Review El Hobbit: Un viaje inesperado
Una pequeña review personal sobre El Hobbit: una película inesperada
Hoy, he pasado un mal día. Me han dado una mala nota y he tenido algún que otro problema personal. Me encaminaba a ver El Hobbit: Un viaje inesperado, mascando sobre ellos, sin ceder a la emoción de ver la película que llevo esperando diez años, la película salida de un libro que me he leído ocho veces a lo largo de esta larga espera y sobre el libro que me habré leído otras tantas antes de oír sobre la noticia. He pedido una bebida y nada de palomitas, odio su sonido al ser mascado a mi alrededor, y me he sentado en la butaca, poniéndome mis gafas 3D. Todavía pensando en ello, veía la publicidad ante mis ojos, cuando, de improvisto, el tema ``The Shire`` ha comenzado a sonar, y la voz de un Bilbo ya envejecido me sacaba de mis ensoñaciones. Entonces, sin poder creérmelo, me he relajado en el asiento y he sonreído. Estaba de vuelta, estaba en la Tierra Media. Una a una se iban sucediendo escenas cotidianas como sacadas de mi cabeza al leer el libro. La película ha ido pasando ante mi. Yo observaba a cada uno de los enanos. Lo que parecían unos enanos mal hechos, se convirtieron en un personaje diferente cada uno y, si bien es difícil que trece protagonistas estén presentes en una película, trataron mejor el tema de el protagonismo de cada uno. Pero, sobretodo, Thorin Escudo de Roble me ha calado muy hondo. Quién iba a pensar que un enano con perilla y demasiado joven iba a reencarnar tan magníficamente a nuestro líder en la Recuperación de Erebor. La película tiene un desarrollo algo lento aunque alternando con escenas cortas de acción que hacen que sea más ligera, hasta la llegada a Rivendel. Habrá muchos a los que la presencia de Azog y de tantos huargos los haya molestado, pero no formo parte de ellos. Los huargos y Bolgo, reemplazado por Azog en la película, tuvieron que recibir de algún modo el aviso sobre el viaje de los enanos y un interés especial en acabar con su propósito, así que en la película Peter Jackson se las ha arreglado bien y de sobra para trasmitirlo a los que no han leído el libro. No voy a hacer más análisis para no fastidiaros los detalles de la aventura en sí si no habéis ido a verla aún. Solo diré que es una obra de arte, pues, sin ser del carácter épico de ESDLA, logra trasmitir el tono infantil del libro pero enseñar al mismo tiempo lo que se avecina, sesenta años después. Eso sería todo lo que tengo que decir, a parte de que casi lloro con Gollum y la brillante actuación de Andy Sherkins, cuando nunca me he emocionado demasiado, y con la escena en la cual Thorin se levanta sobre el árbol semicaído y, allí erguido, se lanza contra Azog, brillante actuación. Gracias, Peter J., por traernos devuelta a la Tierra Media.