Situación: Eriador, oeste de las Montañas Nubladas.
Época: Segunda, Tercera y Cuarta Edad
Otros nombres: “Valle Profundo del Collado” (Quenya), Imladris (sindarin), Karningul (oestron), el Último Hogar.
La Casa de Elrond, Última Morada al este del mar. Era tal su buenaventuranza que solo con pronunciar su nombre una dulce música invade el oído.
GEOGRAFÍA.
Aunque muchos piensan que Rivendel es el nombre del refugio Élfico que Elrond hizo construir, en realidad la denominación alude al valle en el centro del cual estaba levantado. Este valle, al que también se conocía como Imladris, se encontraba en las laderas orientales de las Hithaeglir, y era en realidad una profunda grieta de escarpadas paredes, con numerosos riscos y salientes de roca. Bajo sus piedras fluía un acuífero que afloraba por numerosos puntos, dando lugar a espectaculares cascadas y saltos que dotaban al lugar de una sobrecogedora belleza; esto, unido a la armonía y gracia con la que los Elfos edificaron sus estancias, convertía a Imladris en uno de los rincones más bonitos de la Tierra Media. La senda principal, la que venía desde los Vados del Bruinen, era un camino bien trazado y no demasiado complicado de transitar; salvaba una peña por medio de una escaleras labradas sobre la piedra, y luego descendía hasta el puente sobre el Sonorona, cruzando sobre unas cascadas y dando acceso al refugio de Elrond; aunque existía otro acceso, este mucho más complicado de abordar, que llegaba por el oeste, y que fue el que utilizaron Thorin y Compañía.
Se sabe que existían unos hermosos jardines al este y al sur de la casa, y un sendero paralelo al río que conducía un sitial en el este. En cuanto al refugio y sus edificaciones, tenemos una buena descripción de la construcción principal: Ocupaba un área de unos 3600 metros cuadrados y tenía varios pisos y una torre-campanario. En la fachada este se construyó un porche que conducía a dos grandes salones de 300 metros cuadrados cada uno; al norte estaba la Sala del Fuego, sostenida por pilares y donde, evidentemente, se cuidaba de una hoguera que ardía todo el tiempo, y al sur la Sala de Elrond, lugar de la vida cotidiana de los nobles de Rivendel. Más allá se encontraban diversas estancias no especificadas (tan solo se menciona la habitación de Bilbo, situada en el extremo sudeste de la casa, y la de Frodo, en algún piso superior) y el porche posterior, que daba a los jardines del este y en donde se celebró el Concilio de Elrond.
No se mencionan más edificios en las canciones que sobre Imladris se compusieron en los Días Antiguos, pero, como mínimo, podríamos asegurar que existían dos más: los establos y la fragua donde se forjó de nuevo la espada Anduril. No obstante, y a pesar de que en las diversas ilustraciones que se han hecho sobre la Última Morada aparece representada por una sola casa o, como mucho, un par de edificios más, los acontecimientos históricos sugieren que Rivendel debía contar con más construcciones, y que incluso podría ser una pequeña ciudad: allí se concentraron ejércitos y de allí partieron fuerzas a luchar en diversas guerras contra los Poderes Oscuros; no es lógico pensar que “ejércitos” y “fuerzas” se acantonaran en una sola casa, y además, tampoco el entorno era un lugar idóneo para levantar campamentos. En cualquier caso, la lógica, tal y como la concebimos en la actualidad, no parece casar mucho con la que imperaba en los Días Antiguos, cuando poderes que escapan a nuestra comprensión, se manifestaban con naturalidad.
HISTORIA.
En el año 1697 de la Segunda Edad, Elrond Medio Elfo, Heraldo de Gil-Galad, llegó con una expedición de salvamento a Eregion, que desde hacía dos años estaba en guerra con Sauron. Cuando llegó la capital había caído, Celebrimbor estaba muerto, y la guerra contra el Señor Oscuro perdida. Con la ayuda de algunos Elfos de Lórien y de los Enanos de Moria intentó reconquistar Ost-in-Edhil, pero fue inútil, y con los supervivientes se retiró al norte donde en un valle recóndito y de difícil acceso fundó el refugio de Imladris, la Última Morada al Este del Mar.
Dos años después, Sauron descubrió el enclave y le puso sitio, pero en el 1700, la llegada de una fuerza desde Númenor acabó con la situación. Los ejércitos de Rivendel salieron de su refugio y participaron activamente en las batallas de los Vados de Sarn y del Gwathló, que significaron la derrota definitiva de las fuerzas oscuras en Eriador, y el fin de la Guerra de los Elfos y Sauron. Durante más de 1700 años Elrond y los suyos disfrutaron de la paz en Rivendel, hasta que en el 3431, las tropas de la Última Alianza de Elfos y Hombres llegaron al valle preparando la gran ofensiva contra Mordor. Allí permanecieron tres años, en los que trazaron planes y estrategias para la futura campaña. Durante esos años vino al mundo en el refugio Valandil, el nieto del rey Elendil, y allí vivió hasta la Tercera Edad, cuando, tras la muerte de su padre, Isildur, se convirtió en rey de Arnor.
En el 3434 Elrond fue uno de los principales capitanes aliados en la Batalla de Dagorlad y durante el sitio de Barad-Dûr. Todo terminó en el 3446 cuando Sauron fue destruido, pero el precio a pagar fue demasiado alto: Gil-Galad, Elendil y Anarion cayeron en la guerra, y el Anillo Único, en vez de ser destruido, quedó en poder de Isildur por lo que el espíritu de Sauron perduró. Antes de la desgracia del rey de Gondor y Arnor, Elrond volvió con los suyos a Imladris, y de allí prácticamente no salió hasta el fin de la Guerra del Anillo.
En la Tercera Edad Imladris entró pronto en la historia, concretamente en el año 3 cuando tras la muerte de Isildur y la pérdida del Anillo Único, uno de sus escuderos, Ohtar, llevó los fragmentos de su espada, Narsil (futura Andúril) hasta la Casa de Elrond. Cuando Valandil cumplió su mayoría de edad en el año 10, abandonó Imladris para hacerse cargo del Reino del Norte. Posteriormente, en el año 109, un gran acontecimiento se celebró en Rivendel: la boda de Elrond y Celebrían, hija de Galadriel y Celeborn; unión que se vería bendecida con el nacimiento de los gemelos Elladan y Elrohir en el 130, y el de Arwen Undómiel en el 241. La paz inundó la Última Morada hasta el 1375, fecha del inicio de un nuevo sitio por parte de los ejércitos del Capitán de los Nazgûl.
Sin embargo, el enorme caudal de recursos de los Eldar, y la protección de Anillo Vilya, el más poderoso de los Tres Anillos de los Elfos, ayudó a soportar el asedio sin muchas penalidades. No obstante, la situación duró hasta el 1409, cuando en pleno conflicto entre Arthedain y Angmar, tras la tremenda ofensiva del Rey Brujo que acabó con Cardolan y que amenazaba seriamente a Arthedain (que ya había perdido Amon Sûl), fuerzas combinadas de Rivendel y Lórien rompieron el sitio, atacaron la retaguardia del ejército de Angmar, aliviando así la apurada situación del último de los reinos Dúnedain del norte. La guerra con Angmar continuó hasta el 1975, cuando ya Arthedain y su capital, Fornost, habían caído en su poder. En ese año, frente a las murallas de la ciudad, los Pueblos Libres derrotaron definitivamente al Rey Brujo, y fue precisamente un señor de Rivendel (que en otra vida y en otra época lo fue de Gondolin), Glorfindel, quien en última instancia puso en fuga al Señor de los Nazgûl.
La derrota de Angmar marcó el fin de Arthedain, que había quedado, como Cardolan y Rhudaur, prácticamente deshabitada; los pocos Dúnedain que sobrevivieron se convirtieron en los Montaraces del Norte, pero en ellos se conservó la Línea de Isildur en la persona de su capitán. Desde entonces, el Heredero de Isildur crecía y se educaba en Rivendel (y muchos de ellos nacieron allí) antes de lanzarse al exilio de los montes y quebradas de Eriador. La Última Morada se convirtió en centro de erudición, reposo, meditación, así como en uno de los últimos reductos de tradición, no solo Élfica, sino también en la concerniente a Númenor y los Dúnedain.
Las canciones nos hablan del paso de los Enanos de Thorin en el 2941, de la llegada de Bilbo Bolsón en el 3001, y del rescate de su sobrino Frodo, Portador del Anillo, de nuevo gracias a la intervención de Glorfindel, en el 3018. En ese mismo año, ante la amenaza de Sauron, que de nuevo se había alzado en poder y anhelaba recuperar su Anillo a toda costa, los representantes de los Pueblos Libres fueron convocados por Elrond en su morada de las Montañas Nubladas.
El Concilio de Elrond fue el último gran cónclave celebrado en los Días Antiguos; a él acudieron enviados de todas las razas (excepto los Ents) mas pocos fueron los honrados con su llamada a la Casa de Elrond: por los Elfos acudieron, representando a Rivendel, Glorfindel y Erestor, Galdor de los Puertos Grises y Legolas príncipe heredero del Reino del Bosque; por los Enanos acudieron Gloin y su hijo Gimli, del Reino Bajo la Montaña; por los Hombres lo hicieron Aragorn, Capitán de los Montaraces del Norte y Boromir, hijo del Senescal de Gondor; por los Istari compareció Gandalf el Gris, y por los Hobbits lo hicieron Bilbo y Frodo Bolsón, aunque Samsagaz Gamyi estuvo escuchando las deliberaciones a escondidas; todos ellos presididos por el Señor Elrond.
Tras debatirse sobre los acontecimientos que se cernían sobre la Tierra Media, revelarse el Daño de Isildur y decidirse su destino, Elrond constituyó la Compañía o Comunidad del Anillo, compuesta por los Hobbits Frodo Bolsón, Samsagaz Gamyi, Meriadoc Brandigamo, Peregrin Tuk, los Hombres Aragorn hijo de Arathorn y Boromir de Gondor, el Elfo Legolas, el Enano Gimli y el Mago Gandalf; el 25 de diciembre del 3018 partieron de Rivendel rumbo a la mayor de las gestas jamás contadas.
Tras la Guerra del Anillo, Elrond marchó de Rivendel a la boda de su hija con Aragorn, y tras un breve regreso junto a Galadriel y Celeborn, partió definitivamente con la mayoría de los Elfos al Verdadero Oeste en el 3021. Durante la Cuarta Edad permanecieron en Rivendel sus hijos Elladan y Elrohir y junto a ellos Celeborn, sin que se sepa la fecha exacta de su definitiva partida (si es que todavía no permanecen entre nosotros).