Las lunas, inmensas, redondas y llenas que iluminaban las noches de Garth, no podían verse, hallándose en las entrañas del planeta, ni las estrellas, ni el sol del amanecer, solo aquella luz azulada, tenue, que a veces tensaba el ánimo. Sabía que debía sobreponerse, ser fuerte y que tenía que controlar sus emociones, pero no resultaba fácil. no, sin duda no lo era.
Galoor decidió hacer algo que le distrajese de aquellos pensamientos que le llevaban invariablemente, al tristeza, y pensó en una noche estrellada, con con sus lunas brillando en el firmamento, echado sobre un mullido césped, a la orilla de un lago de aguas tranquilas...
Su mente se concentró tanto que la habitación comenzó a transformarse en lo que su cerebro proyectaba sin darse cuenta, hasta que volvió a abrir los ojos, para ver con asombro que el paisaje era el creado por su fértil imaginación.
Sonrió complacido y se centró en hacer desaparecer lo que sin desearlo, había materializado. lentamente todo retornó a su apariencia habitual, y se sintió más animado. No era momento de lamentaciones, no se lo podía permitir,había demasiadas cosas en juego.deseó que todo resultase más alegre y distendido, y comenzó a canturrear una una antigua melodía de su tierra natal, de su mundo. Unas notas suaves invadieron con su armonioso sonido el ambiente, saliendo de ningún sitio, ¿de ningún sitio?
Se paró, dejó de cantar y escuchó aquella música de fondo que pronto comprendió salía también de su fuerte deseo de sobreponerse.
Una vez más, Galoor esperó pacientemente la llegada del Ly que le enseñaría, ignoraba el qué sería hoy, compartiendo con él su sabiduría antigua y refinada. Grande fue su sorpresa al ver entrar en la cámara a ¡Angor-Ly!.
-¡Angor!¿eres tu mi maestro de hoy?, algo me decía que que estabas cerca pero me negaba a creerlo.
-Sí, soy yo, y debería dejarte guiar por tu instinto. Solo tu y yo podemos sentir ciertas emociones que otros sienten y captar su estado de ánimo. Solo nosotros podemos detectar la cercanía o presencia de la maldad, por eso estoy aquí. No puede hacerlo ningún otro, así que será yo quien te enseñe a controlar esas capacidades.
-¿Quiere esto decir que si alguien malvado se acerca, puedo sentirlo? ¿que puedo saberlo que siente otro?-inquirió Galoor a su admirado y sabio amigo.
-Sí, puedes presentir la maldad de otro y dependiendo de su intensidad, te sentirás de una forma u otra. En cuanto a tu segunda pregunta, tu puedes SENTIR lo que siente otro, a la vez que él. Ten en cuenta que saber y sentir no es lo mismo. Tú puedes sentir lo que el siente, y cuanto más intenso, lógicamente más fácil será. Ahora bien, debes aprender a diferenciar, amor, odio, tristeza, alegría, euforia, rabia, envidia...-fue enumerando Angor-Ly.
Esta es la capacidad más maravillosa de todas cuantas he aprendido que poseo,-afirmó Galoor.
-Supone una empatia perfecta, poder comprender a cualquiera, elimina la posibilidad de prejuzgarlo...
-También debo decirte-prosiguió el Ly centrando de nuevo la atención de Galoor- que esto no supone que puedas leer el pensamiento de nadie, eso es una prerrogativa de "la Mente tras el universo", la intimidad intelectual del hombre es inviolable.
-Es mejor así, sería un arma terrible en manos poco escrupulosas, y ya no quiero ni imaginarlo en las manos de Kaistros de Muntor. por cierto, Angor,algo que me gustaría conocer son sus capacidades.
-Suponía que más tarde o más temprano,me harías esa petición. Cuando hayamos concluido el entrenamiento de las tuyas, hablaremos de las de él. Tendremos tiempo de sobra, ya que hoy y los próximos seis días estaremos juntos. Nos llevará tiempo el desarrollo de esta capacidad. después analizaremos las de Kaistros.
Aprender a autogobernarse no le resultó tan sencillo como absorber los conocimientos y habilidades de otros Ly. Resultó duro tener que sentir sensaciones como el dolor, la pesadumbre, la desesperanza, el abatimiento...y controlarlas aun más.
-¿Recuerdas cuando en tus aposentos de Koan te sentiste asustado, aturdido y dolorido, todo a un tiempo?
-No lo olvidaré fácilmente,creí morir en aquel instante.¿Fue motivado por algo concreto?-preguntó intrigado Galoor.
-Sí, se debió a que muy cerca, en el salón del trono, uno de los enviados de Kaistros, amenazaba a la reina y tu sentiste su cercanía. Te dolía su proximidad y te produjo esa mezcla de emociones negativas.
Esta fragmento es para que podáis opinar y decirme si os agrada...etc.
Saludos cordiales de Kendall Maison