Aprended ahora la ciencia de las criaturas vivientes:
Nombrad primero los cuatro, los pueblos libres:
los más antiguos, los hijos de los Elfos;
el Enano que habita en moradas sombrías;
el Ent, nacido de la tierra, viejo como los montes;
el Hombre mortal, domador de caballos.
...
Así comenzaba lo que Bárbol denominó la Larga Lista. Tal y como se desprende de la primera línea, debía de tratarse de un extenso inventario versificado de todas las razas y especies de seres vivientes que habitaban la Tierra Media (o quizá toda Arda) que los Ents aprendían de jóvenes, lo que las hacía tremendamente antiguas.
Poco puede extraerse de los pocos fragmentos que han llegado hasta nosotros aparte de que comenzaban enumerando las razas que formaban parte de los Pueblos Libres y que continuaban con las especies animales; tal y como se desprende de las pocas líneas más que han llegado hasta nosotros junto con las reproducidas arriba. Cabe suponer que también incluirían a las especies vegetales, pero no tenemos ejemplos de esa parte de la lista.
Por otro lado, la versión reproducida arriba debía ser alguna forma resumida de la Larga Lista, puesto que en otra parte nos encontramos una versión muy similar aunque algo más larga de la referencia a los Ents que dice: “Ents viejos como montañas, nacidos de la tierra, grandes caminadores y bebedores de agua.”
La antigüedad de las listas no pareció ser mucho impedimento para que, a finales de la Tercera Edad, cuando Bárbol se encontró por primera vez con dos miembros de la raza Hobbit (Meriadoc Brandigamo y Peregrin Tuk), desconocida hasta entonces por los Ents, considerara la sugerencia de estos de incluir una nueva línea justo detrás de los Hombres que dijera algo así como “Los Hobbits medianos, que habitan en agujeros”. Al final Bárbol optó por incluirlos justo detrás de los Ents:
Ents viejos como montañas, nacidos de la tierra,
grandes caminadores y bebedores de agua;
y hambrientos como cazadores, los niños Hobbits,
el pueblo risueño, la Pequeña Gente.