Su nombre en Khuzdul, tenía el significado de “Lago de Cristal”.
Hermoso lago que adornaba el valle de Azanulbizar, en las Hithaeglir. Kheled Zâram, al que se conocía con el lírico nombre de Lago Espejo, tenía forma de lanza, lo que indicaba que era de origen glacial, y aunque el frente de hielo original hacía mucho tiempo que había desaparecido, durante la glaciación del 2758 de la Tercera Edad, un pequeño glaciar se volvió a formar. Los restos de esta actividad se apreciaban en la morrena que se había originado en la orilla meridional del lago, que hacía de embalse y filtro de sus aguas. Una milla más al sur, las filtraciones volvían a fluir al exterior en lo que era el nacimiento del Cauce de Plata. Tenía una longitud de unos 10 kilómetros y una anchura máxima de unos dos kilómetros, ocupando su superficie unos 15 kilómetros cuadrados. El lago estaba bajo algún tipo de sortilegio porque los rostros de los que se miraban en él no se reflejaban. Sin embargo, si que reflejaba, fuera día o fuera noche, la Corona de Durin, la constelación de la Osa Mayor.