Análisis de la banda sonora de <i>Las Dos Torres</i>

Análisis propio de la banda sonora de Las Dos Torres realizado por nuestro comparñero Tombo.
4. A través de las ciénagas

    Música puramente atmosférica, donde Shore se mueve como pez en el agua. Trémolos de violines, armónicos, y efectos de sonido varios para presentarnos un paisaje oscuro, tétrico y desasosegante. Al fondo, lamentosos gritos humanos con metales amenazadores configuran una paleta francamente terrorífica en la ciénaga de los muertos. De verdadera y auténtica pesadilla, una locura de dimensiones colosales. Vuelve la calma intranquila, amenazadora, con un dulce arrullo de los violines con sordina (1:55). Ha pasado la tempestad. Quiere venir, se anuncia el tema del anillo, pero no puede. La música se desvanece en el silencio con lejanos acordes del tema de Gollum.

5. Los Uruk-hai

    Gran momento épico sin duda. El pasaje comienza con un intento de aparición por parte del motivo victorioso y triunfal de la comunidad. Finalmente surge en todo su esplendor a manos de los brillantes metales de la orquesta. Pero algo ha cambiado, aquí el ritmo es ternario, casi como de marcha. Los miembros de la Comunidad del Anillo corren, corren para no desaparecer. De repente aparece un momento maravilloso, el motivo es recogido por el oboe (1:05), que le da un aliento heroico increíble: la Comunidad del Anillo no ha desaparecido, y sus miembros harán todo lo posible para que esto no ocurra. Maravilloso. Pronto se extingue todo y aparece el conflicto. Confluyen tres motivos. Uno breve, el de Rohan, el Mordor (más terrorífico que nunca), y finalmente el de Isengard. Ya tenemos a todos los protagonistas en acción. Cabe comentar que el enlace y cohesión entre los tres motivos es antológico.

6. El Rey del Castillo de Oro

    Comienza el motivo de la comunidad en manos del violín noruego. Los miembros de la antigua comunidad ya han llegado a Rohan. En la lejanía unas trompas diseñan el pórtico para Meduseld. El motivo de Rohan, renqueante y acabado suena triste en manos del violín (el rey anciano), pero unas trompas indican que todavía queda esperanza en ese viejo, algo del ardor juvenil, de la nobleza perdida (1:15). Una célula amenazadora atribuida a los chelos, tuba y timbal, terrible, anuncia al consejero del Rey. Hay conflicto, eso es evidente con los nuevos visitantes. En medio de la calma vuelve el oboe (2:48), dulce y pacífico, surgen los coros emocionados. El Rey se levanta, en un momento de increíble paz, solemnidad y belleza. La trompeta eleva su tono ceremonioso por encima del fino y sutil tejido sonoro recordando el estilo bruckneriano. Un indescriptible momento. Para recordar gratamente.

7. La Puerta Negra está cerrada

    Este pasaje es un claro ejemplo de cómo Shore maneja los motivos que ha ido generando poco y los modifica de acuerdo con la psicología de la situación. Hay dramatismo, tensión, más si cabe con el tema de Mordor, ante las puertas del propio país oscuro. Una rápida marcha, muy rítmica (1:10), de tropas, da pie a un terrible grito de las trompas. De repente todo se congela, misteriosamente Shore nos regala con unos peligrosos y expectantes momentos de los violines, con el motivo del anillo inteligentemente modificado. Hermosos, helados, desangelados y plenos de tristeza y desesperanza suenan estos violines, que se deshacen con la marcha del ejército, más allá de la vista.

8. Estrella de la Tarde

    Una nueva genialidad más. Un momento para el recuerdo, belleza en estado puro. El sueño de un Aragorn herido, perdido por los acontecimientos que se precipitan, que recuerda a su amada: la estrella de la tarde. Lejos queda aquí el Aniron de La Comunidad del Anillo. La suave y cálida voz de Isabel Bayrakdarian emerge como un navío mecido por las olas: la estrella de la tarde, sin duda, el atardecer de los elfos. Mucho de triste, de melancolía persigue este hermoso tema. De la parte central se encarga una delicada flauta, unos coros armoniosos proporcionan el perfecto contrapunto (estilo puro John Barry en Memorias de África). El oboe con los violonchelos elevan la carga emotiva, la tristeza, hasta niveles de difícil descripción. Vuelve la flauta, dando pie al retorno de Isabel con su delicado tema. La música no termina, desaparece en el infinito, de donde proviene.

9. El Caballero Blanco

    El caballero blanco lleva marcialmente a la gente de Edoras hacia el abismo de Helm. Tras una entrada de coros y orquesta triunfales viene un pasaje pausado con una solemne llamada de las trompetas (1:02). Es la apertura a un hermoso motivo coral acompañado por los arpegios de las cuerdas y toques de flauta. Recuerda mucho al Oro del Rhin de Wagner. Los hombres ponen su contrapunto dando pie a una entrada dramática de los violines (2:00) en un motivo heroico fuertemente emparentado con el de la comunidad. Es el Caballero Blanco, su imponente presencia.


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