Descripción: El Yermo del Norte es una región inhóspita y desolada en la Tierra Media, situada al norte de Eriador y al oeste de las Montañas Nubladas. En épocas antiguas, fue hogar de los Dúnedain del Norte y de otros pueblos que vivían bajo la protección de Arnor. Sin embargo, con la caída de Arnor y los conflictos posteriores, esta región cayó en decadencia y abandono, convirtiéndose en un área peligrosa y desolada.

Historia: 
El Yermo del Norte formaba parte del Reino de Arnor antes de su división en los reinos de Arthedain, Cardolan y Rhudaur. Con el debilitamiento y eventual caída de estos reinos, el Yermo quedó prácticamente deshabitado, siendo frecuentado sólo por los Dúnedain del Norte, quienes aún patrullaban en secreto estas tierras para proteger las zonas adyacentes, como la Comarca y Bree, de las amenazas provenientes del norte y el este.

Durante la Guerra del Anillo, el Yermo del Norte sigue siendo una región deshabitada y salvaje, donde los peligros acechan en forma de bandidos y criaturas malignas.

Geografía: 
El Yermo del Norte se caracteriza por vastas llanuras desiertas, colinas agrestes y bosques oscuros y densos. Este terreno hostil y sin protección lo hace difícil de habitar. Los restos de antiguas construcciones y caminos pueden encontrarse dispersos, recuerdos de la grandeza pasada de Arnor.

Habitantes: 
Aunque está prácticamente deshabitado, algunos pueblos errantes y los Dúnedain del Norte recorren estas tierras. Los Montaraces, herederos de los antiguos reyes de Arnor, actúan como los últimos guardianes del Yermo, manteniéndolo libre de fuerzas oscuras y protegiendo a los inocentes que viven en las tierras cercanas.

El Yermo del Norte es mencionado en El Señor de los Anillos, especialmente en relación con los Montaraces y la vigilancia secreta que ejercen sobre las tierras cercanas. Su importancia también es destacada en los Apéndices de El Retorno del Rey, donde se menciona el pasado de los Dúnedain y la decadencia de Arnor.