La Leyenda de Sigurd y Gudrún

Cuando en 1993 Christopher Tolkien iba a publicar Morgoth’s Ring (El Anillo de Morgoth), la antepenúltima entrega (sin contar el Índice General) de su Historia de la Tierra Media, ya tenía en mente trabajar para darle una forma publicable a unos poemas escritos por su padre en los años 30 de los que se sabía muy poco. (1) Se trataba de Völsungakvida en Nýja, La nueva Balada (o Lay) de los Völsungs y Gudrunakvida en Nýja, La nueva Balada (o Lay) de Gudrún.
Se supone que tras abandonar en 1931 La balada de Leithian, concentró su impulso creativo poético en estos textos que condensaban así su visión de las leyendas Nórdicas o Germánicas, que eran una de las principales fuentes de inspiración para su propia mitología.
Pero aquí el Profesor se centraba en la propia leyenda original y contribuía a ella con su propia visión y daba una historia completa de la leyenda de los Völsungos descendientes de Odin de los cuales el más importante era Sigurd, el Matador del Dragón.
Para ello, Tolkien tomaba como fuentes principales los antiguos poemas (o lo que quedaba de ellos) de la Edda Mayor o Poética, extraídos del manuscrito llamado Codex Regius conservado en la Colección Real de Copenhague. Y completaba las historias con la Völsunga Saga anónima, y la Edda Menor o en Prosa recopilada por Snorri Sturlusson en Islandia.

Tom Shippey, autor de El Camino a la Tierra Media, dijo: “Con seguridad, Tolkien debió conocer el muy largo y ahora casi olvidado poema de (William) Morris sobre la Leyenda de Sígurd, que el mismo Morris consideraba su obra maestra, (así como sus romances) especialmente los que he llamado del grupo heroico, pero sospecho que él consideraba que Morris había dejado fuera algunos de los aspectos más terribles de las obras originales y, por supuesto, buscaba hacerlo mejor. Y está la amplia sombra de Wagner, a quien conocía pero no (creo) le gustaba o inspiraba respeto”.

Tras una introducción general de Christopher, la “materia original” propiamente dicha empieza con una introducción del propio Profesor en la que analiza brevemente todos los textos arriba señalados y los sitúa en su contexto histórico y artístico (estético). La verdad es que acostumbrado como se está a los grandes ensayos filosóficos, filológicos, etc sobre sus propios lenguajes y mitología con los que nos atracamos, perdemos, o yo al menos pierdo la visión de un Profesor de Oxford con unos grandísimos conocimientos en materia artística e histórica en lo que se refiere al Norte (aunque no desmerecían los que tenía en otras tradiciones occidentales). Y así recordamos sus más conocidos ensayos sobre los poemas anglosajones (Beowulf) y tenemos un soplo de aire fresco renovador de la imagen como erudito y a la vez artista de Tolkien.

Después de la Introducción siguen los poemas en los que Christopher cuenta que la edición fue mínima pues se encontraban en buen estado y con pocas correcciones o modificaciones.
Los poemas están aliterados y no voy a analizar aquí su estructura principalmente por no ser ni mucho menos un entendido en ello, y esta bien explicado por el propio Tolkien en esa introducción. Al respecto tengo que decir que al igual que sucede con “Las Baladas de Beleriand” aliteradas, de las cuales la más importante es la de “Los Hijos de Húrin” (las otras son fragmentos), independientemente de la historia que se cuenta en ellas, la belleza la encuentras solamente en el idioma original en que fueron escritas (evidentemente), y en este sentido es un placer recitarlas en voz alta.
La estructura publicada (y deseada por Tolkien en este caso) divide los versos a la mitad; pondré un ejemplo para entenderlo:

1 Of old was an age/
2 when was emptiness

La segunda parte del verso aliterado la coloca debajo así el poema adquiere una estética de aliteración Noruega Antigua o Nórdica Antigua dentro de la tradición Germánica, (aparte de su ritmo y método de aliteración) diferente de la Anglosajona como por ejemplo Beowulf (o Los Hijos de Húrin).

Al final de los poemas hay los acostumbrados extensos comentarios de Christopher en los que compara la historia de la “Nueva Balada” con lo que se cuenta en las fuentes, y analiza como su padre crea la historia mezclando en algunos casos las diversas tradiciones existentes y en otros (los menos) “subcreando” nuevas variantes, posiblemente para rellenar o mejorar las lagunas existentes en la leyenda.

El primer poema está dentro de la “leyenda mitologica” íntegramente, se inicia con la descripción de los Dioses del Norte encabezados por Odin, la profecía del fin, del Ragnarok, de cómo los Dioses intentan detenerla y como Odin engendra la raza de los Völsungs, que desemboca en la historia de Sigurd y la caída de los Niflungs, que también adaptó el compositor alemán Richard Wagner en su Tetralogía Der Ring des Nibelungen. La obra muestra cómo Sigurd mata al dragón Fafnir, roba el oro del tesoro del Dragón y rescata a la valquiria Brynhild, que estaba dormida en una roca rodeada de fuego.

Esto desemboca directamente en la “leyenda histórica” cuando entran en escena los Burgundios o Niflungs con Gudrún y Atila, y la tragedia con el asesinato de Sigurd y el suicidio de Brynhild.

El segundo poema nos muestra lo que ocurrió después de la muerte de Sigurd y la caida de los Niflugs a cargo de Atila y su posterior muerte a cargo de Gudrún. Lo cual tiene una base histórica, como nos muestra Cristopher Tolkien en el primer apéndice donde nos da todas las bases históricas de los Poemas.

El libro finaliza con otros dos apéndices conteniendo dos fragmentos de poemas de Tolkien relacionados, uno el inicio de una truncada Profecía de la Sibila, relacionado con el inicio de La Balada de los Völsungs, y otro con una traducción al Ingles Antiguo del Atlakvida, el poema Eddaico de Atila.

Christopher Tolkien en una nota sobre esta publicación llegó a decir que le daría asco este libro a muchos de los seguidores de su padre, supongo que por no referirse a la Tierra Media. Evidentemente después del boom de las películas creo que no había salido publicada ninguna novedad del Profesor que no se refiriera a la Tierra Media y a esto creo que se referiría. Pero de todas maneras también dijo que, “La Leyenda de Sigurd y Gudrún” descubrirá un "territorio desconocido" para la mayoría de la gente. Además, confía en que algunos de estos fans, "que saben apreciar y admiran las obras de mi padre", resulten "iluminados respecto a la poesía nórdica antigua en general, sobre su propio tratamiento de la feroz, apasionada y misteriosa leyenda, y por este nuevo y poco conocido aspecto de él como filólogo y poeta. Sobre todo espero que resulten complacidos por su poesía".
A este respecto no tengo más que decir por estar completamente de acuerdo.

(1) CT había enviado una carta que fue publicada en la revista Legolas (Nº5 Abril 1993), de la que se había hecho eco Vinyar Tengwar en su edición Nº 29 de Mayo de ese mismo año. En esa carta CT planeaba la publicación en 1993 de MR, en 1994 de La Guerra de las Joyas y en 1996 de Los Pueblos de la Tierra Media. En 1995 se publicaría La Historia de El Hobbit de J. Rateliff y más allá de 1996 tenía previsto mandar a la imprenta los Poemas que nos ocupan aquí.
La historia nos mostró el retraso en la publicación de La Historia del Hobbit y el embarco en un nuevo proyecto, Los Hijos de Húrin (ambos publicados en 2007) que apartó hasta ahora la idea inicial.
En la misma carta hablaba de la intención de publicar con Sigurd el poema inconcluso Morte Arthur; como no se publicó hasta ahora (que yo sepa) podría haber otra sorpresa próximamente, ya veremos.