La traducción definitiva de ESDLA. ¡En chino!
    En 1997, coincidiendo con la famosa encuesta que le nombraba libro del siglo XX, una editorial de la China continental se hacía con los derechos de ESDLA para su traducción y edición en aquel país. A pesar de realizarse con la participación de seis intelectuales de la Universidad de Beijín (especialistas en literatura inglesa y filólogos), la traducción no fue demasiado afortunada; se editaron 5.000 copias iniciales que apenas se consiguieron vender. Pero el pasado año, y gracias al tesón de un iluminado fenómeno taiwanés conocido con el inquietante nombre de Lucifer Chu, una nueva traducción de El Señor de los Anillos en el milenario idioma de Lao-Tse ha visto la luz. La primera edición de 10.000 copias se agotó enseguida, y con el estreno de la película se piensa que las ventas podrían dispararse.
    Chu, de 26 años, escribía una columna en el magazín de ordenadores Software World, en la que solía tratar de temas relativos a juegos de ordenador. Después de leer ESDLA y caer bajo su sortilegio empezó a escribir relatos introductorios sobre la novela, similares a los que nuestro buen Leandro ha estado escribiendo en “elfenomeno” durante los dos últimos años. Según declara Chu “Cuando empecé a leerlo, me di cuenta que era el principio de todas las leyendas”. A partir de aquí, empezó a trabajar en la traducción del libro, a negociar su edición, que finalmente vio la luz el pasado año.
    Chu y su gente organizaron una “Fiesta Tolkien” en las calles de Taipei, en la que alrededor de 200 fans, a los que podríamos considerar los pioneros en China/Taiwán, exhibieron camisetas y disfraces de nuestros personajes favoritos, así como carteles con leyendas tipo: “Feliz 110 aniversario Tolkien”, “Los Hobbits dominan todo” o “¿Harry Potter? ¿Quién?”
     Lucifer Chu es un personaje extravagante, capaz de gastarse 80.000 dólares de Taiwán en todo el taquillaje de los cines “Warner Village” de Taipei, para invitar a sus fans al estreno de LCDA. Gracias a locos como él, en algún momento, en algún país, en alguna lengua en la cual la palabra de Tolkien jamás ha sido leida, toda su magia se puede desplegar ante una nueva legión de admiradores.