Término general que parece referirse a las fronteras entre Eä y el Vacío Intemporal, aunque el uso de este término es a menudo ambiguo y poco definido.

Aunque esta denominación tiene ciertas similitudes con el concepto Muros del Mundo , este último es un elemento físico determinado, mientras que los Círculos del Mundo son un concepto abstracto.

En sus empleos más tempranos, parece ser un término completamente global, describiendo la totalidad del Mundo y sus mares circundantes y aire, y explícitamente incluyendo a las Tierras Imperecederas de Aman, por lo que se estaría refiriendo a la totalidad de la creación, Eä.

Teniendo en cuenta esto, la región más allá de los Círculos del Mundo seria el Vacío Intemporal, lugar donde mora Ilúvatar, junto con los Ainur que no descendieron a Arda, en los Palacios Intemporales; también se referiría al lugar de Destino de los Hombres, al pasar los Círculos del Mundo después de la muerte.

Después de la Caída de Númenor, el término se vuelve más cerrado en su significado. Al producirse el Cambio del Mundo y el hecho del traslado del continente de Aman “fuera de los Círculos del Mundo”, pudiera dar a entender que Aman, aún estando fuera de las fronteras del mundo físico de Arda, sigue perteneciendo al concepto de Eä.

Después de este punto, parece que el término de los Círculos del Mundo es simplemente la frontera entre las tierras mortales, o mundo físico de Arda y las tierras inmortales de Aman.

Para distinguir las dos concepciones del término, está en uso por los aficionados, utilizar el primer término con mayúsculas y el segundo con minúsculas, aunque, según se ha apuntado, Tolkien nunca usó este término en minúsculas, por lo que la distinción ”formal” entre las dos concepciones debe de ser el contexto temporal (Caída de Númenor y Cambio del Mundo).

Tenemos ejemplos de esta ambigüedad en el dialogo entre Aragorn y Arwen a la muerte de éste, “No estamos atados para siempre a los círculos del mundo, y del otro lado hay algo más que recuerdos”. También en El Silmarillion, en la historia de Beren y Lúthien, donde se dice que ”y los dos senderos irían juntos más allá de los confines del mundo”.