Orfalch Echor
Situación: bajo las Echoriath, zona suroeste, Beleriand.
Época: Primera Edad.
Otros nombres: Camino de Huida.
Nombre del pasaje fortificado, situado en un profundo desfiladero o hendedura, que guardaba la entrada secreta a Gondolin a través de las Echoriath, accediéndose desde el Río Seco.
El nombre Orfalch Echor es sindarin y significaría “Alto Barranco Circundante”; también denominado Camino de Huida.
Según se cuenta en los Cuentos Inconclusos, Tuor fue guiado a Gondolin por Voronwë a través de este pasaje secreto, cuya entrada estaba guardada por Elemmakil y sus hombres de la Guardia Oscura.
Su longitud total era de 10 millas (16.1 Km) y estaba guardada por siete robustas puertas, todas constantemente guardadas. Las siete puertas de Gondolin eran:
1) Portal de Madera: El Primer Portal que había que franquear para llegar al Reino Escondido. Un amplio arco con altas columnas a cada lado, talladas en la roca, y en el medio había un portal de barras de madera cruzadas, maravillosamente talladas y tachonadas con clavos de acero.
2) Portal de Piedra: El Segundo Portal. Un gran muro que cruzaba el barranco de lado a lado, con robustas torres de piedra en cada extremo. En la pared había una gran arcada sobre el camino, pero parecía que los albañiles la habían cerrado con una única poderosa piedra. Cuando se acercaron, la oscura y pulida superficie resplandecía a la luz de una lámpara blanca que colgaba en el medio del arco.
3) Portal de Bronce: El Tercer Portal de Gondolin, un gran portal de dos hojas recubiertas de escudos y placas de bronce en los que había grabados muchas figuras y signos extraños. Sobre el muro, por encima del dintel, había tres torres cuadradas, techadas y revestidas de cobre, que (por algún recurso de hábil herrería) brillaba siempre y resplandecía como fuego a los rayos de las lámparas rojas, alineadas como antorchas a lo largo del muro. En el patio del otro lado una compañía de guardianes, con trajes de malla que brillaban como fuego opacado; y las hojas de las hachas eran rojas. Del linaje de los Sindar de Nevrast eran la mayoría de los que guardaban esta puerta.
4) Portal de Hierro Forjado: El Cuarto Portal de Gondolin. Alto y negro era el muro y ninguna lámpara lo iluminaba. Sobre él había cuatro torres de hierro, y entre las dos del medio asomaba la figura de un águila enorme labrada en hierro, a semejanza del Rey Thorondor cuando bajando de los cielos más altos se posa sobre la cima de una montaña. Al estar en frente a la puerta se tiene la impresión de estar mirando a través de las ramas y los troncos de unos árboles imperecederos un pálido valle de la Luna. Porque una luz venía a través de las tracerías de la puerta, forjadas y batidas en forma de árboles, con raíces retorcidas y ramas entretejidas cargadas de hojas y flores. Al pasar al otro lado, se ve cómo es posible porque la puerta era de un grosor considerable, y no había un solo enrejado, sino tres en sucesión, puestos de tal modo que para quien venía por medio del camino eran parte del conjunto.
5) Portal de Plata: El muro del Quinto Portal estaba construido de mármol blanco, y era bajo y macizo, y el parapeto era un enrejado de plata entre cinco grandes globos de mármol; y había allí muchos arqueros vestidos de blanco. La puerta tenía la forma de tres arcos de círculo, y estaba hecha de plata y de perlas de Nevrast a semejanza de la Luna; pero sobre el Portal, en medio del globo, se levantaba la imagen del Árbol Blanco de Telperion, de plata y malaquita, con flores hechas con las grandes perlas de Balar.28 Y más allá del Portal, en un amplio patio pavimentado de mármol verde y blanco, había arqueros con malla de plata y yelmos de cresta blanca, un centenar de ellos a cada lado.
6) Portal de Oro: El Sexto Portal, el último de los antiguos portales de Turgon construidos antes de la Nirnaeth; y era muy semejante al Portal de Plata, salvo que el muro estaba hecho de mármol amarillo y los globos y el parapeto eran de oro rojo; y había seis globos, y en medio, sobre una pirámide dorada, se levantaba la imagen de Laurelin, el Árbol del Sol, con flores de topacio labradas en largos racimos, engarzados en cadenas de oro. Y el Portal mismo estaba adornado con discos de oro de múltiples rayos, a semejanza del Sol, engarzados en medio de figuras de granate y topacio y diamantes amarillos. En el patio del otro lado había trescientos arqueros con largos arcos, y las cotas de malla eran doradas, y unas largas plumas doradas les coronaban los yelmos; y los grandes escudos redondos eran rojos como llamas de fuego.
7) Gran Portal de Acero: El Séptimo Portal que Maeglin labró después de volver de la Nirnaeth, a través de la amplia entrada al Orfalch Echor. No había allí ningún muro, pero a cada lado se levantaban dos torres redondas de gran altura, con múltiples ventanas escalonadas en siete plantas que culminaban en una torrecilla de acero brillante, y entre las torres había un poderoso cerco de acero que no se oxidaba, y resplandecía frío y pulido. Había siete columnas de acero, con la altura y la circunferencia de fuertes árboles jóvenes, pero terminadas en una punta cruel afilada como una aguja; y entre las columnas había siete travesaños de acero, y en cada espacio siete veces siete varas de acero verticales, coronadas de láminas largas como lanzas. Pero en el centro, sobre la columna central y la más grande, se levantaba una poderosa imagen del yelmo real de Turgon: la Corona del Reino Escondido, toda engarzada en diamantes. Allí se encontraba Ecthelion, Señor de las Fuentes, por ese tiempo Guardián de la Gran Puerta. Vestía todo de plata, y sobre el yelmo resplandeciente llevaba un dardo de acero terminado en un diamante; su escudo brillaba como cubierto de gotas de lluvia, que era en verdad un millar de tachones de cristal. También llamado El Grande y El Último Portal.
Aunque no hay mención de ello, se supone que el Orfalch Echor fue destruido en la Caída de Gondolin, y posteriormente desapareció bajo las aguas del Belegaer al finalizar la Primera Edad.