7 de marzo de 3019 de la Tercera Edad: Encuentros en Ithilien y la sombra de la guerra
En las tierras de Ithilien, la guerra mostró hoy su crudeza. Faramir, capitán de Gondor, lideró una emboscada contra una columna de sureños que marchaban hacia Mordor. "Salimos antes del alba, ocultos entre los árboles", relató un montaraz que participó en la batalla. "La lucha fue breve, pero intensa. Los Haradrim no se rendían fácilmente". Cuando el combate terminó, entre la maleza descubrieron a dos figuras inesperadas: Frodo Bolsón y Samsagaz Gamyi, dos hobbits que viajaban en secreto hacia el corazón del enemigo.
Los hobbits fueron escoltados hasta Henneth Annûn, un refugio oculto entre las cascadas. "Nunca antes habíamos visto a gente tan pequeña en estas tierras", comentó un soldado que los vio llegar. En el curso de la noche, Faramir descubrió la misión que llevaban consigo y el objeto que portaban, pero, a diferencia de su hermano Boromir, no intentó tomarlo. "Lejos de codicia en su mirada, parecía llevar el peso de un juicio que aún no terminaba", relató el soldado.
Mientras tanto, en las tierras de Rohan, Théoden y su ejército continuaron su marcha hacia Sagrario. "Cabalgamos bajo cielos grises, pero la voluntad del rey no flaquea", aseguró un jinete de la escolta real. Al caer la noche, Aragorn también llegó a Sagrario junto a la Compañía Gris, separándose del resto y preparándose para lo que parecía una decisión inminente.
Lejos de allí, Gandalf y Pippin avanzaban con urgencia junto a las Montañas Blancas, aproximándose cada vez más a Minas Tirith. "La sombra de Mordor ya se vislumbra en el horizonte", comentó un viajero que los vio pasar. "El día se oscurece, y todos sienten que algo grande está por suceder".
Con cada jornada, los caminos se cruzan, las decisiones se toman y la guerra se acerca a su punto de ruptura. En la noche, Ithilien guarda su secreto, mientras los ejércitos avanzan hacia un destino aún incierto.