El amor de Arwen y Aragorn: Manuel López
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Aragorn I
Hombre de los Dúnedain, nacido en el año 2227 de la Tercera Edad, hijo de Aravir y padre de Araglas. Aragorn I fue el Quinto Capitán de los Dúnedain del Norte (entre 2319 y 2327 de la Tercera Edad). Falleció en Eriador a causa del ataque de los lobos en el año 2327 de la Tercera Edad. Fue sucedido por su hijo Araglas como capitán de los Dúnedain. (sigue)
Juan Manuel Villa Álvarez
Juan Manuel Villa Álvarez nació el último día de 1961 en León, ciudad donde vivió hasta los veintidós años. Es Técnico de Mantenimiento de Aeronaves, y trabaja como mecánico de vuelo en aviones de búsqueda y salvamento. En la actualidad vive entre Madrid y Vigo. Apasionado por la literatura de Ciencia-Ficción y de Terror (aunque curiosamente no por la Fantasía), descubrió la existencia de Tolkien y “El Señor de los Anillos” cuando se empezaron a tener noticias de la película de animación de Ralph Bakshi. Desde entonces, y durante los últimos 25 años, ha sido su libro de referencia. En... (sigue)
Aragorn II
Hombre de los Dúnedain, heredero de Isildur tras 39 generaciones, jefe de los Montaraces, los Dúnedain del Norte, nació en 2931 TE y murió en 120 CE. Conocido como Elessar, Thorongil, Piedra de Elfo, Telcontar, Trancos, Heredero de Isildur, el Renovador, Patas Largas, Pies Alados y Envinyatar, el Restaurador, y aclamado por Gandalf como el más grande viajero y cazador de su época. Hijo de Arathorn II y Gilraen La Bella, tras la Guerra del Anillo llegó a ser Rey de Gondor, esposo de Arwen Undómiel, y padre de Eldarion y varias hijas más. Aragorn II era el decimosexto y... (sigue)
Las lágrimas de Anarwën
- ¿Qué te trae por aquí, Anarwën? Dudo que sean solamente ganas de visitarme.- Dijo el Anciano Éprimon, al ver entrar en su recinto a la joven princesa.- Hay rumores sobre una profecía.- Dijo ella recibiendo como respuesta una rotunda negación.- ¿Rumores infundados?- Preguntó con intriga.- O estupideces simplemente, nunca se sabe.- ¿quién querría inventar esas cosas? Deben tener algún fundamento.- Nada, te lo aseguro. Además las profecías no son asuntos para los jóvenes, los ancianos estamos para pensar en ellas.- Éprimon, sabés que no me importa si es asunto mío o no, quiero saber de qué se trata.- No... (sigue)