Grupo de quebradas al este de Eriador, que se extendían a lo largo de unos 130 kilómetros en dirección norte-sur. Las colinas se formaron por el desgaste de los bordes exteriores de la roca sedimentaria que predominaba en la región. El resultado fueron estas elevaciones de casi 300 metros de altura media, cuyo punto prominente se encontraba en el extremo sur, y que no era otro que la Colina de los Vientos. Se las describió como una zona árida y seca, con escasa presencia de árboles. Este detalle sugiere que estaban formadas de caliza de pedernal, un tipo de roca de gran permeabilidad que evita la concentración de agua en las capas superiores, lo que impide su crecimiento. A su vez, facilitaba la formación de manantiales, parte de los cuales alimentaban las lagunas de Moscagua.