Siete para los Señores Enanos en palacios de piedra.

Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir.

Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro

en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.

Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos,

un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas

en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.

Sin duda la estrofa más conocida de la tradición élfica. En sus líneas se recoge el destino de los principales Anillos de Poder que escaparon a la destrucción de Eregion; los Tres que los Elfos mantuvieron ocultos, los Siete y Nueve que quedaron en poder de Sauron y que este entregó a los Enanos y los Hombres, y el Anillo Único forjado por el propio Señor Oscuro y a través del cual gobernaría los demás Anillos. El poema incluye además las palabras que Sauron grabara en su propio Anillo y que sentenciaban el destino que el poder de este depararía a los pueblos libres.