9 de marzo de 3019 de la Tercera Edad: La sombra se extiende

Mordor - Desde el Este, una oscuridad crece sobre la Tierra Media. En todos los frentes, los ejércitos se movilizan, las alianzas se fortalecen y los caminos de los pueblos libres convergen hacia el enfrentamiento final.
9 de marzo de 3019 de la Tercera Edad

Desde el corazón de la Tierra Oscura, una sombra comenzó a fluir fuera de Mordor. “Nunca antes habíamos visto algo así”, confesó un viajero que observó el fenómeno desde la distancia. “Era como si la misma noche despertara y se arrastrara sobre la tierra”. Mientras el cielo se ennegrecía, Frodo Bolsón, Samsagaz Gamyi y Gollum alcanzaron la carretera de Morgul al anochecer, con la amenaza del Enemigo pesando sobre ellos.

Mientras tanto, en Gondor, las campanas de Minas Tirith resonaron al alba con la llegada de Gandalf y Peregrin Tuk. “El mago cruzó las puertas como el viento, con una urgencia que pocos comprendían”, relató un guardia de la ciudad. Horas después, el joven hobbit juró su espada al servicio del Senescal. “Pocos entendieron la presencia de alguien tan pequeño en la corte, pero la solemnidad en su rostro no dejaba dudas de su lealtad”, comentó un testigo de la ceremonia. Más tarde, al caer la tarde, Pippin y Bergil contemplaron la llegada de los hombres de las tierras exteriores, refuerzos dispersos que acudían a la llamada de Gondor en la víspera de la guerra.

En el sur, Aragorn y la Compañía Gris dejaron atrás la Piedra de Erech y cabalgaron con los espectros juramentados hacia Calembel. “No eran sólo hombres los que viajaban con él”, susurró un aldeano que los vio pasar. “Las sombras los seguían, y con ellas el peso de una antigua promesa”.

Por su parte, Théoden alcanzó Sagrario con su ejército, preparando la marcha final hacia el norte. “El rey observa el horizonte con determinación, pero también con tristeza”, dijo uno de sus jinetes. La guerra que se avecina no dejará a nadie intacto.

En otro punto del conflicto, Faramir alcanzó Cair Andros al anochecer y pasó la noche allí. “La isla estaba en calma, pero todos sabíamos que pronto la guerra la alcanzaría”, relató un soldado gondoriano. Con Sauron movilizando sus fuerzas, cada decisión tomada en estos días definirá el destino de los pueblos libres.

El tiempo se agota. La sombra avanza, y con ella, la última batalla de la Tercera Edad se acerca inexorablemente.