La casa donde nació <i>El Hobbit</i>, de Tolkien, a la venta
Como ya ocurriera hace un año, una de las casas en las que vivió Tolkien va a ponerse a la venta. El año pasado, fue la casa en la que Tolkien vivió en 1918... pero ahora se trata del hogar en el que nuestro querido escritor vivió desde 1930 hasta 1947, en el número 20 de Northmoor Road. Esta fue la casa en la que Tolkien escribió El Hobbit y, donde también escribió una buena parte de El Señor de los Anillos y de El Silmarillion.
En el libro de Las Cartas, J.R.R. Tolkien habla a menudo del enorme jardín de esta casa, y de lo mucho que le costaba cuidarlo (de hecho, suele referirse a él como "muy descuidado"). Y sin embargo, logró arrancar algunas palabras de maravillosa belleza, como estas que le remitió a su hijo Christopher:
Pero después de la comida tuve que hacer un tercer viaje, y de cinco a ocho, estuve ocupado agrandando la casa con pedazos de madera vieja y clavos recuperados, para las nuevas gallinas, malditas sean. Hay una familia de pinzones, que deben haber anidado cerca de nuestro jardín o sus inmediaciones; son sumamente mansos y últimamente nos entretienen con sus piruetas al alimentar a sus poyuelos, con frecuencia justo frente a la ventana del comedor. Lo que más les gusta parecen ser los insectos de los árboles y las semillas de cerraja. No tenía idea de que se comportaran de modo tan semejante a los jilgueros. El padre gordinflón, con chaleco rosado y todo, se cuelga absolutamente del revés de una rama de cardo mientras trina todo el tiempo. También revolotean algunos reyezuelos. Por lo demás, nada digno de mención, aunque el número de pájaros ha aumentado muchísimo al cabo de tantos inviernos benignos, en los que los gatos son relativamente escasos. El jardín está en su estado habitual de salvajismo, profundamente verde y todavía con rosas abundantes. El brillante día de verano se volvió lluvioso por la noche y llovió luego mucho más, aunque no sin interrupción...
Tendremos más información en la web http://www.tolkienhouse.com. Gracias a Tim Morris por enviarnos el enlace.
En el libro de Las Cartas, J.R.R. Tolkien habla a menudo del enorme jardín de esta casa, y de lo mucho que le costaba cuidarlo (de hecho, suele referirse a él como "muy descuidado"). Y sin embargo, logró arrancar algunas palabras de maravillosa belleza, como estas que le remitió a su hijo Christopher:
Pero después de la comida tuve que hacer un tercer viaje, y de cinco a ocho, estuve ocupado agrandando la casa con pedazos de madera vieja y clavos recuperados, para las nuevas gallinas, malditas sean. Hay una familia de pinzones, que deben haber anidado cerca de nuestro jardín o sus inmediaciones; son sumamente mansos y últimamente nos entretienen con sus piruetas al alimentar a sus poyuelos, con frecuencia justo frente a la ventana del comedor. Lo que más les gusta parecen ser los insectos de los árboles y las semillas de cerraja. No tenía idea de que se comportaran de modo tan semejante a los jilgueros. El padre gordinflón, con chaleco rosado y todo, se cuelga absolutamente del revés de una rama de cardo mientras trina todo el tiempo. También revolotean algunos reyezuelos. Por lo demás, nada digno de mención, aunque el número de pájaros ha aumentado muchísimo al cabo de tantos inviernos benignos, en los que los gatos son relativamente escasos. El jardín está en su estado habitual de salvajismo, profundamente verde y todavía con rosas abundantes. El brillante día de verano se volvió lluvioso por la noche y llovió luego mucho más, aunque no sin interrupción...
Tendremos más información en la web http://www.tolkienhouse.com. Gracias a Tim Morris por enviarnos el enlace.
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