En esta entrada, además del caracol común terrestre (snail en V.O.) se incluyen otros moluscos comunes como la caracola marina (concha - seashell en V.O.) y la ostra (oyster en V.O.).
No hay referencia en las lenguas de Tolkien para la palabra caracol – caracola - ostra.
Según las referencias en la obra de Tolkien, hemos de suponer que estos moluscos estaban presentes en la Tierra Media de una forma tan corriente como en nuestros días; respecto de la ostra, no hay referencia directa a este molusco en la obra de Tolkien, pero las diversas menciones de la existencia de perlas, confirman su presencia en Arda; también son frecuentes las menciones a las conchas marinas, las cuales provienen de las caracolas, entre otras.
De relativa relevancia en la obra de Tolkien, solamente destacar algunas breves referencias:
1) En El Libro de los Cuentos Perdidos I y II, se hace referencia a la presencia de caracolas y perlas (ostras) en las playas de Eldamar; además se especifica como Ulmo usa caracolas mágicas para hacer música, a mayores de la recolección de estos moluscos por parte de los Solosimpi, gracias a la instrucción de Ossë.
También se especifica que, cuando los elfos se instalaron en Kôr, construyeron viviendas que resplandecían maravillosamente gracias a una sustancia de gran dureza y blanco centelleo que lograban fundiendo caracolas junto con el rocío de Silpion; además se hace referencia a cuando Tuor envejece, se hace a la mar en secreto siguiendo el sonido de las conchas de Ulmo en su navío Ala de Cisne.
2) En El Silmarillion se hace referencia a como el Ulumúri estaba fabricado con conchas y caracolas marinas.
3) En El Hobbit, destacar a los caracoles presentes en la zona de Erebor, de los que se dice que eran de gran tamaño; Bilbo observó como un zorzal capturaba a un caracol y lo golpeaba contra la piedra, lo cual le sirvió de pista para poder abrir el pasaje secreto de Erebor.
4) En El Señor de los Anillos, se hace referencia a como Baya de Oro traía a la habitación de los hobbits una vela encendida que protegía del aire con la mano, y la luz se filtraba a través de la mano como un rayo el sol a través de una concha blanca.