Arwen: Pixelecta
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Las lágrimas de Anarwën
- ¿Qué te trae por aquí, Anarwën? Dudo que sean solamente ganas de visitarme.- Dijo el Anciano Éprimon, al ver entrar en su recinto a la joven princesa.- Hay rumores sobre una profecía.- Dijo ella recibiendo como respuesta una rotunda negación.- ¿Rumores infundados?- Preguntó con intriga.- O estupideces simplemente, nunca se sabe.- ¿quién querría inventar esas cosas? Deben tener algún fundamento.- Nada, te lo aseguro. Además las profecías no son asuntos para los jóvenes, los ancianos estamos para pensar en ellas.- Éprimon, sabés que no me importa si es asunto mío o no, quiero saber de qué se trata.- No... (sigue)
Historia de Aragorn y Arwen
Al parecer La Historia de Aragorn y Arwen fue escrita por Barahir, nieto de Faramir, poco después de la muerte del Rey Elessar. El texto completo no ha llegado hasta nuestros días, pero si la versión abreviada de una parte del mismo que se añadió, junto con muchas anotaciones y citas, a la copia del Libro Rojo de Las Fronteras del Oeste realizada por el escriba Findegil. En esta versión abreviada se recogen algunos pasajes relativos a la infancia de Aragorn, al momento en que se le reveló su estirpe y cual podría ser su destino; pero, sobre todo, se... (sigue)
Arwen Undómiel
Medio-elfa, hija de Elrond y de Celebrían. Por su gran belleza, que a muchos recordaba a Lúthien, fue llamada también "Undómiel" (Estrella de la Tarde). Arwen solía vivir en Lórien, con su abuela Galadriel, aunque visitaba esporádicamente a su padre en Rivendel. Fue en uno de estos viajes en el que conoció a Aragorn, cuando éste tenía sólo 20 años (2951). Treinta años más tarde, volvieron a encontrarse en Lórien, y fue entonces cuando decidieron prometerse, aunque Elrond prohibió la unión hasta que Aragorn consiguiera ser rey de Gondor y Arnor. Al decidir unirse a Aragorn, Arwen eligió compartir el... (sigue)
Canción de Aragorn a Arwen
Si no te veo, no miro si no te oigo, no hablo si no te tengo, no vivo si no te siento, no amo Soy tuyo, y tú el amor mío, si no estás tú nada valgo, pues sólo si estás conmigo miro, hablo, vivo y amo. (sigue)