El nombre, en Rohírrico, tiene el significado de Pico Dentado”.
Montaña de las Ered Nimrais, probablemente la más alta de toda la cordillera. Ciertamente, no se disponen de datos concretos que sostengan tal afirmación, pero atendiendo a las descripciones de la zona, y a sus interpretaciones morfo-geológicas, es muy posible que esto fuese así. Las fuerzas que conformaron las Montañas Blancas, actuaron en esta zona de norte a sur y de este a oeste, chocando en la zona nor-occidental de la cordillera donde formaron un denso nudo montañoso en el cual se encontraban algunas de las mayores cimas de toda la Tierra Media (a excepción de las cumbres de las Montañas de Hierro, ya desaparecidas en la Tercera Edad), tan altas como los más elevados picos de las Montañas Nubladas.
Dominando el Valle Sagrado, se alzaba un trío de montes: el Dwimorberg, el más modesto de los tres del que no se le suponen mucho más de 3000 metros, el Pico Afilado, de escarpada cima, más inaccesible que realmente alta, del que se supone que su altura rondaría los 4000 metros, y la mole del Irensaga, que vigilaba desde su imponente pedestal no solo el Valle Sagrado, en el propio seno de las montañas, sino también las tierras del Folde y las llanuras de Rohan: seguramente su altura superaría en mucho los 5500 metros. Era descrito como un pico dentado, lo que demuestra una intensa actividad glaciar. Junto a la de sus picos vecinos, esta presencia de glaciares fluyendo hacia el interior del valle, formó la característica forma de “V” del valle y de “U” del altiplano del Sagrario. Una de sus laderas formaba la pared norte de la Puerta de los Senderos de los Muertos, que discurrían bajo las entrañas del Dwimorberg.