Moria, Khazad-dûm – La esperanza de los Enanos de restaurar el esplendor de Moria se ha visto truncada en un día trágico. Balin, hijo de Fundin y uno de los más leales compañeros de Thorin Escudo de Roble, ha sido asesinado mientras observaba en el Lago Espejo (Mirrormere), en las profundidades de la ancestral Khazad-dûm. Un arquero orco, escondido en las sombras, disparó el flechazo fatal que acabó con la vida del Señor de Moria, en un ataque que ha dejado a sus seguidores en profunda tristeza y temor.
Este día oscuro marca un giro devastador en la campaña de Balin y su grupo para reclamar Moria y reestablecer el reino de los Enanos en sus antiguas salas. La muerte de Balin, un líder que muchos consideraban noble y valiente, ha generado gran desasosiego entre los enanos que le acompañaron en esta empresa. Según los informes que han llegado de fuentes cercanas, Balin se encontraba solo y contemplativo, recordando las antiguas glorias de su pueblo en el Lago Espejo, cuando fue alcanzado por la flecha del orco. Se dice que cayó sin emitir sonido alguno, con la mirada puesta en las aguas del lago que reflejaron, por última vez, la grandeza de los Enanos en Moria.
La compañía de Balin, profundamente afectada, ha jurado defender su tumba y no abandonar su causa, a pesar del creciente número de orcos que asedia las profundas estancias de Moria. Sin embargo, este golpe ha sido devastador para todos, y muchos temen que el sueño de Balin de restaurar Moria como el gran reino de antaño quede enterrado junto a él.
El destino de Moria sigue siendo incierto, pero la muerte de Balin representa un triste recordatorio de los peligros que acechan en la oscuridad de Khazad-dûm, un lugar que, a pesar de sus antiguos esplendores, permanece como un recordatorio de la guerra entre la luz y las sombras en la Tierra Media.