n el año 503 de la Primera Edad una columna de Enanos, que acababan de saquear Menegroth recuperando el Nauglamír que portaba el Silmaril, se dirigía de vuelta a su reino en la ciudad de Nogrod cuando la noticia de lo acontecido en el Reino Elfico llegó a oídos de Beren por medio de un mensajero enviado desde Doriath. Además sucedió que los Elfos de Ossiriand ya sabían que una columna de Enanos preparados para la guerra había descendido de las montañas y había cruzado el Gelion por el Vado de Piedras, por lo que Beren salió de Tol Galen en compañía de su hijo Dior y de numerosos Elfos Verdes de Ossiriand con el propósito de interceptar a los Enanos de Nogrod.

Fue así como se produjo la batalla de Sarn Athrad. Las huestes disminuidas de los Enanos fueron atacadas por enemigos “invisibles”, pues los Elfos Verdes eran maestros en el camuflaje, y tan pronto como los rodearon mientras los Enanos subían por las orillas del Gelion cargados con el botín comenzaron a lanzarles flechas desde todas las direcciones, cayendo muchos Enanos en este primer ataque. Sin embargo algunos Enanos consiguieron mantenerse unidos y escaparon, y cuando escalaban las pendientes del Monte Dolmed, los Pastores de los Arboles, también llamados Ents, atacaron a los Enanos y los expulsaron hasta los bosques sombríos de Ered Lindon, y desde entonces hubo poco amor entre los Enanos y los Ents.

En esta batalla Beren luchó por última vez, y fue él quien mató al Señor de Nogrod, quitándole el Nauglamír y llevándoselo a Tol Galen. El tesoro de Doriath, que fue maldecido por el Señor de Nogrod, se hundió en el Río Ascar, que desde entonces el río pasó a llamarse Rathlóriel, el Lecho de Oro.

Sin embargo, también es verdad, que en otro sitio se cuenta que los Enanos no recuperaron el Nauglamír que engarzaba el Silmaril pues Melian, la esposa de Thingol, había escapado con tan valiosa joya y se la había llevado a Beren. Esta historia también nos dice que no fue Beren quien interceptó a los Enanos sino Celegorm y Curufin, quienes al oír del saqueo de Menegroth decidieron tender una emboscada a los Enanos pues pensaban que llevaban el Silmaril junto al tesoro de Doriath. Grande fue sin embargo su enfado al descubrir que no portaban el Silmaril y que éste ya se hallaba en poder de Lúthien a quien no se atrevieron a atacar.

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