13 de abril de 3018 de la Tercera Edad: El secreto del Anillo se revela

Bolsón Cerrado, Hobbiton – En una luminosa mañana de primavera, cuando el sol ya se alzaba sobre las colinas de la Comarca y el desayuno tardío aún humeaba sobre la mesa, Frodo Bolsón ha escuchado una verdad que transformará su destino y el del mundo entero. El anillo heredado de su tío Bilbo es el Anillo Único.
13 de abril de 3018 de la Tercera Edad:

Después de haber descansado tras el reencuentro de la noche anterior, Gandalf el Gris ha contado a Frodo todo lo que ha descubierto durante sus años de ausencia. Tras arrojar el anillo al fuego de la chimenea, se pudo leer en su superficie las palabras escritas en lengua negra, sólo visibles al calor:

Un Anillo para gobernarlos a todos, Un Anillo para encontrarlos, Un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas.

El mago ha relatado entonces el oscuro origen del Anillo, su paso de la mano de Isildur al Anduin, su hallazgo por Gollum y su llegada final a Bilbo. La conclusión es inequívoca: Sauron ha regresado y busca recuperar su tesoro más poderoso.

Ante semejante amenaza, Frodo ha decidido actuar. Pese al miedo y la incertidumbre, ha anunciado su voluntad de abandonar la Comarca y llevar el Anillo lejos. Aún no sabe exactamente a dónde irá, pero lo hará. Y no irá solo.

En ese momento, un ruido en la ventana del estudio interrumpió la conversación. Al abrirla, Gandalf descubrió al joven jardinero Samsagaz Gamyi, que había estado escuchando la historia entera con los ojos como platos. Lejos de enfadarse, el mago dictó sentencia: “Viajarás con él.” Así fue como Sam, leal hasta la médula, se convirtió en el primer compañero de Frodo en una misión que nadie más podría haber iniciado.

Hoy, 13 de abril, la historia de la Guerra del Anillo ha comenzado a escribirse. Desde un rincón verde de la Comarca, en una casa excavada en la ladera de una colina, el destino de la Tierra Media ha dado un giro silencioso, pero definitivo.