Mis queridos muchachos:

OTRA NAVIDAD y soy un año más viejo, y lo mismo vosotros. De todos modos me siento muy bien. ¿Qué creéis que el pobre y viejo Oso ha estado haciendo y ha hecho en estos días? Nada tan malo como dejar que se apaguen todas las luces. ¡Pero el jueves rodó desde lo más alto hasta el pie de la escalera principal! Estábamos en la sala juntando el primer montón de paquetes, que habíamos traído de la despensa.

El Oso Polar insistió en llevar una pila enorme sobre la cabeza y muchos paquetes en los brazos. ¡Bum! ¡Pam! ¡Pim! ¡Paf! Gruñidos y quejidos espantosos. Salí corriendo al descansillo y vi que el Oso se había precipitado de nariz escaleras abajo dejando todo a lo largo del camino una estela de pelotas, paquetes, bultos y muchas otras cosas, y al fin había caído encima de unos paquetes y los había aplastado. Espero que no hayáis recibido por error alguno de ellos.

He dibujado la escena para vosotros. El Oso Polar refunfuñó bastante cuando vio el dibujo: dijo que en mis dibujos de Navidad me burlo siempre de él y que uno de estos años os enviará uno dibujado por él mismo en el que apareceré como un tonto (pero nunca lo soy, y además él no dibuja bien).

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¿Qué mejor forma de felicitaros la Navidad que con una de las maravillosas Cartas de Papá Noel que J.R.R. Tolkien escribía a sus hijos?

Desde Elfenomeno os deseamos una muy Feliz Navidad a tod@s. Gracias por estar ahí.