El último fulgor de Narya

Nos encontramos en el momento en que Sauron ha caído, junto a él, los poderes de los Anillos. La marcha de los Eldar a las Tierras Imperecederas es ya un hecho; sin embargo antes de marchar harán insconcientemente un último regalo a la Tierra Media, de mano de una Elfa: Lalaith; que llevará a cabo una difícil prueba en el mundo de los Hombres que se verá en peligro una última vez más. Es una historia llena de dramatismo, dudas,pasión, amor, venganza etc en la que muchos personajes de ESDLA y otros nuevos se veran envueltos.



Agradecimiento:

Antes de que comencéis a leer, esta historia que con mucha e ilusión y trabajo estoy elaborando, quisiera dar las gracias a una persona muy especial quien me cedió su personaje, podría decirse a la gran protagonista en realidad : Lalaith_Stormcrow (Inés), pues sin su personaje no habría sido posible realizarla:
 _ Gracias amiga.-
No os garantizo que mi historia sea una maravilla, porque soy una principiante y yo misma veo sus faltas, pero a pesar de ello me siento orgullosa y yo soy feliz solamente con la satisfacción de que la leáis y os agrade aunque sea una “mijita”.
También quiero dar gracias a los creadores de esta página, sois los mejores (que no es peloteo que conste).
Bueno, no quiero ser más pesada, os doy paso a la lectura. Espero que la disfrutéis tanto como yo lo he hecho escribiéndola. Besos desde Rivendell del Sur.



Introducción

Los días del miedo, de la agonía y el terror habían finalizado; la caída de Sauron había sido para todos como la suave brisa fresca en una tarde calurosa de verano y aunque aún mucho quedaba por hacer y reconstruir; al fin la paz; la tan ansiada paz había logrado llegar a los confines de toda la Tierra Media.
Sin embargo mucho sacrificio se había tenido que hacer; muchas vidas perdidas, sudor, lágrimas, sangre… más a veces para que otros puedan ser felices es necesario que otros deban de darlo todo, para así, luego, dar oportunidad a los que atrás vengan a vivir un mundo nuevo y mejor.
La caída de Sauron y con ella toda su estirpe, trajo a su vez el fin de una época... la de los Eldar... que, cansados ya, poco a poco iban marchando hacía su antigua tierra, la tierra de los Valar; donde por fin podrían dar tranquilidad a sus espíritus tras tanto tiempo de lucha por la tierra en la cual durante miles y miles de años habían convivido en ella y habían cuidado.
Pero aún quedan muchos y aún los portadores de los tres anillos élficos no han partido... no aún todavía...
En la hermosa Lothlorien; donde el tiempo se detiene, donde todo es bello y armonioso; Galadriel hija de Finarfín, dueña del anillo de Agua, pasea por sus amplios jardines.
Silenciosa, más que nunca denotaban  los estragos que en cierta manera, aquel anillo ligado al del Señor Oscuro, habían hecho en su ser y aunque a simple vista no se apreciase pues en sus venas corría sangre Nolda, aquello era una realidad y breves eran los días en que la Dama de Lothlorien  se la volviera a recordar pasear por la Tierra Media, pues pronta sería su marcha allí donde la mirada se pierde en el Oeste.
Gracilmente bajaba una pequeña escalinata que le llevaba a un pequeño patio que no era más que el espacio existente entre muchos mallorn. Allí se encontraba su amado espejo; aquel donde tuvo más de un enfrentamiento con Sauron, donde profetizaba y veía el pasado, presente y futuro…
Lo acarició con dulzura y lo rebordeó con la yema de sus dedos todo el borde decorado en brillante plata y reluciente oro.
Era de mañana y soplaba un suave aire que jugaba entre sus cabellos; aquellos cabellos dorados como los rayos del sol al nacer. Pocas imágenes se habrían podido ver tan bellas como aquella que la Dama Galadriel ofrecía en aquel momento.
A su continuación, observó su blanca mano donde llevaba engarzado a Nenya y también lo acarició y mientras lo hacía susurró en la antigua lengua y tomando agua del pequeño manantial que allí se encontraba, lo dejó caer en su espejo como tantas veces lo había hecho y quedó durante varios minutos observando... Callada, mientras su vestido de gasa vaporoso ondeaba a la par que su bella cabellera.
Tras varios instantes así transcurridos, cerró sus ojos y comenzó a cantar en la antigua lengua y mientras lo hacía, un aura de melancolía y esperanza la envolvía:

“Tres anillos fueron forjados
para los Grandes Elfos que
cuidamos aquello que crece...
siete fueron para los enanos
buscadores de tesoros que viven
ocultos de los rayos de la luz.
nueve fueron para los Reyes Hombres
que ansiaban por encima de todo:

_ El poder _  puede… que hasta ahora...
Más uno fue forjado a secreto de todos,
Antiguo Señor de los Anillos,
Lugarteniente de Melkor; destruido
y acabado tras la disolución del
Anillo Único en el Monde del Destino
de manos de dos pequeños hobbits:
_Frodo Bolsón y Samsagaz Gamgy_
Más no fueron solos en esta empresa
pues otros partieron con ellos:
_Gimli, Señor de los enanos
Legolas príncipe de los Bosques
Gandalf el Blanco quien fuera el Gris,
dos hobbits más Peregrín y Merry
y dos hombres: Uno Boromir de Gondor, hijo del último
Senescal regente, el otro…
El Rey de los hombres, Piedra de Elfo, el unificador,
quien será dueño de la Estrella de la Tarde:
_Aragorn_
Los años de oscuridad han sido disipados,
vuelve la paz a la Tierra Media, donde los elfos
ya no tenemos poder…
Largo tiempo hemos cuidado y velado por ellas,
más ahora, es la hora que sus sucesores la retomen
es la edad del hombre... más...
¿Se habrá marchado la oscuridad en sus corazones?
O tal vez la locura pueda aun cegar a algunos...
Aun nuestro camino no ha terminado en esta Era;
ni tampoco la de uno de los tres Anillos que
se nos fueron entregados... pues...
Roja es la pasión, roja es la sangre que mana,
roja es el amor, rojo es el calor que se
alberga en el corazón, rojo es el peligro
y la locura…
¿Quién de nosotros será capaz de encauzarla y
hacerla desaparecer definitivamente?..

Con estas palabras, Galadriel, señora de Lorien cantó, llegando su clara voz a todos los límites del reino... el viento incluso cesó sólo para oírla maravillado.
Su voz llenó de congoja, pues llevaba nostalgia y pena, anunciando y recordando que muy pronto deberían marchar de la cual había sido su casa durante años, para dar lugar a la hegemonía del hombre.
De la misma manera también llenó de felicidad al pensar que la desaparición de El Señor Oscuro fue finalmente una realidad y que tantos años de lucha y sufrimiento habían dado su fruto... pero también se les llenó el corazón de incertidumbre, pues no entendían que otro papel muy importante quedaba por hacer y que en ella uno de los anillos élficos estaba incluído... ¿quién?, ¿qué?, ¿por qué? …
¿Qué habría visto misteriosa Dama Blanca ¿¿qué le habrían profetizado los Valar?
En ese preciso momento en que la inquietud fué unánime, su canto acabó y habló en lengua común:

_ “No inquietarse vuestros corazones, la esperanza siempre prevalece y hasta del que menos se espera, puede hacer cambiar el mundo. Ya ha sido, y volverá a serlo “.

Y su voz silenció y sonrió alzando la mirada donde observó que Celeborn la esperaba:

_Ha llegado la hora.-dijo con solemnidad.-

_Pues partamos a entregar a nuestro tesoro, como el Señor de Rivendell acordó, pues Nimloth, ha florecido. Marchemos pues.-


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