Cuando te envuelve la historia
Elarai nos envía los dos primeros capítulos de su relato, ambientado en la Tierra Media de Tolkien

Capítulo 1: La llegada

Nadie ha conocido jamás esta historia, el mundo ignora que fue de mí y si alguna alusión se ha hecho de mí alguna vez, las nieblas del tiempo se han encargado de borrarla. Escribo esto sabiendo que quizá nadie lo lea, pero tengo la esperanza de que alguíen lo hará y mi historia será conocida.Cuando se escriban libros sobre esto, yo no apareceré pero de manera accidental, yo tomé parte en la guerra del anillo. Quien iba a sospechar que una historia pudiera reescribirse tras la muerte de su autor, yo adoré a ese autor y ahora formo parte de su historia. Viajar a la Tierra Media me parecía un viaje imposible, hasta que todo comenzó.

Aquel día volvía a casa sin sospechar el viaje que iba a realizar. De pronto observé una luz en la boca de una cueva y desconcertada marché hacia allí, esperando averiguar su procedencia, pero cuando entre en la caverna la luz me envolvió y perdí el sentido de mi misma hasta que me encontré tendida en una llanura que parecía no tener ni principio ni fín. Afortunadamente tenía un botellín de agua guardado en mi bolso junto con un paquete de filipinos pero no creía que eso me permitiera sobrevivir a largo plazo. Pensaba en todas esas cosas, ignorando el paraje que se extendía a mi alrededor, cuando alguien me puso la mano en el hombro y me hizo pegar un respingo. Asustada quise escapar pero el extraño, al que todavía no había visto la cara, fue más rápido que yo y me agarró fuertemente impidiendo que lo hiciera.

Me volví para verle la cara y me encontre con un estilizado hombre de amplia cabellera rubia bajo la cual asomaban unas orejas picudas, él extrañado observaba a su vez las mías, que aunque menos que las suyas,también terminaban ligeramente en punta. Pronto me dí cuenta de que me encontraba ante un miembro de la bella raza y que el señor bajito que venía junto con un hombre de aspecto regio, era en realidad un enano.

-¿Dónde estoy?- pregunté asustada.

- En las llanuras de Rohan-me contestó el hombre de aspecto regio y a su vez me preguntó como había llegado allí, aunque no podía responder con exactitud a esa pregunta, traté de explicárselo lo mejor que pude, mientras me preguntaba si estaba soñando o me encontraba ante Legolas, Gimli y Aragorn.

Buscaban a dos amigos me dijeron, me abstuve de decirles que ya lo sabía, en parte por los jinetes que se acercaban hacia nosotros.

Los jinetes se detuvieron rodeándonos con lanzas y apuntándonos con arcos. La conversación que siguió a este encuentro es de sobra conocida, pero una parte de ella no fue registrada.

-Extraña empresa es para una dama perseguir a pie a tales amigos junto con tán extraña compañía.-comentó Eomer.

- La dama no los ha perseguido hasta ahora- respondió Aragorn por mí- Apareció de la nada proveniente de otro mundo,por lo que he entendido por la explicación que nos ha dado.

- No es lugar este para una dama, venid con nosotros al castillo dorado de Meduseld,la dama Eowyn se alegrará de tener compañía que la distraiga del pesar por su pobre padre.

- De acuerdo pues acepté, sabiéndo que sería más un estorbo que otra cosa para el elfo, el enano y el futuro rey. Mas debo advertiros, Éomer, hijo de Éomund, que no se montar.

Él rió y me aseguró que pronto aprendería teniendo como maestros a los jinetes de Rohan, así que partimos para allá, yo montada en el caballo de Éomer y pronto (gracias a sus sabias indicaciones y a que no me quedaba otro remedio)aprendí a montar a caballo.

Descansabamos cuando Éomer se acercó con un poco de carne y pan para ofrecérmelas y me preguntó mi nombre, avvirtiéndome así mismo sobre la viperina lengua de Grima. Yo le respondí que tendría cuidado y le dije mi nombre, un nombre que luego quedaría borrado de la historia pero que ahora renace de nuevo. Virginia le dije, mi nombre es Virginia.

Volvimos a montar y pronto llegamos a Édoras, donde pronto congenié con Eowyn, quien me contó todas sus penas.

-No debes preocuparte- le respondí- Pronto llegará el día en que tu padre recobre su ser y Grima sea echado de Edoras. Se la pena que te aflige y se que buscas la muerte, pero encontrarás la gloria, la gloria inmortal.

- ¿Cómo puedes saberlo?- me preguntó-¿Acaso se te ha sido entregado el don de ver el futuro?

- No- le respondí enigmaticamente.-Pero para mí, el futuro ya está escrito y en muchas ocasiones, he leido sus páginas.


Capítulo 2: Los primeros días en Meduseld

Grima andaba preocupado, conspirando con Saruman y envenenando el oido de Theoden, no podía permitirse que nada escapara a su control y aquella llegada inesperada de aquella extraña joven lo hacía. No creía que nada bueno para él pudiera derivarse de su presencia.

Yo paseaba por el ambiente excesivamente masculino de Meduseld, recibiendo los comentarios jocosos y de admiración de los guerreros que en él se reunían o vivían, ya que a la princesa Eowyn no podían decirle nada por su linaje. Respiraba cuando Eomer se encontraba cerca pues me defendía contra los ataques de los guerreros, aunque estos ante las respuestas mordaces e hirientes que yo les dedicaba, comenzaban a llamarla lengua afilada y chanzeaban diciendo que debía competir contra lengua de serpiente.

Casualmente Grima se enteró de esto y pretendió acabar con esa amenaza.

Paseaba sola respirando aire fresco para combatir la viciada atmósfera del castillo cuando Grima me encontró y nos enzarzamos en una batalla verbal.

- Por fín te encuentro lengua afilada- dijo Grima- No creas que puedes hacerme la competencia.

-No pretendo- respondí yo- Dificil es combatir contra el veneno de la serpiente aunque si sabes la manera, es muy facil descabezarla.

-Me amenazas acaso.

- Yo no amenazo a nadie. Me dedico a vivir la vida que me ha deparado el destino y en verdad te digo que pronto tu lengua te traerá numerosas problemas pues Theoden saldrá de tu maléfico influjo y poco te servirá esconderte bajo las barbas de Saruman.

-¡Qué sabras tú necia mujer! Bien claro es que la mentalidad de las mujeres es más proclibe a imaginar desgracias y sueños, así que deberé perdonarte por ello pues en verdad no sabes lo que dices.

-Oh Grima, Lengua de Serpiente. De poco sirven conmigo tus viperinas palabras.En verdad te digo que yo he leido la Historia y no me invento nada, tu final está cerca y así ha de ser. Elegiste el bando equivocado desde el primer momento, atente pues a las consecuencias. No quiero escucharte más, aunque estoy inmunizada contra el veneno e las palabras, me produces dolor de cabeza.

-Te arrastrarás ante mí necia mujer.

-No Grima, aunque desees que alguien se arrastre ante tí nadie lo hará.No me arrastraré ante una serpiente pues una serpiente ya está destinada a arrastrarse por naturaleza, ese es tu destino Grima, tú te arrastrarás tenlo por seguro.

Por primera vez, Grima se quedó sin palabras y eso le molestó y le preocupó sobremanera, quería responder algo pero la voz de Eomer se lo impidió.

-¡Dejala maldita serpiente! ¡Alejate de ella si no quieres que hunda mi acero en tu vientre!

Antes de que pudiera decir nada, Eomer me cogió y se me llevó de allí.

-Ten cuidado con él me alentó. Su lengua por mucho que la tuya sea afilada, envenena.

-No te preocupes estoy inmunizada contra el veneno verbal.

- Por si acaso, estoy preocupado por tí.

-Gracias. Cuando eres extranjera en un mundo que no conoces, es bueno que alguien se preocupe por tí.

La vida me resultaba extraña en la Tierra Media pero a la vez e inesperadamente me era conocida. Agradecía sobremanera las atenciones de Eomer, rapidamente, se estaba convirtiendo en un amigo muy especial.