Raza o especie: Mujer de Númenor
Nacimiento: 873 SE
Muerte: 1285 SE
Padres: Tar-Aldarion y Erendis
Casada con: Hallacar
Hijos: Tar-Anárion
Grupos: Reyes de Númenor
Tar-Ancalimë fue la única hija de Tar-Aldarion y también fue la primera mujer que se hizo cargo del cetro de Númenor (primera Reina Regente de Númenor). Su reinado se extendió durante 205 años, siendo el más largo después del de Elros. Cedió el cetro en el año 1280, cinco años antes de morir.
Por las enseñanzas recibidas de su madre (Erendis), Ancalimë no era nada amiga del matrimonio. Y cuando los pretendientes la comenzaron a perseguir, no sólo por ser la Heredera sino también por su gran belleza, con ayuda de la vieja Zamîn se escondió en una granja cercana a las tierras de Hallatan de Hyarastorni, donde se hacía pasar por pastora. En esta época la gente comenzó a llamarla Emerwen Aranel (la Princesa Pastora). Y fue allí donde la encontró Hallacar, haciéndose pasar, a su vez, por un pastor que decía llamarse Mámandil. Pero cuando el se le declaró, Ancalimë lo rechazó, alegando que ella sólo podía casarse con alguien de la Línea de Elros. Entonces Hallacar le contó quien era en realidad, que era hijo de Hallatan y descendiente de Vardamir, pero Ancalimë volvió a rechazarlo, pues estaba enfadada porque él la había engañado.
A raiz de la ley promulgada por su padre según la cual Ancalimë tenía derecho al trono, el Consejo estableció que si la heredera permanecía soltera debía renunciar al trono. A lo que, por otro lado, su padre añadió que el Heredero del Rey debía casarse con alguien de la Línea de Elros. De esta manera, si Ancalimë no se hubiera casado o no hubiera tenido descendencia, quien heredaría el cetro de Númenor sería Soronto. Y fue precisamente la pretensión de Soronto al trono el motivo por el cual Ancalimë se casó finalmente con Hallacar.
Una vez que nació su hijo Anárion, la relación de Ancalimë con su marido se deterioró mucho, pues ella era muy orgullosa y obstinada. Tras la muerte de su padre (Tar-Aldarion) en 1098 de la Segunda Edad, Tar-Ancalimë dejó de ayudar a Gil-galad y abandonó todo lo que Aldarion había emprendido.