¿Frodo lo sabía?
Frodo sabía que Bilbo tenía un anillo de bastante valor (al menos para él


-Los nombres de todas las estrellas y de todos los seres vivientes, y la historia toda de la Tierra Media, y de la Bóveda d...
#1 Respondiendo a: Lily_Bleecker_Bolson
Una pequeña duda algo... tonta, me parece :P
Frodo sabía que Bilbo tenía un anillo de bastante valor (al menos para él), pero, ¿sabía que este hacía invisible a quien se lo pusiera? :P Ahora mismo me parece que no, no lo recuerdo... Y me hace falta saberlo, gracias
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A ver, no te puedo decir ahora mismo seguro seguro si Frodo lo sabía o no, pero lo que parece claro, es que Pippin, al menos, sí (¿o era Merry?). Perdona, pero es lunes por la mañana XDDD.
A lo que iba: uno de estos dos hobbits vió desaparecer al viejo Bilbo en medio del camino para no tener que encontrarse con los Sacovilla Bolsón. Evidentemente, él creía estar sólo, pero Pippin (o Merry) jugaba por los alrededores y le vió...desparecer. La historia la puedes encontrar en LCDA.
#2 Respondiendo a: Morwen
mmmm.....
A ver, no te puedo decir ahora mismo seguro seguro si Frodo lo sabía o no, pero lo que parece claro, es que Pippin, al menos, sí (¿o era Merry?). Perdona, pero es lunes por la mañana XDDD.
A lo que iba: uno de estos dos hobbits vió desaparecer al viejo Bilbo en medio del camino para no...




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#3 Respondiendo a: Lily_Bleecker_Bolson
eso si lo recordaba
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jejej eso si, ya que me lo quiero releer mirare quien de los dos fue. Pero eso de si Frodo lo sabía, eso si, los años antes de irse Bilbo a Rivendel, no consigo recordarlo, ni encontrarlo...
Aunque me da la sensacion de que no lo sabia, despues de todo es el Anillo
Capítulo Conspiración Desenmascarada:
-¡Bien! -dijo Frodo al fin, enderezándose en la silla, como si hubiese tomado una decisión-. No puedo mantenerlo en secreto por más tiempo. Tengo que deciros algo, a todos vosotros. Pero no sé cómo empezar.
-Creo que yo podría ayudarte contándote una parte de la historia -dijo Merry con calma.
-¿Qué quieres decir? -preguntó Frodo, echándole una mirada inquieta.
-Sólo esto, mi viejo y querido Frodo: te sientes desdichado porque no sabes decir adiós. Querías dejar la Comarca, por supuesto; pero el peligro te alcanzó más pronto de lo que esperabas y ahora has decidido partir inmediatamente. Y no tienes ganas. Lo sentimos mucho por ti.
Frodo abrió la boca y la volvió a cerrar. La expresión de sorpresa era tan cómica que los otros se echaron a reír.
-¡Querido viejo Frodo! -dijo Pippin-. ¿Realmente pensaste que nos habías echado tierra a los ojos? ¡No tomaste las precauciones necesarias, ni fuiste bastante inteligente! Todo este año, desde el mes de abril, estuviste planeando la partida y despidiéndote de los sitios queridos. Te hemos oído murmurar constantemente: «No sé si volveré a ver el valle otra vez», y cosas parecidas. ¡Y pretender que se te había acabado el dinero, y venderles tu querido Bolsón Cerrado a los Sacovilla-Bolsón Y esos conciliábulos con Gandalf.
-¡Cielos! - dijo Frodo -. Y yo que creía haber sido tan cuidadoso y astuto. No sé qué diría Gandalf. ¿Entonces toda la Comarca discute mi partida?
-¡Oh, no! -dijo Merry-. ¡No te preocupes! El secreto no se mantendrá mucho tiempo, claro está, pero por ahora sólo lo conocemos nosotros, creo, los conspiradores. Al fin y al cabo no olvides que te conocemos bien y pasamos largas jornadas contigo. No nos cuesta mucho imaginar lo que piensas. Yo conocía a Bilbo también. A decir verdad, te he estado observando de cerca desde la partida de Bilbo. Pensé que lo seguirías, tarde o temprano, aunque esperaba que lo harías antes y en los últimos tiempos estuvimos muy preocupados. Nos aterrorizaba la idea de que nos dejaras de pronto y partieras bruscamente, solo, lo mismo que Bilbo. Desde esta primavera mantuvimos siempre los ojos bien abiertos y elaboramos nuestros propios planes. ¡No te escaparás con tanta facilidad!
-Pero es necesario que parta -dijo Frodo-. Nada puede hacerse, mis queridos amigos. Es una desdicha para todos nosotros, pero es inútil que tratéis de retenerme. Ya que habéis adivinado tantas cosas, ¡por favor, ayudadme y no me pongáis obstáculos!
-¡No entiendes! -dijo Pippin-. Tienes que partir y por lo tanto nosotros también. Merry y yo iremos contigo. Sam es un sujeto excelente. Saltaría a la boca de un dragón para salvarte si no tropezara con sus propios pies, pero necesitarás más de un compañero en tu peligrosa aventura.
-¡Mis queridos y bienamados hobbits! -dijo Frodo, profundamente conmovido-. No podría permitirlo. Lo decidí también hace tiempo. Habláis de peligro, pero no entendéis. No se trata de la búsqueda de un tesoro, ni de un viaje de ida y vuelta. Iré de peligro mortal en peligro mortal.
-Por supuesto que entendemos -afirmó Merry-. Por eso hemos decidido venir. Sabemos que el Anillo no es cosa de broma, pero haremos lo que podamos para ayudarte contra el enemigo.
-¡El Anillo! -exclamó Frodo, completamente atónito ahora.
-Sí, el Anillo -dijo Merry-. Mi viejo y querido hobbit, no has tenido en cuenta la curiosidad de los amigos. He sabido de la existencia del Anillo durante muchos años; en verdad desde antes de la partida de Bilbo; pero como él guardaba el secreto, me callé lo que sabía, hasta que armamos nuestra conspiración. No conocía a Bilbo tan bien como a ti; yo era demasiado joven y Bilbo más cuidadoso, aunque no lo suficiente. Si quieres saber cómo lo descubrí, voy a decírtelo.
-¡Continúa! -dijo Frodo débilmente.
-Los culpables fueron los Sacovilla-Bolsón, como podría esperarse. Un día, un año antes de la fiesta, yo andaba paseando por el camino cuando vi a Bilbo adelante. Casi en seguida, a lo lejos, aparecieron los Sacovilla-Bolsón, que venían hacia nosotros. Bilbo aminoró el paso y de pronto, ¡eh, presto!, desapareció. Me quedé tan estupefacto que casi no recordé que yo también podía esconderme, de un modo más ordinario. Me metí entre los setos del camino y anduve por el campo. Eché una mirada al camino, luego que pasaron los Sacovilla-Bolsón y observaba el lugar donde había estado Bilbo, cuando él reapareció de pronto. Alcancé a ver un brillo de oro en el momento en que él guardaba algo en el bolsillo del pantalón. Luego de ese incidente, mantuve los ojos bien abiertos. En pocas palabras, confieso que espié. Pero admitirás que había motivos para sentirme intrigado. Y yo no tenía aún veinte años. Pienso que soy el único en la Comarca, excepto tú, Frodo, que ha visto el libro secreto del viejo Bilbo.
-¡Has leído el libro! -exclamó Frodo-. ¡Cielos! ¿No hay nada seguro?
-Yo diría que no demasiado -replicó Merry-. Pero sólo le eché una rápida ojeada y aun esto me costó bastante. Bilbo nunca abandonaba el libro. Me pregunto qué se hizo de él. Me gustaría echarle otro vistazo. ¿Lo tienes tú, Frodo?
-No, no estaba en Bolsón Cerrado. Bilbo se lo llevó, seguramente.
-Bueno, como iba diciendo -continuó Merry-, mantuve en secreto lo que yo sabía, hasta esta primavera, cuando las cosas se agravaron. Armamos entonces nuestra conspiración y como además éramos serios y el asunto no nos parecía cosa de risa, no fuimos demasiado escrupulosos. No eres una nuez fácil de pelar y Gandalf menos. Pero si quieres conocer a nuestro investigador principal, puedo presentártelo ahora mismo.
-¿Dónde está? -preguntó Frodo, mirando alrededor, como si esperase que una figura enmascarada y siniestra saliera de un armario.
-Adelántate, Sam -ordenó Merry. Sam se levantó, rojo hasta las orejas-. ¡He aquí a nuestro informante! Nos dijo muchas cosas, te lo aseguro, antes que lo atraparan. Después se consideró a sí mismo como juramentado y nuestra fuente se agotó.
-¡Sam! -exclamó Frodo, sintiendo que su asombro llegaba al máximo e incapaz de decidir si se sentía enojado, divertido, aliviado o simplemente aturdido.
-¡Sí, señor! -dijo Sam-. ¡Le pido perdón, señor! Pero no quise hacer daño, ni a usted ni al señor Gandalf. Él es persona de buen sentido, recuérdelo, pues cuando usted le habló de partir solo, él le respondió: ¡No! Lleva a alguien en quien puedas confiar.
-Pero parece que no puedo confiar en nadie -dijo Frodo.
Sam lo miró tristemente.
-Todo depende de lo que quieras -Intervino Merry-. Puedes confiar en que te seguiremos en las buenas y en las malas hasta el fin, por amargo que sea, y en que guardaremos cualquier secreto, mejor que tú. Pero no creas que te dejaremos afrontar solo las dificultades, o partir sin una palabra. Somos tus amigos, Frodo. De cualquier modo, el caso es claro. Sabemos casi todo lo que te dijo Gandalf. Sabemos muchas cosas del Anillo. Estamos terriblemente asustados, pero iremos contigo, o te seguiremos como sabuesos.
O sea, por lo que explica, Merry sabía la propiedad de invisibilidad del Anillo, y de la manera que contesta Frodo, también él... y a consecuencia de los planes de Frodo de dejar la comarca o bien ya se lo había dicho a los demás, o en ese momento, al explicarlo, lo descubrieron, o sea, en ese momento, lo sabían Frodo, sam, Merry, Pippin y Fredegar Bolger, el hobbit que se queda cubriendo su marcha.
Desde la oficina siniestra de Mordor

(Mensaje original de: elf-moon)
#4 Respondiendo a: Anónimo
pues es Merry
Capítulo Conspiración Desenmascarada:
-¡Bien! -dijo Frodo al fin, enderezándose en la silla, como si hubiese tomado una decisión-. No puedo mantenerlo en secreto por más tiempo. Tengo que deciros algo, a todos vosotros. Pero no sé cómo empezar.
-Creo que yo podría ayudarte con...
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#5 Respondiendo a: Morwen
Duda desenmascarada XD (S/T)
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#6 Respondiendo a: Lily_Bleecker_Bolson
Muchisimas gracias elfita, pero...
Hey, buen trabajo, pero entonces, ¿Frodo no lo sabía antes de eso? Es decir, durante su juventud jamás lo supo, ¿verdad? Porque si Merry lo descubrió casi llegando a la veintena, Frodo ya tenía sus treinta y tantos, casi cuarenta, y si Merry fue el unico...
Frod ya conocía la propiedad de invisibilidad del Anillo. O sea, a repasar el primer capítulo Una reunión muy esperada, porque se lo había dicho antes Bilbo:
-¡No lo hagas! -dijo Gandalf sentándose-. Ten mucho cuidado con ese Anillo, Frodo. En realidad, en parte he venido a decirte una última palabra al respecto.
-Bueno, ¿de qué se trata?
-¿Qué sabes tú del Anillo?
-Sólo lo que Bilbo me contó. He oído su historia; cómo lo encontró y cómo lo usó en el viaje, quiero decir.
-Estoy pensando qué historia -dijo Gandalf.
-Oh, no la que contó a los Enanos y escribió en el libro -dijo Frodo-. La verdadera historia. Me la contó tan pronto como vine a vivir aquí. Me dijo que tú lo habías importunado y al fin te la contó y que entonces era mejor que yo también la supiera. «No tengamos secretos entre nosotros, Frodo», me dijo Bilbo. «Pero no la repitas. De cualquier modo, el Anillo me pertenece.»
Si dice que Bilbo le contó como lo usó, le explicó sus propiedades de invisibilidad.
Desde la oficina siniestra de Mordor

P.D. Lechesss, que difícil es buscar citas trabajando en la oficina siniestra

(Mensaje original de: elf-moon)
#7 Respondiendo a: Anónimo
Pues Frodo ya lo sabía
Frod ya conocía la propiedad de invisibilidad del Anillo. O sea, a repasar el primer capítulo Una reunión muy esperada, porque se lo había dicho antes Bilbo:
-¡No lo hagas! -dijo Gandalf sentándose-. Ten mucho cuidado con ese Anillo, Frodo. En realidad, en parte he ve...
Pues gracias!!!! ^_^ Como no se sabe cuando lo descubrió pongamos que me lo puedo inventar pal relato XD ¡Besotes a todos!
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