Mujer de Númenor que vivió durante la Segunda Edad. Estaba casada con Beregar (que descendía de la Casa de Bëor), con el cual tuvo a su hija Erendis, que se casó con Tar-Aldarion (Sexto Rey de Númenor). Núneth fue, por lo tanto, abuela de Tar-Ancalimë (Séptima Reina de Númenor).
Núneth intentó aconsejar a su hija Erendis para que compartiera el amor de su marido por su trabajo, cuando Aldarion la pidió en matrimonio. Incluso puso en conocimiento de la Reina la discusión que la pareja había tenido, y cuando ésta hizo llamar a Erendis para que volviera a Armenelos, Núneth la animó a partir.
Cuando finalmente, en el año 870 de la Segunda Edad, Aldarion y Erendis contrajeron matrimonio, fueron por un tiempo a vivir a la casa de Beregar y Núneth, donde los siguió la pareja de pájaros que les habían regalado los Eldar. Pero, cuando Aldarion volvió a hacerse a la mar en el año 877, Erendis se trasladó con su hija a Emerië. Entonces, los pájaros que les habían sido regalados por los Eldar se posaron en la ventana de Erendis, pero ésta los echó, por lo que las aves se fueron a la casa de Beregar y Núneth. Cuando Núneth los vio, les tendió la mano, pero los pájaros levantaron el vuelo y se marcharon para siempre. Fue de esta forma como Núneth supo que Aldarion se había marchado de nuevo y que su hija, Erendis, había rechazado a los pájaros de los Eldar.
Durante la larga ausencia de Aldarion, Erendis vivió con su hija Ancalimë en Emerië, y se aferró a ella entregándole todo su amor. No permitía que su hija no estuviese a su lado, ni siquiera para visitar a su abuela, Núneth.