Lugar de origen o emplazamiento habitual: Kelvar de Arda.
Lengua o dialecto: ninguna; solo se sabe de Huan que habló tres veces antes de morir.
Raza de cánidos, creados por Eru y los Ainur junto con todo el kelvar de Arda.
En los escritos de Tolkien se hace mención a dos tipos de perros: los perros normales (del ingles dog y los grandes perros de caza (perros-lobo o sabuesos), según el original en inglés hound.
Los sabuesos eran perros criados para la caza. Aunque los Elfos los usaban desde las Edades de las Estrellas para defenderse de los lobos, los grandes lobos (wargos / huargos) y los hombres-lobo (todos ellos kelvar corrompido por Morgoth), se presupone que fueron los Valar y los Maiar los primeros en criarlos y entrenarlos para la caza, ya que se sabe que Oromë y su séquito maiar los usaban en sus cacerías.
El mayor de todos los sabuesos en las historias de Arda era Huan, el Sabueso de Valinor, uno de los sabuesos de Oromë, el cual llegó a derrotar a un Sauron con forma de lobo en combate singular.
Respecto de los perros normales, encontramos algunas referencias en los escritos de Tolkien: Garra, Colmillo y Lobo (los perros del granjero hobbit Maggot), así como en el discurso de Saruman en la Torre de Orthanc, hablando despectivamente de la Casa de Eorl, lo cual nos hace suponer que los perros normales estaban presentes en la Tierra Media de una forma tan corriente como en nuestros días.
Tambien encontramos referencia del perro en la lista de criaturas vivientes que recita Bárbol al encontrarse con los hobbits Merry y Pippin: "...el perro hambriento..."
Además, en El Hobbit también encontramos referencias a las razas cánidas: los perros presentes en la casa de Beorn (aunque con ciertas propiedades inusuales), junto con la mención de los sonidos de cacería (cuernos, ladridos de perros) que escucharon Bilbo y los Enanos en el Bosque Negro.