Nahar es una palabra quenya que deriva del valarin Næchærra o Næχærra. Según los Elfos, el nombre le fue dado por el sonido que hacia al relinchar.
En la Historia de Arda no tenemos mención concreta respecto al origen de los Caballos, sin embargo, sabemos que Nahar, el caballo de Oromë era el primero de estos seres que vino al mundo. Y aunque todos los caballos tomaron su parecido de Nahar, él fue el más poderoso y el más bello de esta raza: con cascos dorados y el manto blanco de día y plateado de noche.
Se cuenta como las chispas de sus cascos fueron la primera luz que lucia en Aman justo después del Oscurecimiento de Valinor.
Antes de que los Elfos despertaran en la Tierra Media, Oromë cabalgaba con Nahar por sus grandes bosques. Después de que los Elfos despertaran, se rumoreaba entre ellos que si se apartaban demasiado lejos de su morada en Cuiviénen, eran capturados por un Jinete. Esto no era más que una de las mentiras de Melkor.
Se cuenta como un día, cuando Oromë montaba a caballo por los bosques, el relincho de Nahar le alertó de la presencia de los Quendi. Oromë, sorprendido, les invitó a ir a Valinor con él. Aunque al principio, los Quendi tuvieron miedo de Oromë, al pensar que él era el jinete que capturaba a los Elfos, Ingwë, Finwë, y Elwë decidieron viajar con Oromë a Valinor. Se presupone que los tres elfos montaron en Nahar junto con Oromë.
Por todo esto, se considera a Nahar el primer ancestro y Padre de los Mearas, los grandes caballos.