Según cuenta David Day en su interesante libro El Anillo de Tolkien (Ediciones Minotauro -1999), los elfos que aparecen el El Señor de los Anillos fueron tomados por Tolkien de la mitología celta, sobre todo la irlandesa y la galesa.
Uno de los pueblos míticos que llegaron a Irlanda en la antigüedad son los Tuatha De Danann (el Pueblo de la Diosa Dana), compuesto a partes iguales por guerreros y sabios. Parece ser que Tolkien, buen conocedor de todas las leyendas y mitologías de Europa, tomó a ese pueblo como base para construir el reino élfico de El Señor de los Anillos.
Tanto los elfos de Tolkien como estos Tuatha De Danann son seres poderosos, de grandes conocimientos, de gran belleza física, desconocedores de la enfermedad y de la muerte natural (aunque se les puede matar). También ambos pueblos disponen de armas y objetos considerados como mágicos.
Ya en la primera parte de El Señor de los Anillos, los elfos están trasladándose a otra tierra, de igual modo que los Tuatha De Danann tuvieron que retirarse tras las llegada a Irlanda de los Hijos de Mil (descendientes el héroe celta Breogán) (ver la sección dedicada a los Hijos de Mil en Triskel).
Pero los Tuatha De Danann no abandonan la isla esmeralda, si no que se recluyen en el Sidhe, el Pueblo de las Colinas, un mundo subterráneo y mágico al que se podía llegar a través de los túmulos o monumentos megalíticos que solía haber en las colinas irlandesas.
A veces se permite que un humano entre en el Sidhe, donde el tiempo transcurre de otra manera. Quienes regresan para contarlo, encuentran que han pasado siglos en lo que ellos tomaron como años, que las cosas son totalmente distintas a lo que fueron y que no conocen a nadie. También ocurre a veces que un habitante del Sidhe se enamora de un mortal y renuncia a su condición y sus poderes, aunque muchas veces, tras comprobar que la vida entre los humanos es muy problemática, el proceso se puede revertir.
Los Tuatha De Danann, al poco de llegar a Irlanda, tuvieron que enfrentarse a los temibles Formores, una raza de seres primigenios. Su rey era Balor, el Ojo Maligno, que podría haber servido para construir el personaje de Saurón, también Ojo Maligno.
Por otro lado Varda, Arwen y Gladriel parecen estar asociadas a las Damas Blancas de las leyendas celtas, como la Dama del Lago y Olwen, ambas de origen galés. Y precisamente galesea, o casi, es la lengua élfica, el sindarin, así como los nombres de personas y lugares.
TRISKEL
Influencias de la Mitología Céltica en EL SEÑOR DE LOS ANILLOS
Interesantísimos repasos a las fuentes nórdicas y célticas que Tolkien usó en su mitología y, especialmente, en ESDLA. Por Manuel Velasco.