La última integrante

En este relato (que su autora nos ha enviado completo) podremos conocer la historia de Marah, una "medio-elfa" con un linaje y una historia muy especial.

XXVI

Ya en las Casas de Curación, colocan a Éowyn y en una camilla cerca de Merry. Gandalf intenta curarlos pero no consigue pues fueron heridos por el arma del rey Brujo y esa era la enfermedad del hálito negro. Pippin se queda cuidando a Merry y Éomer se queda solo cuidando a su hermana cuando aparece Marah.
- Ella no debió de estar ahí.... -susurra Éomer.
Marah se acerca a Éowyn, y le cambia el paño de la cabeza.
- Éowyn sintió que su deber era estar ahí.... -responde Marah- Es tan valiente como tu abuela Morwen.
Éomer mira a Marah y no entiende a que se refería. Marah ve la interrogante en los ojos de Éomer y se levanta.
- Quédate con ella .... -le dice en voz baja Marah.
Marah sale de las Casas de Curación y busca a Aragorn quien lo ve en una estancia junto Elladan, Legolas, Elrohir y Gandalf. Marah se acerca a Aragorn y lo lleva a un costado.
- Éowyn te necesita... -susurra Marah.
- Yo no puedo hacer nada por ella.. -responde Aragorn con tristeza.
- Claro que puedes Aragorn -contesta Marah con firmeza.
Marah coge las manos de Aragorn y lo mira a los ojos.
- Las manos del Rey, son manos que curan... -le dice Marah- ... antes detuviste una herida mortal, hecha por el mismo Rey Brujo... tu tienes el don....
Aragorn asiente con la cabeza y manda traer la hierba Athelas. Con ayuda de Marah hace la medicina y los ungüentos que necesita para curar a los enfermos de dicho mal. Aragorn, pasa como incógnito, junto a Gandalf y ayudados por Marah, consigue curar a Merry. Luego va donde Éowyn y se queda toda la noche con ella en compañía de Éomer y Marah quienes lo asisten para su pronta recuperación.

Ya pasó todo peligro y Éowyn reacciona y despierta. Abre los ojos y ve que Aragorn la estaba cuidando y sus bellos ojos se llenan de lágrimas de emoción, pero está muy cansada y se queda dormida. En otra estancia de la Misma Casa de Curación se encontraba Faramir hijo de Denethor quien se encontraba en descanso por las heridas causadas en el ultimo enfrentamiento que tuvo al intentar recuperar Osgiliath y porque su propio padre Denethor creyéndolo muerto casi lo quema vivo, sino fuera por Pippin y Gandalf que lo llegaron a salvar.

Durante los días siguientes, le asignan a Éowyn, así como a Merry una habitación a cada uno para que puedan descansar, y estas dan a los jardines de las Casas de Curación. Una vez un tanto mas repuesta, Éowyn sale a recorrer los jardines, aún débil y lánguida, y se encuentra con la mirada del joven Faramir, quien se quedó prendado de su belleza. Pero Éowyn aún tiene a Aragorn en su corazón.

Mientras en lo alto de Minas Tirith, en el salón del Rey, se encuentran reunidos Gandalf, Aragorn, Elladan, Éomer, Marah, Legolas, Elrohir y Gimli quien está sentado en el trono, fumando su pipa.
- Frodo ha pasado el umbral de mi visión. -replica Gandalf- La oscuridad ahora es más profunda.
- Si Sauron tuviera el Anillo, ya lo sabríamos. -responde Aragorn.
- Es solo cuestión de tiempo. -contesta a su vez Gandalf- Sauron ha sufrido una derrota, sí,.... pero tras los muros de Mordor el enemigo se reagrupa.
- Que no salgan de ahí, que se pudran. -interrumpe Gimli- ¿Por qué habría de importarnos?
- ¿Y preguntas qué nos importa? .... Gimli, entre Frodo y el Monte del Destino hay más de diez mil orcos en el camino. –responde Marah con dureza.
- Así es Marah. -responde Gandalf- .... Lo he enviado a su muerte....
- No. –interrumpe Aragorn- Aún queda esperanza para Frodo. Necesita tiempo y un paso seguro a través del llano de Gorgoroth. Eso podemos dárselo.
- ¿Cómo? -pregunta Elrohir- ¿Cómo vamos a lograr aquello?
- Haciendo que Sauron saque a sus tropas. -responde Aragorn- Vaciando su tierra. Reuniremos a nuestros ejércitos frente a la puerta negra.
- No alcanzaremos la victoria con la fuerza de nuestras armas. -interrumpe Éomer
- No para nosotros. -contesta Aragorn- Pero quizá así Frodo lo pueda conseguir, si mantenemos el Ojo de Sauron fijo en nosotros. Evitaremos que vea cualquier otro movimiento.
- ¿Quieres distraerlo? -pregunta Legolas.
- No me parece mala idea. -interrumpe Marah.
- Certeza de muerte, mínima esperanza de éxito, ¿Qué estamos esperando? -pegunta Gimli.
- Sauron podría sospechar que se trate de una trampa. -interrumpe Elladan- No morderá el cebo.
- Yo creo que sí lo hará. -responde seguro de sí mismo Aragorn.
- ¿Y como piensas lograrlo? -le pregunta Gandalf.
- Eso déjamelo a mi..... -responde Aragorn.

Ya es de noche y Aragorn regresa al Salón del Rey, y se acerca al costado de la escalera que va hacia el trono y descubre el Palantir. La coge e invoca a Sauron. El gran Ojo aparece en el Palantir.
- Mucho tiempo llevas buscándome...tanto como yo eludiéndote. -le reta Aragorn- Ya no más. He aquí la espada de Elendil. (Y le muestra la espada al Palantir)
En ese momento la Palantir comienza a estremecerse y Aragorn ve la figura del mismísimo Sauron dentro de ella rodeada por el gran Ojo y de repente cambia la figura y aparece su adorada Arwen, la ve desfalleciente. Aragorn se asusta y suelta el Palantir y en un mal movimiento se le cae del cuello la estrella de la tarde y se rompe, tal como lo vio en sus sueños antes de la visita de Elrond.


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