Los Hijos de Húrin, por Adam Tolkien
Esta reseña apareció publicada en la web de Amazon.co.uk, escrita por el propio nieto de J.R.R. Tolkien, en relación con la publicación de Los Hijos de Húrin.
Fui criado en Francia, y aunque mi abuelo murió cuando yo aún era muy joven, su trabajo estaba siempre muy presente en mi casa. Mi padre, Christopher Tolkien, el tercero de los cuatro hijos de JRR Tolkien, de acuerdo con los deseos explícitos de su padre, se ha dedicado a la publicación del amplísimo archivo de material de mi abuelo, desde que comenzó a trabajar en el material del Silmarillion en 1974.
Su trabajo durante veinticinco años como profesor de Anglosajón en Oxford le ha permitido adaptarse perfectamente al trabajo más riguroso de disciplina editorial. Siempre me ha impresionado su habilidad para conservar los escritos originales de su padre tanto como era posible, mientras recurría a sus dotes de editor para hacer sus volúmenes aptos para leer y no sólo un catalogo de textos no publicados, algo que experimenté por mí mismo cuando tuve que enfrentarme a la trabajosa tarea de traducir los primeros dos volúmenes de la Historia de la Tierra Media para Christian Bourgois, el editor francés de Tolkien.
Con estos libros, completados con notas de Christopher, además de ser capaces de descubrir algunos cuentos de otro modo desconocidos, los lectores comenzarán a comprender el modo en que trabajaba el autor, y ver cómo escribía y reescribía, algunas veces revisitando las mismas historias y pasajes después de muchos años, deseoso de refinar y mejorar su vasta mitología, tanto como acomodar en sus tempranos escritos los frutos de sus invenciones recientes y crear una mitología completa y diferente, una saga que abarcase cientos de años.
Habiendo dedicado los tres años inmediatos a la muerte de JRR Tolkien a recopilar el Silmarillion, Christopher se dedicó entonces a compilar los Cuentos Inconclusos, proseguidos por los doce volúmenes de la Historia de la Tierra Media, que iba a consumir por sí sola 16 años de trabajo. Así que cuando el duodécimo volumen, Los pueblos de la Tierra Media, fue publicado en 1997, parecía probable que se tratase del último libro de Christopher. La dedicatoria del libro a mi madre, Baillie, parecía dejar claro que esta era la conclusión a una gran labor. Pero mi padre es tan infatigable como lo era su padre, y ha estado cavilando durante los últimos años sobre la posibilidad de una versión mejor y más completa de uno de los más importantes cuentos del Legendarium, Los hijos de Húrin, una versión que estuviera más cerca de la visión de su padre.
Ha explicado un poco más extensamente cuál era su intención con Los hijos de Húrin:
“Es innegable que hay muchísimos grandes lectores de ‘El señor de los anillos’ desde el cual las leyendas de los Días Antiguos ( publicadas previamente en varios formatos en ‘El Silmarillion’, los ‘Cuentos Inconclusos’, y la ‘Historia de la Tierra Media’) son conocidas por todas partes, aun teniendo fama de extrañas e inaccesibles en modo y manera. Por esta razón me ha parecido durante mucho tiempo que era una buena oportunidad para presentar la versión larga de mi padre de la leyenda de los ‘Hijos de Húrin’ como u trabajo independiente, entre sus propias tapas, con un mínimo de presencia editorial, y sobre todo, en una narrativa continua sin huecos ni interrupciones, si pudiera hacerse sin distorsión ni invención, aun teniendo en cuenta el estado inconcluso en que dejó algunas de sus partes.
“Cuando mi padre era joven, en los años de la Primera Guerra Mundial, y mucho antes de que hubiera cualquier intuición de los cuentos que iban a formar la narrativa de ‘El hobbit’ o ‘El señor de los anillos’, comenzó a escribir una colección de historias que llamó ‘El libro de los Cuentos Perdidos’. Aquella fue su primera pieza de literatura imaginativa, y una pieza sustancial, pues aunque estaba inconclusa hay catorce cuentos completos. Entre los ‘Cuentos perdidos’ tres eran de gran extensión, y los tres tienen que ver con Elfos y Hombres: las historias de Beren y Lúthien, los Hijos de Húrin, y la Caída de Gondolin. En 1951, tres años antes de la publicación de ‘La comunidad del anillo’, relató su intención inicial ‘Escribiré algunos de los grandes cuentos completamente, y dejaré muchos más tan sólo en esquema, y esbozados’. “Parece entonces incuestionable, de las propias palabras de mi padre, que si hubiera alcanzado narrativas finalizadas y definitivas en la escala que deseaba, vio los tres ‘Grandes cuentos’ como trabajos suficientemente completos por sí mismos como para no requerir para su comprensión el conocimiento de el gran corpus legendario conocido como ‘El Silmarillion’”
Es destacable que, considerando que los pasajes más tempranos de Los hijos de Húrin tienen unos 90 años, la reconstrucción de Christopher del libro consigue un resultado brillante. En cierto modo no es un libro nuevo, pues versiones y fragmentos de la historia serán conocidos para algunos lectores. Por ejemplo, el cuento completo fue condensado en un solo capítulo para El Silmarillion, como lo fue la historia de El señor de los anillos al final de dicho libro, así que lo que tenemos aquí es la versión reconstruida, completada con elementos familiares y también trozos que nunca habían aparecido antes. (Podría compararse a una especie de Montaje del director literario, la versión larga de la historia junto con el mejor ‘rodaje’ disponible, ¡aunque a mi padre seguro que no le gusta nada la comparación con una película!)
Estamos especialmente encantados con que Harper Collins accediera a publicar el libro con ilustraciones, y que sean del artista Alan Lee (esto fue una petición particular de parte de Christopher). A Alan lo encargaron en 1990 crear la primera edición ilustrada de la historia de El señor de los anillos para marcar el centenario de Tolkien, y sus 50 acuarelas se volvieron más influyentes de lo que se podría imaginar, pues Alan pasó cinco años en Nueva Zelanda trabajando como diseñador artístico con John Howe para la trilogía de Peter Jackson. Pero ahora ha vuelto, y ha creado algunos nuevos dibujos y carboncillos interesantes para el libro, mientras que Christopher ha redibujado el mapa, como de hecho hizo para El señor de los anillos hace más de 50 años.
Esperamos que los lectores se sientan lo suficientemente atraídos hacia el trágico cuento de Los hijos de Húrin y descubran la ‘Gran historia’ que fue tan importante para JRR Tolkien, y después la mitología completa que yace tras El señor de los anillos. Es un testimonio de las habilidades como editor de mi padre para construir una narrativa completa sin recurrir a ningún material nuevo, de su propia creación. Las palabras son cien por cien de Tolkien, y para cualquiera que haya leído El hobbit y El señor de los anillos, este libro les permitirá dar un paso adelante hacia un mundo más amplio, una antigua tierra de héroes y vagabundos, honor y peligro, esperanza y tragedia.
(Publicado originalmente en inglés en Amazon.co.uk)
Con estos libros, completados con notas de Christopher, además de ser capaces de descubrir algunos cuentos de otro modo desconocidos, los lectores comenzarán a comprender el modo en que trabajaba el autor, y ver cómo escribía y reescribía, algunas veces revisitando las mismas historias y pasajes después de muchos años, deseoso de refinar y mejorar su vasta mitología, tanto como acomodar en sus tempranos escritos los frutos de sus invenciones recientes y crear una mitología completa y diferente, una saga que abarcase cientos de años.
Habiendo dedicado los tres años inmediatos a la muerte de JRR Tolkien a recopilar el Silmarillion, Christopher se dedicó entonces a compilar los Cuentos Inconclusos, proseguidos por los doce volúmenes de la Historia de la Tierra Media, que iba a consumir por sí sola 16 años de trabajo. Así que cuando el duodécimo volumen, Los pueblos de la Tierra Media, fue publicado en 1997, parecía probable que se tratase del último libro de Christopher. La dedicatoria del libro a mi madre, Baillie, parecía dejar claro que esta era la conclusión a una gran labor. Pero mi padre es tan infatigable como lo era su padre, y ha estado cavilando durante los últimos años sobre la posibilidad de una versión mejor y más completa de uno de los más importantes cuentos del Legendarium, Los hijos de Húrin, una versión que estuviera más cerca de la visión de su padre.
Ha explicado un poco más extensamente cuál era su intención con Los hijos de Húrin:
“Es innegable que hay muchísimos grandes lectores de ‘El señor de los anillos’ desde el cual las leyendas de los Días Antiguos ( publicadas previamente en varios formatos en ‘El Silmarillion’, los ‘Cuentos Inconclusos’, y la ‘Historia de la Tierra Media’) son conocidas por todas partes, aun teniendo fama de extrañas e inaccesibles en modo y manera. Por esta razón me ha parecido durante mucho tiempo que era una buena oportunidad para presentar la versión larga de mi padre de la leyenda de los ‘Hijos de Húrin’ como u trabajo independiente, entre sus propias tapas, con un mínimo de presencia editorial, y sobre todo, en una narrativa continua sin huecos ni interrupciones, si pudiera hacerse sin distorsión ni invención, aun teniendo en cuenta el estado inconcluso en que dejó algunas de sus partes.
“Cuando mi padre era joven, en los años de la Primera Guerra Mundial, y mucho antes de que hubiera cualquier intuición de los cuentos que iban a formar la narrativa de ‘El hobbit’ o ‘El señor de los anillos’, comenzó a escribir una colección de historias que llamó ‘El libro de los Cuentos Perdidos’. Aquella fue su primera pieza de literatura imaginativa, y una pieza sustancial, pues aunque estaba inconclusa hay catorce cuentos completos. Entre los ‘Cuentos perdidos’ tres eran de gran extensión, y los tres tienen que ver con Elfos y Hombres: las historias de Beren y Lúthien, los Hijos de Húrin, y la Caída de Gondolin. En 1951, tres años antes de la publicación de ‘La comunidad del anillo’, relató su intención inicial ‘Escribiré algunos de los grandes cuentos completamente, y dejaré muchos más tan sólo en esquema, y esbozados’. “Parece entonces incuestionable, de las propias palabras de mi padre, que si hubiera alcanzado narrativas finalizadas y definitivas en la escala que deseaba, vio los tres ‘Grandes cuentos’ como trabajos suficientemente completos por sí mismos como para no requerir para su comprensión el conocimiento de el gran corpus legendario conocido como ‘El Silmarillion’”
Es destacable que, considerando que los pasajes más tempranos de Los hijos de Húrin tienen unos 90 años, la reconstrucción de Christopher del libro consigue un resultado brillante. En cierto modo no es un libro nuevo, pues versiones y fragmentos de la historia serán conocidos para algunos lectores. Por ejemplo, el cuento completo fue condensado en un solo capítulo para El Silmarillion, como lo fue la historia de El señor de los anillos al final de dicho libro, así que lo que tenemos aquí es la versión reconstruida, completada con elementos familiares y también trozos que nunca habían aparecido antes. (Podría compararse a una especie de Montaje del director literario, la versión larga de la historia junto con el mejor ‘rodaje’ disponible, ¡aunque a mi padre seguro que no le gusta nada la comparación con una película!)
Estamos especialmente encantados con que Harper Collins accediera a publicar el libro con ilustraciones, y que sean del artista Alan Lee (esto fue una petición particular de parte de Christopher). A Alan lo encargaron en 1990 crear la primera edición ilustrada de la historia de El señor de los anillos para marcar el centenario de Tolkien, y sus 50 acuarelas se volvieron más influyentes de lo que se podría imaginar, pues Alan pasó cinco años en Nueva Zelanda trabajando como diseñador artístico con John Howe para la trilogía de Peter Jackson. Pero ahora ha vuelto, y ha creado algunos nuevos dibujos y carboncillos interesantes para el libro, mientras que Christopher ha redibujado el mapa, como de hecho hizo para El señor de los anillos hace más de 50 años.
Esperamos que los lectores se sientan lo suficientemente atraídos hacia el trágico cuento de Los hijos de Húrin y descubran la ‘Gran historia’ que fue tan importante para JRR Tolkien, y después la mitología completa que yace tras El señor de los anillos. Es un testimonio de las habilidades como editor de mi padre para construir una narrativa completa sin recurrir a ningún material nuevo, de su propia creación. Las palabras son cien por cien de Tolkien, y para cualquiera que haya leído El hobbit y El señor de los anillos, este libro les permitirá dar un paso adelante hacia un mundo más amplio, una antigua tierra de héroes y vagabundos, honor y peligro, esperanza y tragedia.
(Publicado originalmente en inglés en Amazon.co.uk)