Cálëhérincë Tintamírë
§ Heculo:
Después de mucho conversar le devolvieron el arma a Azrubêl pues se dieron cuenta que las intenciones de él era buenas por lo que los perdones eran de casi todos los elfos, no solo del rey como fue en un principio, y entre disculpas le informaron a Azrubêl que estaba formalmente invitado a un banquete en la casa del rey a la hora del ocaso, que era cuando mas hermosa se veía esa tierra y cuando salían las estrellas y la Luna, por ello la hora mas importante del día era la del ocaso, pero por mientras invitaros a Azrubêl a que conociera la isla mientras preparaban el banquete, por lo que dispusieron de un guía para su pequeño viaje turístico, pero como Azrubêl estaba en deuda con Cálëhérincë, pues ya consideraba toda ofensa perdonada, pidió que le permitieran a Cálëhérincë ser su guía si es que a ella no le molestaba, lo cual fue inmediatamente aceptado por la elfa, ya que ahora mas que nunca ardía en deseos de conversar con el hombre.
Por lo que Azrubêl salió a conocer la isla con la guía de Cálëhérincë, pero Azrubêl se acordó de su barco y le pidió a la elfa que lo llevara para allá mientras iban hablando de las cosas que Azrubêl había hecho a lo largo de su corta vida. Desesperación afloro en el rostro de él cuando vio que su barco había partido y lo habían dejado abandonado en la isla, Cálëhérincë le pregunto qué es lo que lo había dejado de esa manera, pero el no pudo responder ya que necesitaba ordenar sus pensamientos, debía idear la manera de volver a Pelargir, ya que el este era peligroso y si tenia que ir a pie sería un camino lleno de peligros, por lo que se sentó a idear la manera de volver.
Pero Cálëhérincë, que quería seguir enseñándole la isla, no hallaba la manera de sacar a Azrubêl de su ensimismamiento hasta que se le ocurrió utilizar un canto de poder para así normalizar a Azrubêl, pero en el mismo momento en que iba a empezar a cantar Azrubêl se levanto y le pregunto si es que el teleri que había sobrevivido todavía estaba en la isla, a lo que Cálëhérincë contesto que si, pero que vivía al otro lado de la isla y que en el ultimo tiempo había estado muy perturbado por el cambio que ocurrió en el mar, ya que según dijo Ulmo no paseaba frecuentemente por los mares del este y Ossë ya casi no paseaba por las corrientes marinas, lo que hizo que Heculo, que era el nombre que tomo después del ataque de los orcos, se aislara y se volviera evasivo y que le molestaran las visitas, por lo que nadie iba a verlo desde hace tiempo. Pero a pesar de esto Azrubêl la convenció de que fueran a verlo ya que necesitaba hablar urgentemente con él, por lo que emprendieron la marcha inmediatamente en dirección a la casa de Heculo.
En el camino Cálëhérincë le iba enseñando a Azrubêl la historia de los árboles y de la isla, a lo que Azrubêl tomaba poca o nada de atención, sin embargo la elfa no parecía percatarse de esto y seguía hablando sobre la isla, hasta que llegaron a los alrededores de la casa de Heculo, donde Cálëhérincë se callo inesperadamente y le hizo una seña a Azrubêl para que fuera a hablar el solo, ya que ella no quería.
Partió Azrubêl hacia la casa, un poco extrañado por la reacción de la elfa, pero dispuesto a todo con tal de lograr lo que esperaba que el teleri hiciera, que no era nada mas ni nada menos que juntos hicieran un barco para irse por mar a Pelargir. Cuando llego a la puerta, pues los teleri vivían en casas junto al mar, alguien desde dentro pregunto quien era, a lo que el respondió, recalcando lo de ser humano para ver si eso era útil para su propósito, pero luego se percato de que fue innecesario, ya que cuando estaba terminando de hablar se abrió la puerta y de ella apareció un elfo de pelos blancos como la plata y una mirada profunda como el mar, era Heculo, el único teleri de la isla, y su estatura era menor que la de los elfos vanyar que había visto en la isla, pero se mostraba que era mucho mas fuerte y aguerrido que los vanyar.
Se presentaron mutuamente y Azrubêl le hablo sobre el propósito que tenia y de la mutua ayuda que podían obtener, ya que si se iban a Pelargir Azrubêl los podría llevar a Lindon, de donde podrían tomar un barco e ir a Aman, pero el teleri al escuchar esto no se mostró muy interesado, sino mas bien un tanto reticente, y dijo que ya hace muchos años que no creía posible regresar a Valinor, pero Azrubêl le explico lo que había pasado y como se llegaba hoy en día a Aman.
Después de discutir mucho tiempo el teleri acepto la propuesta de Azrubêl, pero le dijo que se demorarían mucho en hacer el gran barco que se requería para emprender el viaje a Pelargir, y que no todos los elfos estarían dispuestos a partir en un viaje a tierras desconocidas, además había que entrenar a los elfos jóvenes en el manejo de los barcos y la sobrevivencia marina, ya que nunca se han subido siquiera a un bote, pero Azrubêl le dijo que mientras se hacia el barco, los elfos podrían ser entrenados por el teleri en la navegación. Muchas otras cosas hablaron, hasta que quedaron totalmente de acuerdos en qué hacer y Azrubêl se retiro a donde estaba Cálëhérincë para que se presentaran al rey para el banquete y explicarle los hechos que iban a acaecer sobre la isla.
§ El Banquete:
Sucedió entonces que se presentaron al rey para explicarle lo que habían decidido hacer con Heculo y el tiempo aproximado que se demorarían en hacer el barco y estar listos para el viaje a Pelargir y de hay a Lindon, pero el rey no se mostró muy amable al enterarse que se había planeado sin su opinión, por lo que le dijo que lo pensaría, pues tenia que hablar con su pueblo sobre los nuevos tiempos que estaban por venir, pues la llegada de Azrubêl solo indicaba el termino de la vida aislada y segura de la isla, por lo tanto el termino del estilo de vida pacifica que habían vivido por tantos siglos, por lo que el rey le dijo a Azrubêl que se retirara, pues no se encontraba con ánimos de seguir hablando con él, y le dijo que en tres horas estaría listo el banquete.
Cálëhérincë que lo había seguido silenciosamente le dijo a Azrubêl que no habían terminado de conocer la isla, así que a eso fueron y en eso pasaron las tres horas antes del banquete, muy sorprendido quedo Azrubêl al ver las maravillas de la isla en su recorrido por ella, pues había cosas que nunca había visto.
Sucedió pues que al cabo de las tres horas, en la plaza de Ninquëros se congregaron todos los elfos de la isla, incluso Heculo, pues deseaban celebrar juntos el banquete inesperado, y escuchar mas sobre la vida en la Tierra Media, feliz fue esa velada, pero fue la ultimas celebración que se realizo en aquella isla, cosas hermosas escucho Azrubêl, desde canciones, en las que él lograba contemplar los dos árboles sagrados de Valinor, hasta consejos de cómo tallar en roble, pero mucho se entretuvo Azrubêl en aquel banquete, hasta que se sintió muy cansado y se retiro a las sombras de un gran árbol, donde se puso a dormir bajo el techo que era el cielo estrellado y sobre la cama que era el musgo alrededor del tronco.
Creo que la historia se desarrolla muy lento a partir de aquí, pero me gustaría explicarles que esta historia es la base de otra, por eso soy un tanto detallista en lo que pasa. Acuérdense de sugerirme cualquier cosa al e-mail shacolly@hotmail.com