The Ring Thing: Parodia de ESDLA

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The Lord of the Rings (1986)
The Lord of the Rings (1986) es una serie de tres juegos de aventuras creados por Mark Ruby para las plataformas Apple II y DOS, utilizando el sistema Eamon. La serie está basada en los personajes y escenarios de las obras de J.R.R. Tolkien, ambientándose en la Tierra Media. Consta de los siguientes juegos: 1) The Mines of Moria (1985) 2) The Forest of Fear (1985) 3) The Ring of Doom (1986) Cada una de las tres entregas que componen la serie es una aventura independiente. No obstante, todas forman parte de una narrativa continua, y el propio Ruby señaló... (sigue)
The Ring of Doom (1986)
The Ring of Doom es una aventura de Eamon para Apple II y DOS, creada por Sam Ruby y lanzada en junio de 1986. Esta aventura es la tercera y última entrega de la serie de tres partes de Ruby, The Lord of the Rings (1986), continuando la historia de The Mines of Moria (1985) y The Forest of Fear (1985). Basada en los personajes y escenarios de las obras de J. R. R. Tolkien, The Ring of Doom te sumerge en el papel de Frodo Bolsón, el portador del Anillo Único. Tu misión es llevar el anillo a su... (sigue)
Mindfaring through Middle-earth
Mindfaring through Middle-earth (cuya traducción aproximada en castellano podría ser Viaje mental por la Tierra Media) representa un giro más introspectivo en la obra de Michael Martinez. El autor propone un viaje intelectual por la Tierra Media, no sólo para entender su estructura interna, sino para explorar cómo la obra de Tolkien transforma la forma en que pensamos la moralidad, el heroísmo, la esperanza o el sacrificio. Menos centrado en datos y cronologías, y más orientado hacia la experiencia subjetiva del lector, este libro invita a recorrer la Tierra Media como un paisaje del alma, en el que cada paso... (sigue)
Año 469 de la Primera Edad: regreso de Beren y Lúthien y fin del invierno de Thingol
Menegroth, primavera clara — Crónica tomada al alba Desde la caída de Beren, el reino había languidecido: Thingol caminaba encorvado, y sus cabellos, antes oscuros, se habían vuelto tan blancos como la escarcha tardía que cubría las hayas de Neldoreth. Los sirvientes murmuraban que el rey “había envejecido como uno de los Edain”, y nadie se atrevía a entonar música en los salones: se había impuesto el “invierno de Thingol”. Dos figuras, vestidas con sencillez y coronadas por la misma luz tenue que precede al alba, cruzaron sin escolta los puentes del Esgalduin. Nadie necesitó anuncio: Beren, con la cicatriz... (sigue)