Tevildo

Raza o especie: gato'>Gato.

Grupos: Grandes Gatos al servicio de Melko.

El Libro de los Cuentos Perdidos, 2
gato'>Gato monstruoso al servicio de Morgoth.

El nombre de Tevildo es una mezcla de élfico y felino, tal y como señala Christopher Tolkien en los comentarios sobre este cuento; también conocido como el Príncipe de los Gatos; otros nombres fueron Tifil y Tiberth.

Según se relata en El Cuento de Tinúviel, publicado en El Libro de los Cuentos Perdidos, 2 :

“Tevildo era un gato poderoso —el más poderoso de todos— y estaba poseído por un espíritu maligno, como dicen algunos, y siempre formaba parte del séquito de Melko; y ese gato dominaba a todos los demás, y él y sus súbditos eran los cazadores y los proveedores de carne para la mesa de Melko y para sus frecuentes banquetes.”

Algunos de sus súbditos fueron Miaulë, Umuiyan y Oikeroi, y es descrito como:

“era un gato enorme y negro como el carbón y de aspecto maligno. Tenía ojos alargados, pequeños y oblicuos, con un brillo rojo y verde a la vez, pero sus largos mostachos grises eran fuertes y afilados como agujas. Su ronroneo era como un redoble de tambores, y su gruñido, como un trueno, pero cuando gritaba iracundo hacía helarse la sangre.

En este temprano escrito, Beren (que aquí es un Elfo), es capturado por Melko y puesto a trabajar en los dominios de Tevildo como esclavo, siendo continuamente hostigado por éste y su corte de Grandes Gatos.

Al enterarse Tinúviel de la suerte de Beren, se dirige hacia los dominios de Tevildo con la intención de liberarlo; de camino tuvo la fortuna de toparse con Huan, el Capitán de los Perros, los mayores enemigos de los grandes gatos, el cual decidió ayudar a Tinúviel y, de paso, intentar matar a Tevildo, su mayor enemigo.

Huan ideó un ingenioso plan que llego a buen puerto: Tevildo fue finalmente capturado y obligado a revelar el conjuro que Melko le había entregado, el cual hacia que los demás gatos tuvieran un poder perverso y que estuvieran bajo su dominio.

Se cuenta como Melko, al enterarse de estos hechos “maldijo a Tevildo y a los suyos, y los expulsó de sus tierras y desde entonces no tienen ni señor ni amo ni amigos y gimen y chillan porque sus corazones se sienten solitarios y llenos de amargura y desolados, y reina la oscuridad y no hay ni un solo rastro de bondad.”

En las versiones posteriores del cuento, Tevildo desapareció y su lugar fue tomado por Thû (más tarde renombrado como Sauron) el Señor de los Licántropos, siendo la idea de los Grandes Gatos abandonada posteriormente.