"Oh, oh", me he dicho esta mañana cuando me han pasado la noticia. ¿Y ahora, qué? Pues ahí lo tenéis, de la mano de la Associated Press: La Tolkien Estate (no confundir con Tolkien Enterprises) ha demandado a los estudios cinematográficos New Line Cinema, por no haber recibido una cierta cantidad de beneficios por la trilogía de El Señor de los Anillos.

La Tolkien Estate es el cuerpo legal que administra los derechos de la obra de J.R.R. Tolkien. Sin embargo, los derechos para filmar las películas de El Señor de los Anillos y El Hobbit, fueron vendidos por el propio Tolkien en 1969 a United Artists/MGM y los administra Tolkien Enterprises.

Aclarado esto, sorprende encontrar que la Estate y el editor original de la obra, Harper Collins, hayan demandado a New Line el pasado lunes en la Corte Superior de Los Ángeles, reclamando que la productora debía haber pagado un 7.5% de los beneficios de las películas a la Tolkien Estate y a los otros demandantes. De acuerdo a esta demanda, las películas obtuvieron un beneficio global de 6.000 millones de dólares.

Pero, y aquí viene lo preocupante, la Tolkien Estate no sólo demanda dinero (unos 150 millones de dólares en concepto de compensación por daños y perjuicios), sino que también demanda que se le retiren los derechos a New Line para realizar cualquier otra adaptación cinematográfica de la obra de J.R.R. Tolkien, incluyendo El Hobbit.

"La administración de la Tolkien Estate no demanda a la ligera, y ha intentado sin éxito resolver sus peticiones fuera de los juzgados", declaró Steven Maier, un abogado de la Tolkien Estate. "New Line no ha pagado ni un solo penique de los beneficios pactados en el contrato, a pesar de los miles de millones de dólares de ganancias generadas por el enorme éxito de las películas". Maier también declaró que los estudios cinematográficos han impedido a la Tolkien Estate y a los otros demandantes, que pudieran auditar los beneficios de las últimas dos películas.

Como véis, de seguir adelante la demanda y ganar el juicio la Tolkien Estate, New Line lo tendría realmente difícil para la producción de las dos películas de El Hobbit. De todas formas, aún no comprendo bien qué tiene que reclamar la Tolkien Estate de New Line, ya que se supone que no poseen ningún tipo de derechos sobre la adaptación al cine. Muy posiblemente hubiera algún acuerdo previo entre New Line y la Estate, y la productora lo ha incumplido, o es todo una maniobra para... bueno, no sé para qué. En cualquier caso, lo más lógico es que todo se resuelva a golpe de talonario... aunque habrá que estar muy pendientes.