Lugar: Barad-dûr
Protagonistas: Sauron, Isildur, Elendil, Elrond, Cirdan, Gil-Galad
Año o época: 3434 - 3441 Segunda Edad
Asedio acontecido entre los años 3434 y 3441 de la Segunda Edad en Barad-dûr.
Nos dice la leyenda que, tras la victoria en la Batalla de Dagorlad, el ejército de la Ultima Alianza invadió Mordor y puso sitio a la fortaleza del Señor Oscuro. El sitio fue largo y penoso pues durante siete años se libraron violentos combates en el asedio de Barad-dûr, en el que muchos Elfos y Hombres de gran valía cayeron en combate víctima del fuego, las saetas y los dardos lanzados por los enemigos.
Isildur, temeroso de que Sauron escapara del sitio que las fuerzas de Gil-galad y Elendil habían establecido, envió a sus dos hijos, Aratan y Ciryon, a proteger su fortaleza en Minas Ithil. Su objetivo era que vigilaran el paso de Cirith Dúar (más tarde llamado Cirith Ungol) pues el enemigo podía intentar abrirse paso a través de él para vengarse de los Dúnedain antes de ser vencido. Mientras, su otro hijo, Elendur, había estado con Isildur durante toda la guerra, pero se dice que su padre le ordenó que se retirara antes de que llegara el último desafío a la Torre Oscura.
En el año 3440 S.E. Anárion, hijo de Elendil, fue muerto por una piedra arrojada desde Barad-dûr. Su muerte fue trágica y causó gran pena al ejército de la Ultima Alianza, que pese a todo no cejaba en su empeño de obtener la victoria sobre el mismísimo Señor Oscuro. Pero por último, en el año 3441 S.E., tan fuerte se hizo el sitio que el mismísimo Sauron se vio obligado a combatir en persona. Su presencia era aterradora, un gran guerrero con armadura negra y de gran altura se enfrentó a Gil-galad y a Elendil en las laderas del Monte del Destino, donde su Anillo era más poderoso. Sin embargo Gil-galad y Elendil no tenían miedo de su presencia y con arrojo y valentía le salieron al encuentro y lucharon contra él. En este combate ambos fueron muertos por Sauron, y cuando Elendil cayó su espada se le quebró bajo el cuerpo. Pero Sauron también había sido derribado, pues sus oponentes le infligieron grandes daños, y ese fue el momento en que Isildur, con la empuñadura desprendida de Narsil, cortó el Anillo Unico de la mano de Sauron, arrebatándoselo y provocando la derrota de Sauron, cuyo espíritu abandonó su cuerpo y huyó a sitios distantes, y se dice que durante largos años no volvió a recuperar una forma visible. Una vez que Isildur se hizo con el Anillo no quiso hacer caso de los consejos de Elrond y Círdan, que le insistían en que el Anillo debía ser arrojado a los fuegos del Monte del Destino para así garantizar la derrota definitiva de Sauron, pues argumentaba que conservaría el Anillo como compensación a las pérdidas sufridas por su linaje a causa de la guerra contra Sauron. Como más tarde se pudo comprobar esta decisión resultó ser errónea, y a la larga propició un nuevo levantamiento del Señor Oscuro en la Tercera Edad.
La derrota de Sauron en el Sitio de Barad-dûr significó el fin de la Segunda Edad y que los Espectros del Anillo entraran en la sobra durante muchos años.