En círculos de amantes de la obra de Tolkien, como es el nuestro, cuando alguien dice: "la de Bakshi", casi todo el mundo sabe a que se refiere. Es cierto que la película de dibujos animados de Ralph Bakshi tiene fallos (y muchos), y también que está incompleta; pero hay algo que no se le puede negar: fue la responsable del despegue en España del mito de Tolkien.
Así lo dice la historia. Antes de 1978, J.R.R. Tolkien era prácticamente un desconocido para los lectores de lengua castellana, y eso que "El Señor de los Anillos" llevaba publicado en inglés desde 1954 y "hobbit'>El Hobbit" desde 1937. Sólo algunos afortunados (muy pocos en España) habían leído las ediciones de Minotauro publicadas en Argentina, y menos aun habían hecho lo propio con las ediciones originales. Los demás habíamos leído algún ensayo en libros de estudio sobre Ciencia Ficción y Fantasía, comentarios de otros escritores y... poco más realmente; Tolkien era un misterio.
Pero entonces sucedieron dos cosas: la Editorial Minotauro se trasladó a Barcelona desde Buenos Aires y publicó la primera edición española de "La Comunidad del Anillo" en mayo de 1978; y un año más tarde, en 1979, se estrenó la película de Bakshi. Y eso fue el inicio de la locura. Muchos nos preguntamos de donde había salido esa historia, quienes eran los Hobbits, y los Elfos, donde estaba la Tierra Media. Todo lo descubrimos en las páginas del libro, aunque hubo que esperar más de un año hasta poder ver en las librerías la trilogía completa.
Es cierto (¿quién lo duda?) que fueron antes los libros que la película; cierto, sí, pero no en España. La gente de esa generación que tuvo la suerte de descubrir a Tolkien gracias a la película tiene con Bakshi una deuda de gratitud impagable.
La técnica
Si algo asombró de la película -aparte de la historia que contaba- fue la técnica que se utilizó para realizarla. Aunque actualmente es común ver cómo la gente cree que se trata de una mezcla de animación e imagen real, lo cierto es que toda la película fue filmada primero con actores reales y luego dibujada encima, ¡¡casi 250.000 fotogramas!! Lo que ocurre es que el nivel de detalle no es siempre el mismo, cuando hay pocos personajes el dibujo es mucho más detallado, mientras que en otras ocasiones (las batallas, por ejemplo) todo se reduce a un "sombreado" de color encima de los personajes.
La técnica utilizada también tiene su parte de leyenda. No es cierto que sea un "invento" de Bakshi, data de los años 30, y Disney ya la utilizó en "Blancanieves" en 1937. Y fue un español, Francisco Macián, el que perfeccionó esa técnica, que él llamó "Technofantasy". En la película dirigida junto con José María Forqué "¡Dame un poco de amooor...!" (1968) (un musical de Los Bravos) se utilizó en una escena; y en 1974 dirigió otra película, "Memoria", en la que volvió a usar ese sistema, aunque esta vez de forma mucho más amplia.
Pero volvamos a la película de Bakshi. Su peculiar estilo hace que sea irregular: fondos de un colorido y diseño exquisito junto con personajes con colores demasiado planos, sin sombras; cambios bruscos entre imágenes muy detalladas y otras en las que se nota perfectamente la "realidad" que hay debajo de los dibujos... Pero claro, no todo van a ser defectos: como ya he dicho, la mayoría de los fondos son muy buenos, aunque no es normal verlos en una película, son más típicos de un libro de ilustraciones; hay logros visuales como las escenas en cámara lenta, enfoques desde ángulos extraños, el mundo "psicodélico" en el que entra Frodo cuando se pone el Anillo...
La historia
En la película de Bakshi todo ocurre demasiado rápido, el libro está en exceso resumido y, además, carece de un buen guión. Se haría muy largo resumir toda la película con sus múltiples defectos (y también, ¿por qué no?, sus virtudes), y cualquier buen lector de Tolkien es capaz de darse cuenta de cuáles son. Pero es posible que a aquellos que no han visto la película les pueda servir de guía la siguiente sinopsis:
- La fiesta y discurso de despedida de Bilbo se tratan muy por encima; no sabemos lo que los Hobbits de la Comarca piensan de él, ni tenemos idea de los problemas con los Sacovilla-Bolsón, ni nada. La visita de Gandalf a Frodo, por el contrario, no está mal del todo. Bakshi se tomó la licencia de que parte de la conversación entre los dos protagonistas tuviese lugar al aire libre, pero bueno, eso es un cambio menor.
- La partida de Frodo es una de esas partes donde más se nota el apresuramiento del director. Los cuatro Hobbits salen juntos de Hobbiton (Merry no se adelanta y Gordo ni aparece) y cuando encuentran al Jinete Negro se refugian también los cuatro juntos (y esa escena parece que ha creado escuela y aparecerá también en la nueva película). A partir de ahí ni hay encuentro con Elfos, ni con Maggot, ni aparecen Los Gamos, ni el Bosque Viejo, ni los Tumularios, ni tom-bombadil'>Tom Bombadil y Baya de Oro... un desatino.
La estancia en "poney-pisador'>El Poney Pisador" está bastante bien resuelta; me gusta especialmente la escena del comedor (donde por primera vez se ve claramente a los personajes "reales") y la entrada de los Jinetes negros en Bree. Pero hay un detalle discordante: no hay ningún mensaje de Gandalf, los Hobbits se fían de Trancos guiados sólo por su intuición.
Las escenas del ataque de los Jinetes Negros en la Cima de los Vientos y la de la huida hacia el Vado no tienen grandes fallos; es más, se puede considerar que están muy logradas: tomas a cámara lenta, marcada diferencia entre lo que ve Frodo y el mundo "real", etc. Eso sí, en esta película tampoco aparece Glorfindel (es Legolas quien toma su papel); parece que este Señor Elfo no es del agrado de los directores de cine.
La estancia en Rivendel y el elrond'>Concilio de Elrond son cortos, excesivamente cortos. Todo lo sucedido en el Concilio apenas dura tres minutos en la película; Gandalf no cuenta la traición de Saruman (pues ya se ha visto casi "a tiempo real"), Boromir sólo cuenta muy por encima los problemas de Gondor... Esta parte es la antítesis del libro: mientras que en él nos enteramos de gran cantidad de cosas, en la película acabamos casi con más dudas de las que teníamos. Y otra curiosidad más: de Arwen... ni rastro.
El viaje hacia el sur es casi inexistente; unos pocos segundos de tormenta en el Caradhras y en seguida se llega a Moria, así de rápido. Y, aunque no es una opinión muy popular, creo que el viaje a través de Moria es de lo mejor de toda la película; me gusta el ambiente, la oscuridad, el ataque de los Orcos, todo (o casi todo). Pero hay un fallo "curioso": y no es que el Balrog tenga alas (que es algo discutido hasta la saciedad), el fallo es que vuele; porque vamos a ver, si vuela, ¿cómo puede precipitarse al abismo?
A Lórien llegan de golpe y... se van de golpe. ¿Y qué queda en medio?, pues Galadriel, que me encanta (en serio), sobre todo en la escena del espejo. Parece que es un personaje mimado en ambas películas.
Tras un descenso por el Anduin poco significativo, llega la disolución de la Comunidad; la locura y la posterior muerte de Boromir son sin duda dos de los momentos con más carga dramática de toda la película.
A partir de aquí la trama se dispersa en relación al libro, se pierde el desarrollo lineal de la historia y comienza una sucesión de saltos entre el Libro Tercero y el Libro Cuarto. No hay muchos peros que poner a la persecución de la horda de Orcos o a la aparición de los rohan'>Jinetes de Rohan, salvo que cada vez se va utilizando más lo de que los personajes reales aparezcan sólo ligeramente coloreados.
Me gusta Bárbol, aunque su aspecto sea demasiado "arbóreo", y también el bosque de Fangorn, que es igual de lúgubre que de hermoso; pero el capítulo está tan recortado que impide disfrutarlo. Por la película no sabremos nada más de los Ents (y muchos menos de las mujeres'>Ents-mujeres. ¿Dónde estarán?).
Del Libro Cuarto aparecen varios fragmentos salteados, pequeñas pinceladas que cubren desde "Sméagol domado" hasta (más o menos) "Las escaleras de Cirith Ungol". Se nos cuentan muy pocas cosas, pero al menos nos podamos recrear con el mayor logro de la película: Gollum. No creo que exagere diciendo que es el personaje estrella, el que queda grabado en la memoria y resiste el paso de los años. El Gollum de Bakshi es Sméagol, y el Sméagol de Bakshi es Gollum.
e vuelta al Libro Tercero nos encontramos con la reaparición de Gandalf el Blanco (muy resumido, pero bastante fiel al libro), para luego pasar inmediatamente a Rohan... Aquí también se mantiene la historia original de forma bastante satisfactoria, aunque también hay una alteración importante: aparece Éowyn, pero en ningún momento se nota su súbito enamoramiento por Aragorn. Teniendo en cuenta que en Rivendel no aparecía Arwen, ¿sería descabellado pensar que Bakshi no pensaba dar importancia a las mujeres en sus películas?
La película termina con la batalla del Abismo de Belmonte... estooo... perdon, la helm'>batalla del Abismo de Helm. También se ajusta considerablemente a las páginas del libro, resumido sí, pero menos que otras partes; aunque claro, es la única batalla realmente importante de la película y había que sacarle partido. Lo de Belmonte se debe a que el castillo que se puede ver en la película es, efectivamente, el de este villa de Cuenca. Este castillo también aparece en otra conocida película: "Los señores del acero" de Paul Verhoeven
Lo peor, indiscutiblemente, es el final. Posiblemente cuando se montó la película Bakshi ya supiese que no iba a haber una segunda parte; pero eso no disculpa de ninguna manera la voz en "off" que se oye mientras vemos a Gandalf en cámara lenta: "Las fuerzas de la Oscuridad fueron expulsadas para siempre de la faz de la Tierra..." Por favor... sólo se ha ganado una batalla; Saruman sigue vivo, Sauron permanece expectante en su Torre Oscura con sus ejércitos intactos... Y, ¿qué decir de los pobres Frodo y Sam?, encaminándose hacia el antro de Ella-Laraña. Hay tantas cosas que quedan en el aire que un final así es inadmisible, hubiera sido mejor que acabase de golpe, sin intentar un supuesto "final feliz".
En las siguientes páginas os ofrecemos un comentario sobre los personajes de la película, su caracterización y opinión personal sobre ellos, y también la ficha técnica de la película.
Los personajes
La apariencia de los personajes en la película ha desatado a lo largo de los años calurosas discusiones. Como ya dije al principio, somos muchos los que descubrimos a Tolkien gracias a Bakshi, y claro, cuando leímos el libro ya estábamos influidos por las imágenes. Con el paso del tiempo nos hemos ido dando cuenta de los fallos; pero lo confieso: me gustan la mayoría de los personajes de la película.
Mi opinión personal de los personajes (en forma casi telegráfica) es la siguiente:
Frodo: No está mal, pero tiene una mirada extraña.
Sam: Demasiado caricaturizado, se le dio una comicidad que realmente no tiene.
Merry y Pippin: Correctos, nada más (que no es poco).
Gandalf: Muy bueno, uno de los logros de la película (es Gandalf, y punto).
Aragorn: A riesgo de resultar impopular... me gusta; la nariz de boxeador le da el aspecto "peligroso" que necesita.
Boromir: Me gusta su"interpretación", pero esa pinta de vikingo...
Légolas: Pasable, ¿qué hace Hoja Verde vestido siempre de blanco?
Bárbol: Lo dicho, muy "arbóreo", pero tiene su encanto.
Galadriel: Guapísima, me conquistó desde el primer momento.
Celeborn: ¡Ah!, pero ¿está Celeborn?
Gollum: Muy bueno, el mejor con diferencia, (y con un doblaje extraordinario).
Elrond: Ni bien ni mal, no desentonaría en una película "de romanos".
Théoden: Pues bueno... tampoco está mal el anciano Rey de la Marca.
Éowyn: Muy altiva, muy distante; un aparición muy corta para decir más.
Gimli: Me gusta, y mucho; un notable para el señor Enano.
Cebadilla Mantecona: Muy pasable, en el libro es más agradable.
Grima: También muy caricaturizado, pero no me desagrada (aunque es desagradable).
Saruman: No está muy mal, pero queda muy por debajo de Gandalf.
Gwaihir: Extraordinaria, un lujazo, que elegancia tiene cuando levanta el vuelo... (lo
siento, tenía que decirlo :-) )
Los Orcos: Pues hombre, tampoco están tan mal como dice mucha gente...