Grupo o especie asociado: Ents

Según Los Apéndices, los Ents tomaron de los Elfos no una lengua, sino el deseo de hablar. Para ello, forjaron su propia lengua, diferente a todas las demás: lenta, sonora, acumulativa, repetitiva, de largo aliento por cierto; formada por una multiplicidad de matices vocálicos y distinciones de tono y cantidad que ni siquiera los más eruditos entre los Elfos intentaron representar. Además, los Ents empleaban esta lengua sólo entre ellos, no porque quisieran mantenerla en secreto, sino porque nadie era capaz de aprenderla.

En el Éntico, las "palabras" son realmente unas descripciones prácticamente interminables y muy detalladas de aquello a lo que uno se quiere referir, que podemos ver, por ejemplo, cuando Bárbol comienza a traducir la forma en la que los Ents designan a los Orcos: Porque tuvimos una gran invasión de esos... burárum... esos ojizaínos, maninegros, patituertos, lapidíficos, manilargos, carroñosos, sanguinosos, morimaitesincahonda, huum, bueno, puesto que sois gente que vive de prisa, y el nombre es completo como años de tormento, esos gusanos de los orcos [...]. De esta manera, la "palabra" éntica para referirse a los Orcos sería realmente una larga y minuciosa descripción de esta especie.

Sabemos que los Ents tenían mucha facilidad para hablar otras lenguas, que aprendían con rapidez y no olvidaban jamás. Aún así, su lengua preferida era el Quenya, del cual cogían palabras o nombres y los entrelazaban a su manera. Un ejemplo para ello sería la siguiente frase: Taurelilómëa-tumbalemorna Tumbaletaurëa Lómëanor, que según Tolkien podría traducirse como: "Bosqueplurisombrío-negrovalleprofundo Boscosovalleprofundo Tierralúgubre", con lo que Bárbol quería expresar poco más o menos: "hay una sombra negra en los profundos valles del bosque". Los Ents también utilizaron algunas palabras sindarin, como sería el caso de Fangorn, "barba-(de)-árbol", o Fimbrethil, "haya esbelta".

Como único ejemplo de Éntico "original", tendríamos lo siguiente: A-lalla-lalla-rumba-kamanda-lindor-burúmë, que no es otra cosa que un intento de transcripción de los Hobbits de los murmullos y llamadas emitidas por los Ents, probablemente muy inexacta, según dijo el propio Tolkien.

En todo caso, no debemos olvidar que el Éntico es, en palabras del propio Bárbol, un lenguaje encantador, pero lleva mucho tiempo decir algo en él, pues nunca decimos nada, excepto cuando vale la pena pasar mucho tiempo hablando y escuchando.