LECCIÓN CINCO:
El verbo: Tiempo presente y concordancia en número. /. Sujeto/Objeto./. La forma superlativa de los adjetivos:
Como ya se mencionó al principio de la lección anterior, en el vocabulario de cualquier idioma se distinguen varias clases de palabras. Ya hemos especificado las funciones de los nombres que denotan cosas, y de los adjetivos que son palabras que se usan para describir nombres (los lingüistas puede que encuentren simplistas estas definiciones, pero servirán a nuestros propósitos). Ya hemos pasado por otras tres partes de la gramática sin profundizar en ellas. En una parte de la Lección Dos, memorizamos la palabra nu "bajo" como preposición; las preposiciones son palabras pequeñas o partículas, como "bajo, sobre, de, a, en", que se usan para dar información sobre las relaciones espaciales (p.e.: "bajo el árbol" = nu i alda), aunque con frecuencia se usan en contextos más abstractos. En la palabra ar "y", tenemos la representación más típica de las conjunciones, palabras que se usan para conectar a otras palabras, frases u oraciones, p.e.: Anar ar Isil "el Sol y la Luna". No parece necesario un minucioso estudio de las preposiciones y conjunciones: en Quenya, parecen comportarse bastante mejor que en la mayoría de los idiomas, así que nos limitaremos a aprender en cada momento la palabra correspondiente en Quenya. Normalmente, no se declinan en ningún caso.
Otra parte del lenguaje que ya hemos tratado, es algo más sofisticada e intrincada: el verbo. Nos encontramos con un verbo en la lección anterior: ná "es", con su plural nar "son". Como verbo, este en concreto no es muy excitante; se usa simplemente para coordinar un nombre con algún tipo de predicado que nos dice lo que "es" el nombre: aran ná taura "un rey es poderoso", tasar ná alda "un sauce es un árbol". Como dije en la lección anterior, la cópula ná no proporciona en realidad demasiada información, excepto la de clarificar la relación entre los elementos varios de la oración. No nos dicen lo que "es" algo o alguien, sino lo que "hace" ese algo o alguien. La mayoría de los otros verbos (mejor dicho todos los otros verbos), están llenos de significado. El verbo, lleva la acción al lenguaje.
En una oración como El Elfo baila, es fácil identificar a baila como a la palabra-acción, que nos dice que está pasando. Y sabemos seguro que baila es una forma del verbo bailar. Este verbo también puede aparecer de otras maneras; en vez de baila podría ser bailó, lo cual trasladaría la acción al pasado: El Elfo bailó. Esto ilustra un hecho importante de los verbos en los idiomas europeos: la forma del verbo ofrece información acerca de cuando tiene lugar la acción en cuestión, en el presente o en el pasado. Algunos idiomas tienen incluso formas especiales de futuro. Tolkien dotó al Quenya de todo esto. Las diferentes "formas de tiempo" del verbo, se llaman de varias maneras; hablamos del tiempo presente, del pasado y del futuro. En esta lección solo trataremos el presente, y volveremos sobre los otros tiempos más adelante (la "Trinidad" del presente, pasado y futuro no representa sin embargo a todos los tiempos existentes. Conoceremos en este curso un total de cinco tiempos diferentes, y me sorprendería que en el material que falta por publicar no aparecieran algunos más de los que hasta ahora conocemos).
Llegados a este punto, debo hacer una advertencia: no tenemos demasiada información explícita acerca del verbo Quenya. En la ya mencionada carta que Tolkien escribió a Dick Plotz en algún momento a medidados de los `60, expuso la declinación de los nombres. Una información similar sobre los verbos debería haber sido lo siguiente; nunca se hizo. Y esto es lo más desafortunado. No que Tolkien se llevara esa información a la tumba; sabemos que escribió sobre esas materias, aunque no se ha publicado. Por ahora deberemos hacer todos los esfuerzos posibles por nosotros mismos, si queremos contar con reglas gramaticales que permitan que los poemas en Quenya puedan llevar verbos. Observando el tiempo presente, descubrimos algunos retazos de información, aparecidos afortunadamente en VT#41, de Julio de 2000. Combinando esta información con algunas deducciones lingüísticas, probablemente podremos sacar algo en claro del sistema que Tolkien tenía en mente.
Por la forma en que aparecen en algunas fuentes, los verbos Quenya están encuadrados en dos grandes categorías (aunque hay algunos en nuestra recopilación que incluiría también de buena gana, sobre todo si excluimos el material del Quenya antiguo, donde hay algunas cosas realmente misteriosas acerca del sistema verbal). La primera y mayor de las categorías es la que podríamos denominar como la de "verbos con raíz A-", porque todos ellos acaban en -a. Otro término para lo mismo, sería "verbos derivados", porque esos verbos nunca representan la pura y primitiva palabra-raíz, sino que son derivados formados por la adición de terminaciones a esa raíz. Los finales más frecuentes de los verbos de este grupo, son -ye y -ta; veremos también, pero más raramente la final -na o solo -a. Ejemplos:
Calya "iluminar" (raiz KAL-)
Tulta "enviar a por, buscar, convocar" (raíz TUL-)
Harna "herir" (raíz SKAR-; la inicial primitiva sk- convertida en h-)
Mapa "agarrar, asir" (raíz MAP-)
(La regla es que cuando se escriben verbos derivados como estos, debemos añadir un guión al final; Tolkien lo hacía en sus escritos. La derivación de un verbo es una forma básica por la cual empezamos a derivarlo hacia otras formas, como son los diferentes tiempos).
Si estos verbos con raíz A, se pueden definir como verbos derivados, la otra categoría no puede llamarse de otra forma más que no derivados o primarios. Estos son verbos que no muestran tantas terminaciones. La derivación verbal en cuestión se puede denominar como primaria o básica, pues representa esencialmente una raíz primitiva sin adiciones. P.e.: el verbo mat- "comer" viene directamente de la raíz MAT- de significado similar. Tac- "sujetar" representa a la raíz TAK- "fijo, sujeto", tul-"venir" se identifica con la raíz TUL- "venir, aproximarse, mover hacia" (contrasta con el derivado tulta- "enviar a, buscar, convocar" de la misma raíz, derivado por el significado de la terminación -ta). En el caso de las raíces MEL- "amor" y SIR- "fluir, manar", Tolkien no usó ninguno de los dos en sus glosas de los verbos Quenya (ver LR:372,385).
Cuando estudiemos los verbos Quenya necesitaremos referirnos a la vocal derivada. Esta es la vocal de la palabra raíz subyacente al verbo tal y como aparece en Quenya. En el caso de los verbos primarios, como mel- "amar",la vocal derivada es por supuesto fácilmente reconocible ya que es la única vocal (la e), y también podemos tener la seguridad de que esa será la vocal subyacente en la raíz MEL-. En el caso de los verbos derivados como pusta- "parar" o ora- "empujar", las vocales de la terminación añadida (aquí esas terminaciones son -ta y -a),no contarán como vocal derivada. Pusta- por ejemplo, deriva de la raíz PUS- y su vocal derivada es por consiguiente, la u y no la a. En la inmensa mayoría de casos, la vocal derivada es simplemente la primera vocal del verbo (aunque no es así necesariamente, pues podría haber algún prefijo).
Con todos los términos necesarios ya colocados en su sitio, podemos por fin comenzar el estudio de la formación del tiempo presente. Empezaremos con los verbos primarios, cuyo tiempo presente deberá parecerse al del verbo mel- "amar", como se atestigua en LR:61, cuando Elendil le dice a su hijo Herendil: yonya inyë tye-méla "to también, hijo mío, te amo". Aquí tenemos un verbo describiendo una acción presente o continua (en este caso permanente). Otro ejemplo del tiempo presente del verbo primario, se puede encontrar en el mismo LotR, en el saludo famoso elen síla lúmenn` omentielvo "una estrella brilla/está brillando sobre la hora de nuestro encuentro". Síla, sería el presente del verbo sil- "brillar con luz blanca o plateada", tal y como aparece en elapéndice de Silm. Méla y síla muestran la misma relación con las simples derivadas verbales mel- y sil-: las formas de los tiempos presentes se construyen alargando la vocal derivada (la cual se destaca por supuesto, por llevar un acento) y añadiendo la terminación -a. Esta conclusión se sustenta con un ejemplo en VT41:13: el verbo quet- "hablar, decir", aparece en tiempo presente como quéta "está diciendo".
Aunque las formas como méla y síla pueden traducirse usando el tiempo presente simple, parece que el tiempo presente en Quenya denota también acciones continuas que se traducirían mejor utilizando el compuesto: "ser/estar"+ el gerundio del verbo en cuestión, como en el ejemplo anterior quéta que se ha traducido como "está diciendo",en vez de "dice". Llegamos pues a la conclusión de que el tiempo presente denota más bien una acción continuada,y esto se confirma también por otra evidencia: el tiempo presente Quenya del verbo primario mat- "comer", no se halla contrastado en ningún sitio del material publicado. Sin embargo Tolkien estableció que mata era "el derivado de la forma continua", que podía traducirse como "está comiendo" (VT39:9; â representa aquí una á larga).
Tolkien pone un asterisco (*) delante de mata para marcarlo como una forma no comprobada, así que deberemos tomarla como una forma del Elfico Primitivo y no como una forma puramente Quenya. Así es como el Quenya desarrollado a partir del lenguaje primitivo, puede verse influido por muchos otros ejemplos; sabemos que mata podría convertirse en máta. Esta forma podría sufrir las mismas variaciones que méla, síla y quéta: la vocal derivada alargada y terminada en -a (y recapitulando podemos deducir que Tolkien quiso decir que méla, síla, quéta, derivan del Elfico Primitivo mélâ, sílâ, kwétâ). Presumiblemente, estas son todas las formas continuas;la palabra primitiva mata "está comiendo",enfatiza la naturaleza de continuidad de la acción: síla puede ser literalmente "está brillando" en vez de "brilla". Quizá la longitud de la vocal derivada simbolice de alguna manera la continuidad o el mantenimiento de la acción. En el caso de méla en la oración inyë tye-méla, es más normal la traducción como "te amo" en vez de "te estoy amando", aunque este último significado parece ser el más literal.
Debemos considerar al segundo y más largo grupo de verbos, como el de raíz A. En este caso, la información de VT41, es particularmente valiosa.
Parece que los verbos de raíz A forman su presente de manera parecida a la regla con que lo hacen los verbos primarios, pero la regla necesita de una pequeña adaptación a la forma de un verbo de raíz A. Nuestro único ejemplo fiable, es el verbo ora- "urgir, apremiar". En VT41:13, se indica que su presente es orea "está urgiendo, apremiando". Como en el caso de los verbos primarios, la vocal derivada se ha alargado y se le ha añadido la terminación -a. Hay sin embargo una complicación: como quiera que la derivada verbal ora- ya termina en -a, se deberá cambiar esta vocal a una -e con el fin de evitar a`s consecutivas: por tanto, lo que debería ser óra-a termina siendo orea. Así, debemos concluir que los verbos como mapa- "agarrar,asir" y lala- "sonreir", figurarán como mápëa, lálëa en el tiempo presente.
Los de raiz A cortos como ora-, mapa- son sin embargo una forma bastante inusual, pues se limitan a la acción simple de una vocal -a, a la raíz original. Como se ha dicho antes, los de raiz A que tienen la -a tan solo como una parte de la terminación derivada más larga (casi siempre -ya o -ta), son mucho más normales. Ya hemos destacado ejemplos como calya- "iluminar" y tulta- "convocar" (raices KAL-, TUL-). Estos de raiz A complejos,llevan un grupo de consonantes siguiendo a la vocal de la raiz original, como ly y lt en los ejemplos citados. No tenemos ejemplos de los tiempos presentes de estos verbos. Si hemos de aplicar lo deducido a partir del ejemplo de orea "está urgiendo", deberían aparecer formas como (?)cályëa "está iluminando" y (?)túltëa "está convocando". Sin embargo parece existir en Quenya cierta regla fonológica prohibiendo una vocal larga inmediatamente delante de un grupo de consonantes. Podría ser que la palabra (?)túltëa no existiera (pero francamente no estoy seguro en el caso de cályëa, ya que ly/ny/ry suelen contar a veces como consonantes palatalizadas unitarias, en vez de hacerlo como grupo). A falta de ejemplos debemos aceptar que solo en algunos casos se puede acortar la longitud de la vocal, como ocurre en el presente de los verbos calya- y tulya-, que serían calyëa y tultëa (aunque como ya se ha dicho, (?)cályëa también sería posible por lo que sabemos). Esto podría aplicarse en cualquier lugar donde aparezca un grupo de consonantes siguiendo a la vocal del derivado verbal. Otros ejemplos son lanta- "caer", harna- "herir" y pusta- "parar",los cuales, presumiblemente, formarían sus tiempos presentes acabados en -ëa: lantëa "está cayendo", harnëa "está hiriendo", pustëa "está parando".
Este sistema se aplica también donde hay un diptongo en el derivado verbal, como cuando hay una vocal delante de un grupo de consonantes, un diptongo no se puede alargar de ninguna manera. Las formas de los presentes de los verbos como faina- "emitir luz" o auta- "pasar", podrían ser fainëa y autëa.
Ya sabemos lo suficiente como para empezar a construir oraciones sencillas:
*Isil síla "la Luna está brillando" (el tiempo presente síla se forma a partir del verbo primario sil- "brillar").
*I Elda lálëa"el Elfo está sonriendo" (el tiempo presente se forma a partir del corto verbo de raiz A lala- "sonreir").
*Lassë lantëa"una hoja está cayendo" (el tiempo presente se forma a partir del complejo verbo de raiz A lanta- "caer"; no podemos usar **lántëa alternativamente, porque una vocal larga no puede ir ante un grupo de consonantes).
Podemos incluir algunos términos útiles. Una vez se incluye un verbo en la oración denotando algún tipo de acción, se debe dedicar otra parte de la oración a decir quien está realizando esa acción. La parte que "hace" cualquier cosa que el verbo nos diga que se "está haciendo", constituye el "sujeto" de la oración. En una oración como Isil síla "la Luna está brillando", tenemos que Isil (la luna) es el sujeto, ya que es la luna la que "hace" el brillo del que nos habla el verbo síla. En una frase como i Elda máta "el Elfo está comiendo", i Elda "el Elfo" es el sujeto, pues el Elfo es quien "está comiendo".
Esta misma oración i Elda máta, tiene más posibilidades. Podemos añadir un elemento más, como el nombre massa "pan", y tendremos: i Elda máta massa "el Elfo está comiendo pan". ¿Cuál es la función de la palabra que hemos añadido? Es el objetivo de la acción verbal, en este caso "lo que está siendo comido". El objetivo de la acción verbal se llama "el objeto", la contrapartida pasiva del sujeto activo: el sujeto hace algo, pero el objeto es lo que el sujeto está haciéndole a algo. El sujeto sujeta al objeto en algún tipo de acción. Esta acción puede ser por supuesto, mucho menos dramática que en este caso, en el que el sujeto se come al objeto. Por ejemplo, podemos sustituirlo por la oración "el sujeto mira al objeto" (se puede rellenar con un verbo de cualquier otro de los cinco sentidos), donde la acción del sujeto no afecta físicamente al objeto de ninguna manera. Este no es nuestro objetivo por ahora. La idea básica del sujeto/objeto dicotómico, es simplemente que el sujeto le hace algo al objeto, aunque "hacerle algo a..." podría no comprenderse en un sentido más profundo.
NOTA: Debo advertir sin embargo, que en las orfaciones con la cópula ná/nar "es/son",p.e.: i alda ná tasar "el árbol es un sauce", tasar "un sauce" no cuenta como el objeto de i alda "el árbol". Por supuesto i alda es el sujeto, ya que es quien realiza la acción que existe en la oración: "el árbol es...", pero tasar "un sauce" no es el objeto, porque en esta oración el árbol no le hace nada al sauce (y lo que identifica al objeto es que se le haga algo). Más que hacerle algo al sauce, el árbol es un sauce, que son cosas diferentes: Aquí tasar es el predicado de i alda, como se vió en la lección anterior. Pero si sustituimos máta "está comiendo" por ná "es", estamos volviendo a la construcción sujeto-verbo-objeto: I alda máta tasar "el árbol está comiendo un sauce". Si estás algo preocupado porque piensas (indebidamente) que estos sonidos son algo disparatados, puedes tener la completa seguridad de que gramaticalmente son inapelables.
En el caso de algunos verbos no hay objeto. En el caso concreto de lanta- "caer", podemos tener un sujeto y decir: i Elda lantëa "el Elfo está cayendo". Aquí el sujeto no le hace nada al objeto; es el sujeto quien se hace algo a sí mismo. Un verbo como mat- "comer", sería la única opción que nos permitiría rellenar la oración con un objeto si quisiéramos decir i Elda máta (massa) "el Elfo está comiendo (pan)";esto funciona como una oración completa aunque sin el objeto. Pero algunos verbos demandan un objeto para su significado, y la oración podría quedar incompleta sin él. Si decimos i Elda mápëa "el Elfo está cogiendo", provocaremos la pregunta: "el Elfo está cogiendo...¿qué?", y deberemos hacernos con un objeto que complete la oración.
En la Carta Plotz Tolkien indicó que en una variante del Quenya subtitulada como Libro quenya, los nombres tienen una forma especial cuando hacen funciones de objeto. Los nombres singulares terminados en una vocal, convertían esta vocal en larga (p.e.: cirya "barco", sería ciryá si apareciera como objeto en una oración), y los nombres que normalmente llevan el plural acabado en -r lo cambian a -i (así "barcos" como objeto, sería ciryai en vez de ciryar). Esta forma especial de objeto, lo que en términos lingüísticos es el caso acusativo, era supuestamente la utilizada para escribir Quenya (¿el arcaico?). Sin embargo, este acusativo no aparece en los textos más modernos, como en Namárië o incluso en la última versión del poema Markirya, la cual es contemporánea de la Carta Plotz. Namárië cantado por Galadriel, es quizá la obra más representativa del uso del Quenya hablado de la Tercera Edad. En cualquier caso, yo no uso ese acusativo distinto en los ejercicios de este curso (ni en mis propias composiciones Quenya). Parece claro que el uso del acusativo está lejos del universal, dentro o fuera del contexto ficticio. Así que yo diría cirya(r) "barco(s)", si la palabra aparece como el objeto de una oración.
Con el sujeto y el objeto colocados, podemos adentrarnos en otra faceta del verbo Quenya. Así como los adjetivos concuerdan en número con los nombres a los que describen, los verbos también concuerdan en número con sus sujetos. Vamos a echar un vistazo a la primera línea de Namárië: laurië lantar lassi "como oro caen las hojas", o literalmente: "doradas caen (las) hojas". Aquí el adjetivo laurëa "dorado" aparece en su forma plural laurië, concordando en número con el nombre plural lassi "hojas", como se vió en la lección anterior. Pero el verbo lanta- "caer" también debe concordar con su sujeto plural que es lassi. Por consiguiente, el verbo lanta- toma la terminación -r (el último verbo se parece a un supuesto tiempo aoristo, que veremos más adelante; podemos pensar que el aoristo lantar es la contrapartida del presente lantëar, como en nuestro idioma sería "caer", frente a "están cayendo" respectivamente). El plural terminado en -r nos lo hemos encontrado ya en el apartado de los nombres, como en Eldar "Elfos", pero los nombres también pueden tener plurales acabados en -i, dependiendo de su forma. En el caso de los verbos, la terminación plural en -r parece ser la universal, independientemente de cómo sea el verbo. El final en -r no es exclusivo del presente, sino que se usa de forma parecida en los demás tiempos verbales dondequiera que aparezca un sujeto en plural.
Tenemos ya que la terminación plural del verbo ná- "es", sería nar "son" (alguien podría preguntar porque el plural de ná- no puede ser nár, manteniendo intacta la vocal larga. Es cierto, podría serlo...si no fuera porque podría llevarnos a confusión con el nombre nár "llama").
La existencia de más de un sujeto, produce en el verbo el mismo efecto que un solo sujeto plural: el verbo tomará la terminación -r en ambos casos:
I arani matar "los reyes están comiendo" (singular: i aran máta "el rey está comiendo"
I aran ar i tári mátar "el rey y la reina están comiendo" (si queremos que el verbo mat- "comer" aparezca en el presente singular máta, debemos enviar a paseo al rey o a la reina para que quede un solo sujeto).
Por otra parte, tanto en el caso de un objeto plural como en el de objetos múltiples no se produce ningún efecto sobre el verbo, p.e.: i aran máta massa ar apsa "el rey está comiendo pan y carne" (apsa "comida cocinada, carne"). El verbo solo concuerda en número con el sujeto.
Tendremos en cuenta que el verbo tan solo tiene una forma plural que es la terminada en -r. En otras palabras: el verbo llevará el final -r no solo donde el sujeto sea un plural normal (acabado en -r o en -i), sino también donde sea dual (acabado en -u o en -t), y donde sea partitivo plural (acabado en -li). No obstante, no tenemos ejemplos en el Quenya de LotR y en particular, no podemos estar seguros de que el verbo tenga una forma dual especial para usar con objetos duales (acabados en -t en la mayoría de los nombres como en Aldu sílat, en vez de Aldu sílar "los dos árboles están...brillando (??????)". El material publicado hasta el momento, no nos permite sacar conclusiones fiables en este aspecto, por eso solo los sujetos llevan forma dual en los ejercicios de este curso.
Lo último que debemos considerar en el tema de los verbos es la cuestión del orden de las palabras. ¿En qué parte de la oración debe colocarse el verbo? Generalmente, en las oraciones van el sujeto, el verbo y el objeto (si hay objeto), por ese orden. El lector atento ya habrá advertido que las oraciones Quenya vistas más atrás, están organizadas de la misma manera. Este parece ser el orden típico de las palabras en la prosa Quenya. Ejemplos de esto, son: lassi lantar "hojas caen", y: mornië caita "la oscuridad cae (sobre las espumosas olas)" (ambas de la versión en prosa de Namárië). Pero hay también ejemplos de oraciones que llevan primero el verbo, p.e.: en el llanto de Fingon delante de Nirmaeth Arnoediad: auta i Lomé!, literalmente: "pasa la noche!", pero traducido como: "la noche está pasando!" en el Silm capítulo 20. Los dos ejemplos señalados con el orden sujeto-verbo de la prosa Namárië, aparecen en la versión poética de LotR con el orden verbo-sujeto: lantar lassi y caita mornië. En inglés, la única forma de construir una pregunta es precisamente esa, en ese orden verbo-sujeto, p.e.: "los Elfos son maravillosos" çè"¿son los Elfos maravillosos?" En nuestro idioma no ocurre eso y en Quenya tampoco (auta i lomé! "pasa la noche!" en vez de "la noche está pasando!/pasa!", sea quizá tan solo el ejemplo del estilo dramático de un lenguaje afectado; evidentemente la acción verbal se considera mucho más importante que el sujeto que la ejecuta. Sospecho que en un contexto menos dramático, podríamos decir i Lomé auta!).
Namárië nos proporciona también un ejemplo de una oración con sujeto, verbo y objeto: hísië untúpa Calaciryo míri "el misterio (sujeto) cubre (verbo) las joyas de Calacirya (toda esta última frase completa es el objeto)". Aquí, otra vez el orden de las palabras es bastante flexible, especialmente en poesía como muestran los ejemplos de Namárië. Tenemos objeto-sujeto-verbo en la frase maryát Elentári ortanë, literalmente: "sus manos (la) Reina de las Estrellas levantó", traducido en LotR como: "la Reina de las Estrellas tiene sus manos levantadas". La oración ilyë tier undulávë lumbulë, literalmente: "todos los caminos cubiertos por la Sombra", lleva el orden objeto-verbo-sujeto (en LotR Tolkien lo tradujo como: "todos los caminos están sumidos en la Sombra"). En la versión en prosa de Namárië Tolkien reorganizó de forma interesante estas dos construcciones sujeto-verbo-objeto: Elentári ortanë máryat, y: lumbulë undulávë ilyë tier. Esto es lo que nos hace pensar que este es el orden normal, preferido cuando no hay involucradas consideraciones poéticas o dramáticas.
En general, debemos ser cuidadosos a la hora de colocar el objeto ante el sujeto, pues en algunos casos podría haber confusión para reconocer a uno u otro (aunque la forma más común del Quenya, no posee un caso acusativo distinto para el objeto). No obstante se permiten ciertas inversiones cuando el sujeto es singular y el objeto es plural, o viceversa. En ese caso, el verbo, concordando en número solo con el sujeto, lo identificará automáticamente. En la oración ilyë tier undulávë lumbulë, podemos certificar que lumbulë "sombra" es el sujeto, y no ilyë tier "todos los caminos", porque el verbo undulávë no lleva la terminación -r para concordar con la palabra plural tier, así que no puede ser el sujeto, y si lo será el nombre singular lumbulë "sombra".
MÁS COSAS SOBRE LOS ADJETIVOS:
En inglés y en otros idiomas europeos, los adjetivos tienen formas especiales para usarlos en comparaciones. En español, el comparativo se forma anteponiendo al adjetivo la partícula "más", y el superlativo, anteponiendo al adjetivo la partícula "el/la/lo más", p.e.: el adjetivo alto: su comparativo sería "más alto" y su superlativo "el más alto". La función de estas formas, es la de facilitar la comparación entre varias partes. Si queremos decir que una de las partes posee la cualidad descrita por el adjetivo en mayor medida que otra de las partes, deberemos usar el comparativo: "Pedro es más alto que Pablo". La forma superlativa se usa cuando queremos decir que una de las partes posee la cualidad descrita por el adjetivo en mayor medida quie cualquier otra de las partes que pudieran considerarse: "Pedro es el chico más alto de la clase".
En la primera versión de esta lección, publicada en Diciembre de 2000, escribí: "cuando intentamos trasladar todo esto al Quenya, no hay mucho que decir. El material publicado no contiene absolutamente ninguna información sobre las formas comparativas; no tenemos una palabra que podamos usar como "más"".
Desde entonces, la situación afortunadamente ha cambiado; durante el 2001 apareció una pequeña información en las revistas Tyalië Tyelelliéva y Vinyar Tengwar. Ahora ya tenemos una palabra que significa "más": malda, y también conocemos una fórmula para usar en las comparaciones: "A es más brillante que B", se puede expresar A ná calima lá B, literalmente: "A brilla más allá que B" (VT42:32). Sin embargo, la palabra lá tiene otros significados además de "más allá", y será más práctico ver y ensayar esos usos en las comparaciones en una lección posterior ("Los diferentes usos de lá", Lección Dieciocho).
Aquí y ahora nos centraremos en la forma superlativa de los adjetivos. Hay disponible un diminuto rastro de evidencias: En Cartas:278-279, Tolkien explicó la forma adjetival ancalima que aparece en LotR. La tradujo como "excesivamente brillante" y estableció que era la construcción calima "brillante" con el prefijo an- añadido, tomando a este último como "un prefijo superlativo o intensivo". Por esta razón, muchos han usado el prefijo an- como el equivalente a la terminación inglesa -est, ó a la partícula española el/la/lo más, para construir la forma superlativa de los adjetivos, p.e.: anvanya "el más bello", de vanya "bello/maravilloso" (pero debemos recordar que ancalima sigue siendo el único ejemplo comprobado del prefijo an- usado de este modo).
Uno desearía que esta forma del prefijo an- fuera realmente la equivalente al superlativo, es decir: la forma del adjetivo que implica tener la mayor parte de la cualidad descrita, en comparación con todos los demás involucrados. Hay que advertir que Tolkien tradujo ancalima no como "el más brillante", sino como "excesivamente brillante". Cuando describe an- como un prefijo superlativo o intensivo, puede casi tomarse como "un prefijo superlativo en vez de intensivo". Así pues, an- quizá implique "muy, excesivamente", en vez de "el más" en comparación con otros. Hay que observar a pesar de todo, que el contexto en el qe se encuentra la palabra, parece implicar cierto grado de "comparación": en LotR, ancalima aparece como parte de la alocución en la Lengua de Frodo, en la guarida de Shelob (Ella-Laraña) (volumen 2, Libro 4, capítulo IX): Aiya Eärendil Elenion Ancalima. No hay traducción en el mismo LotR, pero más tarde Tolkien estableció este significado: "Hola Eärendil la más brillante de las estrellas" (Cartas:385). En la mitología de Tolkien, Eärendil lleva el brillante Silmaril depositado en los cielos y que daba el brillo a las estrellas. Así, aquí el significado parece ser un superlativo genuino: "la más brillante de las estrellas" en el sentido más completo de "más brillante que cualquiera de entre todas las otras". En cualquier caso, no existe más información en cuanto a como deben formarse los superlativos, así que elegiremos esta opción. Deberemos no obstante estar preparados por si en futuras publicaciones apareciera más información al respecto.
El prefijo an- no puede aplicarse mecánicamente a cualquier adjetivo Quenya, o a grupos de consonantes en los que el Quenya no lo permitiría. An- se puede usar de las siguientes formas, con los adjetivos que empiezan en vocal, o en c-, n-, qu-, t-, v-, w- e y-:
An+alta = "grande" (en medida) = analta "el más grande"
An+calima = "brillo" = ancalima "el más brillante" (nuestro único ejemplo contrastado)
An+norma = "duro" = anorma "el más duro"
An+quanta = "lleno, completo" = anquanta "el más lleno, completo"
An+vanya = "maravilloso" = anvanya "el más maravilloso"
An+wenya = "verde" = anwenya "el más verde"
An+yára = "viejo" = anyára "el más viejo"
Quizá pudiéramos incluir los adjetivos comenzados en f- y h- (no hay ejemplos):
An+fána = "blanco" = (?)anfána "el más blanco"
An+halla = "alto" = (?)anhalla "el más alto"
Lo que pasaría en otros casos, no lo sabemos con certeza. También podría insertarse una vocal extra (e o a) entre el prefijo y el adjetivo con el fin de romper cualquier tipo imposible de grupo consonántico, o cambiar la -n final del prefijo convirtiéndola en algo similar (o igual) a la primera consonante del adjetivo. Se observan algunas similitudes en varios sitios de nuestra recopilación, así que esta se ha convertido en nuestra teoría favorita en cuanto al uso de an-. Ante la consonante p, la n de an- debería pronunciarse con los labios cerrados, ya que la pronunciación de la p requiere ser algo cerrada; así pues n podría convertirse en m. De pitya "pequeño" podríamos derivar a ampitya "el más pequeño", lo cual sería el resultado remodelado de la palabra imposible en Quenya anpitya (En Quenya no existe el conjunto -np- y, por el contrario, el grupo -mp- es bastante común).
Ante las consonantes l-, r-, s-, m-, la n de an- se asimilaría completamente al convertirse en la idéntica consonante a la del principio de la siguiente palabra:
An+lauca "caliente" = allauca "el más caliente"
An+ringa "frío" = arringa "el más frío"
An+sarda "difícil" = assarda "el más difícil"
An+moina "querido" = amohína "el más querido"
Existen algunas asimilaciones comprobadas como -nl- convertida en -ll- en el compuesto Númellótë "Flor del Oeste" (UT:227, es claramente un compuesto de los nombres bien conocidos númen "oeste" y lótë "flor"). El grupo nm transformado en mm, se vé en el nombre del Elfo Vanyarin Elemmírë, citado en Silm: del nombre (de ella(?)), que aparentemente, significa "Joya de la Estrella" (elen "estrella" + mírë "joya").
Sumario de la Lección Cinco:
Las dos grandes categorías de los verbos Quenya son: los verbos primarios que representan una antigua raíz sin adiciones, y los verbos de raíz A, que llevan adicionado un final que incluirá la vocal a de la raíz original (a veces solo -a, aunque por lo general son finales más largos como -ya o -ta). Los verbos primarios forman sus presentes alargando la vocal derivada y añadiendo -a, p.e.: síla "está brillando", de sil- "brillar". Los de raíz A, forman sus presentes de alguna manera con la misma regla, excepto cuando se añade la terminación -a en determinados derivados (que ya terminan en -a), que deberían ser -aa y se cambian a -ëa. En nuestro único ejemplo comprobado del presente de un verbo de raíz A, orea de ora- "impeler", la vocal derivada se ha alargado. Sin embargo, en la fonología Quenya hasta donde la entendemos, una vocal no puede estar delante de un grupo de consonantes, y la mayoría de los derivados de A tienen un grupo de este tipo siguiendo a la vocal derivada (p.e.: lanta- "caer", hilva- "seguir"). Probablemente algunos verbos podrían formar su presente terminado en -ëa, pero la vocal derivada seguiría siendo corta. Solo los (relativamente pocos) derivados de A sin un grupo de consonantes siguiendo a la vocal derivada, pueden alargarla en el presente. Un verbo concuerda en número con su sujeto, llevando el final -r si el sujeto es plural: elen síla "una estrella está brillando", eleni sílar "las estrellas están brillando".
La forma superlativa de los adjetivos se obtiene añadiendo el rpefijo an-, como en ancalima "el más brillante", de calima "brillo". Debemos tener en cuenta sin embargo, que la n de este prefijo (an-) se asemeja en muchos casos a la primera consonante del adjetivo, o al grupo de consonantes que la fonología Quenya no permitiría formar. P.e.: an+lauca "templado" podría producir allauca "el más templado" (**anlauca es una palabra imposible en Quenya).
VOCABULARIO:
Canta: "cuatro"
Nauco: "enano"
Parma: "libro"
Tiuca: "gordo"
Mapa-: "agarrar, asir"
Tir-: "vigilar, guardar"
Lala-: "sonreir" (de acuerdo con la última fuente PM:359; anteriormente el verbo lala- de una derivación diferente significaba "negar": ver la entrada LA- en Etym. No necesitamos saber cual de los dos es más obsoleto; aquí usaremos lala- como "sonreir").
Caita-: "tumbarse, yacer"
Tulta-: "convocar"
Linda-: "cantar" (la palabra Ainulindalë o "Música (cantada) de los Ainur").
Mat-: "comer"
Cenda-: "leer"
EJERCICIOS:
1.Traducir al español:
A. I nís lálëa
B. I antiuca Nauco máta
C. I tári tíra i aran
D. I analta oron ná taura
E. I nér tultëa i anvanya vendë
F. I aiwë lindëa
G. I Naucor mápëar I canta Eldar
H. I antaura aran ná saila
2. Traducir al Quenya:
I. La mujer está mirando el barco más grande
J. Los hombres más perversos están muertos
K. El Elfo está cogiendo el libro
L. Cuatro hombres están tumbados bajo el árbol
M. El Elfo más sabio está leyendo un libro (cuidado: ¿qué puede ocurrir cuando se añade el prefijo superlativo a una palabra como saila "sabio"?)
N. El rey y la reina están leyendo el libro
O. Los pájaros están cantando
P. Los cuatro Enanos están mirando un pájaro.
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