El Olifante, desbocado, arroja de la torre que lleva en su lomo a los Haradrim que lo guiaban.
Sí, usamos cookies para mostrarte información, publicidad y datos de tu sesión. Sí, la ley nos obliga a poner este comentario si lo hacemos. Si sigues navegando es que todo esto te da lo mismo o te parece bien: muchas gracias por visitarnos, y di amigo y entra. Si no, cierra la página, namarië y tan amigos.