Christopher Tolkien, autor de El Silmarillion

¿Quién es el verdadero autor de El Silmarillion? En la portada del libro aparece J.R.R. Tolkien como tal pero, ¿es eso cierto?

- ¿Quién es el autor de "El Silmarillion"?

El Silmarillion (ilustrado por Ted Nasmith)
Ante esta simple pregunta, posiblemente el 99% de quienes conozcan la obra (la hayan leído o no) responderán: "J.R.R. Tolkien, por supuesto". Sin embargo, "El Silmarillion" fue publicado en el año 1977, cuatro años después de la muerte del autor de "El Señor de los Anillos" y creador de la vasta mitología de la "Tierra Media". Pero en la portada del libro figura claramente: "J.R.R. Tolkien - El Silmarillion". ¿Qué ocurrió realmente?

De nuevo, el conocimiento popular cree tener la respuesta: "Fue su hijo, Christopher Tolkien, quien se encargó de recopilar los textos de su padre y editarlos en este libro". Esta respuesta es la más cómoda para todo el mundo, pero no tiene por qué ser cierto.

De hecho, no lo es. Al menos, no de forma tan tajante.

Pero para poder aclarar por qué hacemos esta afirmación, hemos de hacer un viaje desde el origen de esta novela de 400 páginas hasta el momento actual.

- El origen y evolución de "El Silmarillion".

J.R.R. Tolkien empezó a escribir El Silmarillion mucho tiempo antes de El Señor de los Anillos. De hecho, sus primeros escritos se remontan a la Primera Guerra Mundial. Allí fue donde comenzó a escribir los textos que, posteriormente, fueron publicados en "El Libro de los Cuentos Perdidos", intentando dar forma a una nueva mitología para Inglaterra, a la par que creaba las nuevas lenguas que hablarían los personajes de esta recién nacida Tierra Media.

En esos primeros escritos (Los Cuentos Perdidos), Tolkien nos habla de un marinero llamado Eriol (posteriormente, Ælfwine) que llega a las costas de Tol Eressëa, la Isla Solitaria, donde encuentra a los últimos Elfos que siguen habitando en la Tierra Media. Los Elfos lo reciben y comienzan a narrarle las historias de sus antepasados. Así, de los propios Elfos, escuchamos las primeras versiones de la Canción de los Ainur y la Creación de Arda, las primeras guerras contra Melko (posteriormente su nombre cambiaría a Melkor), la aparición de los Elfos y los Hombres, y las primeras versiones del cuento de Tinúviel (en la cual Beren es un Elfo, y deben enfrentarse al malvado gato Tevildo) o del Cuento de Turambar.

Las Baladas de Beleriand
La afición de Tolkien por escribir versos aliterados (antigua métrica inglesa) le llevó a redactar extensos poemas que contienen una cierta evolución de los anteriores escritos, como la Balada de los Hijos de Húrin o la Balada de Leithian. Mientras escribía algunos de estos poemas, Tolkien comenzó a escribir un resumen de dichas historias, que posteriormente sería ampliado y modificado. En efecto, Tolkien siempre modificaba una y otra vez sus textos (no es de extrañar que tardara más de 10 años en escribir El Señor de los Anillos - quienes hayan leído los 4 volúmenes de "La Historia de El Señor de los Anillos" entenderán perfectamente).

Así, y simultáneamente con la escritura de El Hobbit, Tolkien creó varias versiones de su Historia de la Tierra Media. A esto se sumaría la incorporación de La Caída de Númenor (que empezó con una especie de "desafío literario" con su amigo C.S. Lewis) a la Historia, una versión particular del mito de la Atlántida cuyo origen tuvo lugar en un sueño recurrente del propio Tolkien, en el que una gran ola arrasaba la mítica civilización.

La Biblioteca de El Señor de los Anillos
Con el éxito de El Hobbit, Tolkien recibió el encargo de escribir nuevas aventuras de los Hobbits. Animado por ello, comenzó a escribir lo que se convertiría, como todos sabemos, en su mayor y más conocida novela: El Señor de los Anillos. Pero Tolkien no desaprovechó la ocasión y continuó escribiendo a la vez su Historia de la Tierra Media, encajando los hechos de El Señor de los Anillos (y, por tanto, de El Hobbit) en la Tercera Edad del Sol. Mientras, reescribía los relatos del pasado en un conjunto de narraciones que él pretendía que fueran publicados también, y que conformarían "El Silmarillion" tal y como los tenía concebidos.

Al concluir y publicarse El Señor de los Anillos, El Silmarillion quedó finalmente apartado de la publicación. Pero, lejos de concluir con estos textos y presentarlos a la editorial, Tolkien continuó reelaborando y evolucionando las narraciones de las antiguas edades, una y otra vez, hasta el fin de sus días.


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