Quenya
Lengua propia de: Elfos, Noldor, Vanyar.
Se utiliza en: Valinor, Eldamar, Beleriand, Númenor, Tierra Media.
Lengua(s) relacionada(s): Telerin, Valarin.
Deriva de: Eldarin Común, Quendiano Primitivo.
Otro(s) nombre(s): Quenya lambe, Quendya, Noldorin, Tarquesta, Parmalambë, Goldolambë, Goldórin, Nimriyê, Alto Élfico, Habla Antigua, Eressëano, Avalloniano, Valinoreano.
Se conoce como Quenya (forma elíptica de Quenya lambe “lengua de los Quendi”) a la rama de las lenguas élficas habladas por Elfos de las dos primeras Casas en Aman. Así, nos encontramos con dos dialectos diferentes del Quenya: el Vanyarin (o Quendya en dicho dialecto), la forma más arcaica utilizada por los Vanyar, y el Noldorin (o Quenya propiamente dicho) utilizada por los Noldor. Algunos estudiosos consideraban el Telerin de los Teleri de Aman un dialecto más del Quenya, aunque los propios Teleri lo negaban. Con la llegada de los Elfos, los propios Valar y su pueblo adoptaron el Quenya en el uso cotidiano, introduciendo en el muchas palabras de origen Valarin.
Como el resto de las Lenguas Élficas, el Quenya derivaba también de la primitiva lengua común hablada por los Elfos en Cuiviénen (conocida como Quendiano Primitivo), pero se daba la peculiaridad de que el Quenya era, de todas ellas, la que más próxima se mantuvo a esta lengua original.
Fue la Huida de los Noldor la que permitió que el Quenya llegara a la Tierra Media, aunque su uso fuera de Aman quedó muy limitado por dos circunstancias; por un lado la prohibición de Thingol de que su pueblo utilizara la lengua de los Noldor, y por otro que los propios Noldor aprendían el Sindarin con mayor facilidad que los Sindar el Quenya. Así, el Sindarin sustituyó al Quenya en el habla cotidiana, y esta paso de ser la lengua materna de los Noldor a ser lengua aprendida, una lengua elevada y solemne que se utilizaba para dar nombres a personas y lugares destacados; y en un lenguaje de los libros destinado a registrar cuestiones del saber, la tradición y el canto. Solo en la casa del rey Turgon de Gondolin se mantuvo el Quenya como lengua de uso cotidiano.
Tras su llegada a Beleriand los más sabios de entre los Hombres aprendieron hasta cierto punto el Quenya, llevándolo consigo hasta Númenor en la Segunda Edad. También entre los Hombres se mantenía como un lenguaje de los libros y reservado para usos de elevada solemnidad; así, los Reyes de Númenor ascendían al trono tomando un título en Quenya, y esta costumbre se mantuvo hasta el reinado de Ar-Adûnakhor, que tomó su título en la lengua de Númenor y prohibió que se siguiera enseñando el Quenya. Solo los Fieles mantuvieron su uso en secreto y continuaron tomando sus nombres en dicha lengua. Con la Caída de Númenor, estos la llevaron consigo de vuelta a la Tierra Media, preservando su conocimiento durante miles de años hasta la época de la Guerra del Anillo cuando Aragorn, como heredero del Reino Unificado de Elendil, tomó su título nuevamente en Quenya y ascendió al trono como el rey Elessar.
En la creación del Quenya, Tolkien se basó principalmente en la influencia fonológica del Fines, y en menor medida también del Latín y del Griego; también la estructura gramatical siguía el modelo del Latín y el Finés. De todos los idiomas ideados por él, el Quenya es el que llegó a desarrollar en mayor medida; no en vano era la lengua de su corazón, no en vano eligió para construirla los sonidos que decía le resultaban más “fonoestéticamente” placenteros.
Entre los muchos ejemplos del Quenya que han llegado hasta nosotros, amen de una larga lista de nombres propios de personas y lugares; pueden mencionarse el Lamento de Galadriel, el poema Markirya, el Juramento de Elendil, el Juramento de Cirion, y algunas frases de la Alabanza de los Campos de Cormallen entre otros.