Mereth:Esparta parece haber divisado algo en la espesura de letras del monitor...
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Enrique Madreselva
Hombre de Bree, nacido durante la Tercera Edad. Enrique Madreselva era el guardián de la Puerta del Oeste de Bree. Se cuenta que el 26 de septiembre de 3018, dos Nazgûl hablaron con Enrique y le dejaron temblando de miedo. El 29 de septiembre, Enrique estaba en la Puerta Oeste cuando Frodo y sus compañeros Hobbits llegaron a Bree. Enrique se mostró entonces muy interesado en obtener información sobre los nombres y los negocios de los Hobbits, pero gracias a la intervención de Merry, pudieron evadir sus preguntas. Más tarde, el hombre también está presente en salón del Poney Pisador... (sigue)
Rey Brujo
En su origen, como todos los Nazgûl, el Rey Brujo fue un hombre que cayó bajo el poder de Sauron al aceptar uno de los Nueve Anillos de Poder, pero desconocemos nada de su pasado hasta que aparece por primera vez en 2251 de la Segunda Edad. Podría ser que el Rey Brujo fuera uno de los tres grandes señores de raza Númenóreana de los que habla El Silmarillion, pero es mera conjetura. Tras la derrota de Sauron en la Guerra de la Última Alianza en el 3441 de la Segunda Edad, los Nazgûl desaparecen hasta el año 1300 de... (sigue)
¿Alguien podría traducirme esto?
Nadie me cree cuando digo que mi largo libro es un intento de crear un mundo en el que la forma de una lengua que place a mi estética personal parezca real. Pero es cierto. Alguien me preguntó (entre otros muchos) de qué trataba el S. de los A, y si era una "alegoría". Y dije que era un esfuerzo por crear una situación en la que un saludo común fuera elen sila lúmenn` omentielmo, y que esa frase preexistía al libro desde mucho tiempo atrás. Carta nº 205 El mundo fantástico de JRR Tolkien no sólo maravilla por la... (sigue)
¿Qué tipo de criaturas eran los Gigantes de Tolkien?
“Cuando [Bilbo] miró fuera, vio a la luz de los relámpagos los gigantes de piedra abajo en el valle; habían salido y ahora estaban jugando, tirándose piedras unos a otros; las recogían y las arrojaban en la oscuridad, y allá abajo se rompían o desmenuzaban entre los árboles. Luego llegaron el viento y la lluvia, y el viento azotaba la lluvia y el granizo en todas direcciones, por lo que el refugio de la roca no los protegía mucho. Al rato estaban todos empapados hasta los huesos y los poneys se encogían, bajaban la cabeza, y metían la cola entre... (sigue)