¿Tenían orejas puntiagudas los Hobbits?, ¿y los Elfos?
Acerca de la forma de las orejas de los Hobbits no hay duda: son puntiagudas. En una carta fechada en marzo o abril de 1938 (la nº 27), Tolkien nos da una muy buena descripción de los Hobbits. En ella se dice:
Pero respecto a las orejas de los Elfos la cosa es más complicada: en ningún sitio se dice claramente que los Elfos las tuviesen puntiagudas, y sin embargo la mayoría de los lectores de Tolkien asumen que es así (mientras que, curiosamente, dudan de que los Hobbits sí las tuviesen).
Quizá es así por la lejana influencia de la figura de las "hadas" de los cuentos centroeuropeos en el origen literario de los Elfos (no olvidemos el término "feérico"), pues incluso en los escritos más tempranos de Tolkien ambos términos (hada y elfo) se confundían. Pero no es menos cierto que según fue desarrollando su obra, Tolkien trató de evitar ese paralelismo.
Pero en 1987 Christopher Tolkien publicó El Camino Perdido , quinto libro de La Historia de la Tierra Media . En ese libro están incluidas "Las Etimologías", un interesante (aunque complejo) artículo sobre la formación de palabras élficas. Resulta que dentro de las raíces que comienzan por "L" hay dos muy interesantes que se reproducen aquí íntegramente:
© Las FAQ de ElFenómeno, 2002
"Una cara redonda y jovial; orejas sólo ligeramente puntiagudas y ‘feéricas’; el pelo corto y rizado..."("feérico" es algo relativo a las hadas).
Pero respecto a las orejas de los Elfos la cosa es más complicada: en ningún sitio se dice claramente que los Elfos las tuviesen puntiagudas, y sin embargo la mayoría de los lectores de Tolkien asumen que es así (mientras que, curiosamente, dudan de que los Hobbits sí las tuviesen).
Quizá es así por la lejana influencia de la figura de las "hadas" de los cuentos centroeuropeos en el origen literario de los Elfos (no olvidemos el término "feérico"), pues incluso en los escritos más tempranos de Tolkien ambos términos (hada y elfo) se confundían. Pero no es menos cierto que según fue desarrollando su obra, Tolkien trató de evitar ese paralelismo.
Pero en 1987 Christopher Tolkien publicó El Camino Perdido , quinto libro de La Historia de la Tierra Media . En ese libro están incluidas "Las Etimologías", un interesante (aunque complejo) artículo sobre la formación de palabras élficas. Resulta que dentro de las raíces que comienzan por "L" hay dos muy interesantes que se reproducen aquí íntegramente:
LAS (1) - *lassë hoja: Q lasse, N lhass; Q lasselanta caída de las hojas, otoño, N lhasbelin (*lassekwelëne), cf. Q Narquelion [KWEL]. Lhasgalen Hojaverde, nombre gnómico de Laurelin. (Algunos piensan que está relacionado con la raíz siguiente y con *lassë "oreja". Las orejas de los Quendi eran más apuntadas y en forma de hoja que las [¿humanas?].)Dejando aparte la complejidad lingüística de estos textos, hay que plantearse una pregunta: ¿debemos suponer que los Elfos tenían las orejas puntiagudas basándonos solamente en tal "prueba filológica"?... Quizá tengamos que hacer caso a Douglas A. Anderson, que en su estupendo libro El Hobbit anotado escribió:
LAS (2) - escuchar. N lhaw orejas (de una persona), antiguo dual *lasü, de donde el singular lhewig. Q lár, lasta- escuchar; lasta escucha, oído; Lastalaika "oídos agudos", nombre, cf. N Lhathleg. N lhathron el que oye, el que escucha, alguien que escucha a escondidas (<*la(n)sro-ndo); lhathro o lhathrado escuchar a escondidas.
"¡Qué típico de Tolkien hacer que semejante minucia de detalle dependa de sus lenguas inventadas!"
© Las FAQ de ElFenómeno, 2002