Según cuenta la historia, Draugluin fue herido de muerte por Huan, consiguiendo volver a los pies del trono de Sauron, en Tol-in-Gaurhoth, para avisarle de la presencia del perro lobo, y después finalmente perecer.
Una vez que Lúthien y Huan lograron derrotar a Sauron y liberar a Beren, éste inicio el camino en solitario hacia Angband para recobrar el Silmaril de la Corona de Morgoth, tal y como le había exigido Thingol.
Huan y Lúthien decidieron entonces seguir a Beren, y por idea de Huan, se encaminaron primero a Tol-in-Gaurhoth, donde recogieron las Pieles de Draugluin y Turingwethil, pensando que les seria de utilidad a la hora de atravesar el Anfauglith y penetrar en Angband.
Huan y Lúthien, disfrazados con estas pieles, recorrieron el Anfauglith hasta que dieron con Beren, al cual convencieron para seguir el plan de Huan; según se relata:
“Por consejo de Huan y las artes de Lúthien tomó entonces la forma de Draugluin, y ella la del horror alado de Thuringwethil. Beren tenía todo el aspecto de un licántropo, excepto los ojos en los que brillaba un espíritu sombrío pero limpio;”
El destino final de la Piel de Draugluin parece acabar bajo el mismo Trono de Morgoth, donde Beren se había escabullido disfrazado al entrar en Angband, y donde cayó dormido por el hechizo de Lúthien (al igual que toda Angband, incluido el mismo Morgoth); entonces fue despertado por Lúthien, la cual le quitó el disfraz, no habiendo mención posterior sobre la Piel de Draugluin.