Arthur Reuel Tolkien

Relación con Tolkien: Padre

Fecha de nacimiento: 1857

Lugar de nacimiento: Birmingham, Inglaterra

Fallecimiento: 15 de febrero de 1896

Lugar de fallecimiento: Bloemfontein, Estado Libre de Orange (hoy Sudáfrica)

Ocupación: Banquero

Arthur Reuel Tolkien

Arthur Reuel Tolkien fue el padre de John Ronald Reuel Tolkien. Nació en Birmingham, Inglaterra, en 1857. De joven, Arthur mostró aptitudes para el mundo financiero y trabajó como gerente en el Bank of Africa. Su carrera lo llevó a ser destinado a Bloemfontein, en el Estado Libre de Orange, una colonia británica en el sur de África.

En 1891, se casó con Mabel Suffield en Inglaterra, y poco después la pareja se trasladó a Bloemfontein. Allí, el 3 de enero de 1892, nació su primer hijo, J.R.R. Tolkien. Su segundo hijo, Hilary Arthur Reuel Tolkien, nacería en 1894.

Muerte y legado:
La vida de Arthur en Bloemfontein fue marcada por el trabajo y las dificultades. En 1895, su esposa Mabel decidió regresar a Inglaterra con sus dos hijos debido a las duras condiciones climáticas en Sudáfrica y los problemas de salud que sufría J.R.R. Tolkien. Arthur permaneció en Bloemfontein, planeando unirse a su familia más adelante, pero en 1896 contrajo fiebre reumática, una enfermedad que resultaría fatal. Falleció el 15 de febrero de 1896 a la edad de 38 años.

Su muerte dejó a su joven familia en una situación económica precaria. Mabel Tolkien se encargó sola de la educación de sus hijos en Inglaterra, lo que influyó profundamente en la vida y obra de J.R.R. Tolkien.

Aunque Arthur Reuel Tolkien no vivió para ver el éxito literario de su hijo, su influencia en los primeros años de la vida de Tolkien y el legado de su apellido perduraron en la obra del escritor, que a menudo exploró temas de la pérdida, la paternidad y la herencia en sus historias.

Legado familiar:
Arthur dejó una impresión duradera en la vida de sus hijos, aunque estos eran muy pequeños cuando él falleció. La dedicación de Mabel a su educación y la formación de Tolkien en una familia profundamente religiosa (su madre se convirtió al catolicismo tras la muerte de Arthur) modelaron a J.R.R. Tolkien en su juventud. Aunque el propio Arthur no tuvo una participación directa en la obra de su hijo, su memoria vivió a través de las narrativas de familia y sacrificio que marcaron las historias de la Tierra Media.