Nueva crítica de ERDR -ACT
Aunque ya han pasado varias semanas desde el estreno de El Retorno del Rey, todavía se siguen publicando críticas en la prensa internacional. En este enlace tenéis una de la revista Up & Coming.
ACTUALIZADO - El forero Assier111 se ha tomado la molestia de traducir la crítica. Podéis leerla pinchando en Ampliar noticia.
¡VIVA EL REY!
Espectacular. Poderosa. Visionaria. Todas estas palabras pueden –y deben- ser usadas para describir la tercera y última entrega de la trilogía de El Señor de los Anillos, El Retorno del Rey.
Un épico e increíblemente conmovedor viaje lleva a Frodo y Sam hasta el Monte del Destino, mientras sus amigos, en Gondor, tratan de repeler el contundente ataque de los ejércitos de Sauron. El Retorno del Rey es la obra cumbre del director Peter Jackson. El Retorno tiene todo lo que se le pide a una obra maestra del celuloide, desde efectos espectaculares a una realización portentosa, pasando por unas interpretaciones increíbles. De hecho, esta película está hecha con los ingredientes de lo mejor de los sueños y las grandes leyendas. Cuando hayan pasado los años, esta trilogía seguirá trascendiendo cultural e históricamente - sus resonancias impactarán con fuerza tanto en la audiencia como en futuros cineastas, al igual que ha ocurrido hasta ahora con las trilogías de Star Wars y El Padrino...
...LO MEJOR DE DOS MUNDOS.
El Retorno del Rey tiene lo mejor de los dos mundos: las suficientes escenas épicas de batallas para saciar a los ávidos de acción, y el suficiente trabajo de actores para contentar a los fans de los dramas. Sin duda, El Retorno del Rey es un compendio entre el “crescendo” de acción apabullante y la montaña-rusa de intensidad emocional que estaba deseando la audiencia.
También consigue llevar a su cénit toda la trama presentada en “La Comunidad del Anillo” y “Las Dos Torres”. No solamente se hace palpable la sensación de peligro, sino que la certeza de un destino inminente y diabólico se cierne sobre toda la Tierra Media. La desesperanza del mundo de los hombres es palpable.
Peter Jackson hace que todo salte por los aires, desde la acción hasta la tensión dramática. Su visión de la Tierra Media en su hora más oscura es una dicotomía entre la maldad más abrumadora y la esperanza inconquistable. Una visión a la que da vida de una forma vibrante en la pantalla –más incluso que en los dos films anteriores-. A pesar de haber rodado las tres películas simultáneamente, da la sensación de que el director junto con su equipo y el reparto han echado el resto en sus escenas del Retorno.
ACCION.
Aunque Jackson jugó un poco con la línea argumental de la trilogía para repartir las escenas de acción, desplegó la mayor parte del arsenal en El Retorno del Rey. Lleva a cabo aquí un trabajo mucho mejor que en las dos películas anteriores, las cuales llevaban un ritmo más irregular. El Retorno, sin embargo, tiene un ritmo perfecto, las pistas adyacentes construyen los acontecimientos gradualmente, permitiendo a la acción principal tomar la pista central en el momento más adecuado. Y entonces es cuando la profundidad proverbial se echa a un lado y Jackson lleva a la audiencia a una estremecedora travesía de casi dos horas de batalla épica en batalla épica.
En varias ocasiones me he encontrado a mí mismo clavando los dedos en la butaca y diciéndome “¡Allá vamos!”, a pesar de saber que me encontraba en una sala de proyección. Hay algo aún más satisfactorio que saber lo que va a venir y entonces verlo cobrar vida ante ti de una forma maravillosa...es el saberlo y escuchar a la audiencia reaccionar ante los acontecimientos que se desarrollan. Muchas eran las escenas en las que el público aplaudía y vitoreaba ante las hazañas de nuestros héroes: véase la carga de los jinetes de Rohan o las piruetas de Legolas; el sitio a Gondor o el antro de Ella-Laraña. No conseguiría nada intentando describir secuencias tan intensas y escalofriantes.
ACTORES.
Ahora, al mismo tiempo que el Retorno da su merecido a orcos y trolls, también lleva a su punto culminante la a menudo desapercibida valía del reparto. Viggo Mortensen trabaja en El Retorno como nunca encarnando al reticente montaraz convertido en rey líder. Con la elección de Mortensen como Aragorn, heredero del trono de Gondor, se ha dado en el clavo. Su personaje se ve y se siente tal y como lo describe el papel, y no puedo imaginar a ningún otro actor interpretándolo mejor.
Los halagos en El Retorno podrían ir hacia cualquiera. Ian McKellen (Gandalf) contrae sus músculos “thespiánicos” para convertirse en el mago favorito de todos nosotros; mientras Hugo Weaving (Elrond) y Liv Tyler (Arwen) también cumplen con creces. La excelencia abunda en todos los frentes en El Retorno, con todos los actores haciendo grandes sus momentos dramáticos.
Sin embargo, no tengo ningún reparo en decir que Sean Astin debería, como mínimo, ser nominado al Oscar como mejor actor de reparto, si no ya ganarlo. El Samsagaz Gamyi de Sean es definitivamente la mejor interpretación de todas, y una de las mejores actuaciones de un actor de reparto que yo haya visto en mi vida. Sí, ya sé que él ha tenido tres películas para desarrollar el personaje, algo que no han tenido otros actores que han ganado el Oscar. Pero en este caso eso es irrelevante. Astin sencillamente ES Sam cuando las cámaras comienzan a rodar. Todo, desde su inquebrantable lealtad hasta su pasión por la vida y su amor por sus amigos –especialmente por Frodo-, queda reflejado. El Sam de Astin es el combustible emocional de la trilogía entera. Por supuesto, es Frodo quien debe llevar la carga sobre sus hombros. Pero, ¿quién lo lleva a él? ¿Quién es el que mantiene a Frodo en marcha cuando este ya se ha dado por vencido? La respuesta es simple: Sam. El Sam de Astin es tal y como le había imaginado cuando leí el libro. Además, todo ello dice mucho sobre Astin, que puede haber aparecido prácticamente de la nada –carrera discreta-, pero ha conseguido este papel y ha hecho con él un trabajo impresionante.
Admito que gran parte del éxito de Astin radica en su química con Elijah Wood (Frodo). Esta pareja realmente puede que sea la artífice de uno de los intercambios de golpes dramáticos más poderosos que nunca se haya visto en una película. Tanto su amor (de Sam y Frodo) por la vida y por su hogar como su amistad incondicional es lo que confiere a Sam esa fuerza. Así que no hace falta decir que, sin Frodo, Sam no sería una figura dramática tan poderosa. Con Frodo a cuestas mientras se aproximan al Monte del Destino es la fuerza de Sam –su amor por Frodo y la Comarca- la que les lleva adelante. Una y otra vez Sam es puesto a prueba y provocado –tanto por la perfidia del anillo como por las conspiraciones criminales de Gollum- y siempre responde lo mismo: “Sí, soy el protector de mi hermano”.
Sin Sam la comunidad habría fallado antes de comenzar y la Tierra Media habría sido engullida por la oscuridad hace mucho tiempo. Sam es el corazón de esta película –y de la trilogía- y por ese nivel de interpretación Sean Astin se merece al menos un reconocimiento. Pero aunque no lo reciba, realmente no me importa. Astin ahora ocupa un lugar con sus compañeros de reparto como parte de una empresa histórica. Siempre será recordado como Sam, y ningún estúpido Oscar puede quitarle eso.
LOS PUERTOS GRISES.
Desafortunadamente, todas las cosas (buenas) tienen un final, y El Señor de los Anillos no es una excepción. El Retorno del Rey es ciertamente el punto álgido y el clímax de la serie. Creo que incluso Tolkien habría sonreído al final de la película. El Retorno se mantiene tan próximo a la línea del libro como se podría desear. Diría que la fidelidad de la serie en conjunto con respecto a la obra de Tolkien oscila entre un 85 y un 90 %. Por supuesto, Jackson añade algunas pinceladas aquí y allá, pero, en general, él y su equipo han conseguido contar la historia de una forma como sólo él podía haber concebido. Si Jackson no se lleva ni el Oscar al mejor director ni a la mejor película, entonces tendré que pensar que Sauron y Saruman son miembros de la academia.
Al final, sin embargo, la película nos enseña lo más importante: que con determinación, coraje y fe en tus amigos, hasta el más pequeño de entre nosotros puede marcar las diferencias. El Retorno del Rey combina corazón y alma con espada y escudo, con un resultado impresionante. Esta película es un triunfo que se convertirá en legendario...y no creo que Tolkien pueda estar más feliz.
ACTUALIZADO - El forero Assier111 se ha tomado la molestia de traducir la crítica. Podéis leerla pinchando en Ampliar noticia.
¡VIVA EL REY!
Espectacular. Poderosa. Visionaria. Todas estas palabras pueden –y deben- ser usadas para describir la tercera y última entrega de la trilogía de El Señor de los Anillos, El Retorno del Rey.
Un épico e increíblemente conmovedor viaje lleva a Frodo y Sam hasta el Monte del Destino, mientras sus amigos, en Gondor, tratan de repeler el contundente ataque de los ejércitos de Sauron. El Retorno del Rey es la obra cumbre del director Peter Jackson. El Retorno tiene todo lo que se le pide a una obra maestra del celuloide, desde efectos espectaculares a una realización portentosa, pasando por unas interpretaciones increíbles. De hecho, esta película está hecha con los ingredientes de lo mejor de los sueños y las grandes leyendas. Cuando hayan pasado los años, esta trilogía seguirá trascendiendo cultural e históricamente - sus resonancias impactarán con fuerza tanto en la audiencia como en futuros cineastas, al igual que ha ocurrido hasta ahora con las trilogías de Star Wars y El Padrino...
...LO MEJOR DE DOS MUNDOS.
El Retorno del Rey tiene lo mejor de los dos mundos: las suficientes escenas épicas de batallas para saciar a los ávidos de acción, y el suficiente trabajo de actores para contentar a los fans de los dramas. Sin duda, El Retorno del Rey es un compendio entre el “crescendo” de acción apabullante y la montaña-rusa de intensidad emocional que estaba deseando la audiencia.
También consigue llevar a su cénit toda la trama presentada en “La Comunidad del Anillo” y “Las Dos Torres”. No solamente se hace palpable la sensación de peligro, sino que la certeza de un destino inminente y diabólico se cierne sobre toda la Tierra Media. La desesperanza del mundo de los hombres es palpable.
Peter Jackson hace que todo salte por los aires, desde la acción hasta la tensión dramática. Su visión de la Tierra Media en su hora más oscura es una dicotomía entre la maldad más abrumadora y la esperanza inconquistable. Una visión a la que da vida de una forma vibrante en la pantalla –más incluso que en los dos films anteriores-. A pesar de haber rodado las tres películas simultáneamente, da la sensación de que el director junto con su equipo y el reparto han echado el resto en sus escenas del Retorno.
ACCION.
Aunque Jackson jugó un poco con la línea argumental de la trilogía para repartir las escenas de acción, desplegó la mayor parte del arsenal en El Retorno del Rey. Lleva a cabo aquí un trabajo mucho mejor que en las dos películas anteriores, las cuales llevaban un ritmo más irregular. El Retorno, sin embargo, tiene un ritmo perfecto, las pistas adyacentes construyen los acontecimientos gradualmente, permitiendo a la acción principal tomar la pista central en el momento más adecuado. Y entonces es cuando la profundidad proverbial se echa a un lado y Jackson lleva a la audiencia a una estremecedora travesía de casi dos horas de batalla épica en batalla épica.
En varias ocasiones me he encontrado a mí mismo clavando los dedos en la butaca y diciéndome “¡Allá vamos!”, a pesar de saber que me encontraba en una sala de proyección. Hay algo aún más satisfactorio que saber lo que va a venir y entonces verlo cobrar vida ante ti de una forma maravillosa...es el saberlo y escuchar a la audiencia reaccionar ante los acontecimientos que se desarrollan. Muchas eran las escenas en las que el público aplaudía y vitoreaba ante las hazañas de nuestros héroes: véase la carga de los jinetes de Rohan o las piruetas de Legolas; el sitio a Gondor o el antro de Ella-Laraña. No conseguiría nada intentando describir secuencias tan intensas y escalofriantes.
ACTORES.
Ahora, al mismo tiempo que el Retorno da su merecido a orcos y trolls, también lleva a su punto culminante la a menudo desapercibida valía del reparto. Viggo Mortensen trabaja en El Retorno como nunca encarnando al reticente montaraz convertido en rey líder. Con la elección de Mortensen como Aragorn, heredero del trono de Gondor, se ha dado en el clavo. Su personaje se ve y se siente tal y como lo describe el papel, y no puedo imaginar a ningún otro actor interpretándolo mejor.
Los halagos en El Retorno podrían ir hacia cualquiera. Ian McKellen (Gandalf) contrae sus músculos “thespiánicos” para convertirse en el mago favorito de todos nosotros; mientras Hugo Weaving (Elrond) y Liv Tyler (Arwen) también cumplen con creces. La excelencia abunda en todos los frentes en El Retorno, con todos los actores haciendo grandes sus momentos dramáticos.
Sin embargo, no tengo ningún reparo en decir que Sean Astin debería, como mínimo, ser nominado al Oscar como mejor actor de reparto, si no ya ganarlo. El Samsagaz Gamyi de Sean es definitivamente la mejor interpretación de todas, y una de las mejores actuaciones de un actor de reparto que yo haya visto en mi vida. Sí, ya sé que él ha tenido tres películas para desarrollar el personaje, algo que no han tenido otros actores que han ganado el Oscar. Pero en este caso eso es irrelevante. Astin sencillamente ES Sam cuando las cámaras comienzan a rodar. Todo, desde su inquebrantable lealtad hasta su pasión por la vida y su amor por sus amigos –especialmente por Frodo-, queda reflejado. El Sam de Astin es el combustible emocional de la trilogía entera. Por supuesto, es Frodo quien debe llevar la carga sobre sus hombros. Pero, ¿quién lo lleva a él? ¿Quién es el que mantiene a Frodo en marcha cuando este ya se ha dado por vencido? La respuesta es simple: Sam. El Sam de Astin es tal y como le había imaginado cuando leí el libro. Además, todo ello dice mucho sobre Astin, que puede haber aparecido prácticamente de la nada –carrera discreta-, pero ha conseguido este papel y ha hecho con él un trabajo impresionante.
Admito que gran parte del éxito de Astin radica en su química con Elijah Wood (Frodo). Esta pareja realmente puede que sea la artífice de uno de los intercambios de golpes dramáticos más poderosos que nunca se haya visto en una película. Tanto su amor (de Sam y Frodo) por la vida y por su hogar como su amistad incondicional es lo que confiere a Sam esa fuerza. Así que no hace falta decir que, sin Frodo, Sam no sería una figura dramática tan poderosa. Con Frodo a cuestas mientras se aproximan al Monte del Destino es la fuerza de Sam –su amor por Frodo y la Comarca- la que les lleva adelante. Una y otra vez Sam es puesto a prueba y provocado –tanto por la perfidia del anillo como por las conspiraciones criminales de Gollum- y siempre responde lo mismo: “Sí, soy el protector de mi hermano”.
Sin Sam la comunidad habría fallado antes de comenzar y la Tierra Media habría sido engullida por la oscuridad hace mucho tiempo. Sam es el corazón de esta película –y de la trilogía- y por ese nivel de interpretación Sean Astin se merece al menos un reconocimiento. Pero aunque no lo reciba, realmente no me importa. Astin ahora ocupa un lugar con sus compañeros de reparto como parte de una empresa histórica. Siempre será recordado como Sam, y ningún estúpido Oscar puede quitarle eso.
LOS PUERTOS GRISES.
Desafortunadamente, todas las cosas (buenas) tienen un final, y El Señor de los Anillos no es una excepción. El Retorno del Rey es ciertamente el punto álgido y el clímax de la serie. Creo que incluso Tolkien habría sonreído al final de la película. El Retorno se mantiene tan próximo a la línea del libro como se podría desear. Diría que la fidelidad de la serie en conjunto con respecto a la obra de Tolkien oscila entre un 85 y un 90 %. Por supuesto, Jackson añade algunas pinceladas aquí y allá, pero, en general, él y su equipo han conseguido contar la historia de una forma como sólo él podía haber concebido. Si Jackson no se lleva ni el Oscar al mejor director ni a la mejor película, entonces tendré que pensar que Sauron y Saruman son miembros de la academia.
Al final, sin embargo, la película nos enseña lo más importante: que con determinación, coraje y fe en tus amigos, hasta el más pequeño de entre nosotros puede marcar las diferencias. El Retorno del Rey combina corazón y alma con espada y escudo, con un resultado impresionante. Esta película es un triunfo que se convertirá en legendario...y no creo que Tolkien pueda estar más feliz.
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